¿Y el debate?

Calderón-Madrazo.bmp    Bajo la avalancha de comentarios, opiniones sinceras o interesadas, mesas de análisis tan adustas que hasta los académicos se sonrojaban, sondeos en tiempo real -¿o irreal?-, espots para convencer de algo que debió ser contundente, todo ello ligado al ejercicio del posdebate entre los candidatos presidenciales, lo que no se sabe a ciencia cierta es qué tanto interés despertó entre el ciudadano común.

Las portadas de los principales diarios reflejaron un mosaico de resultados, de difícil digestión. Ya para entonces, apenas terminó el encuentro de los cuatro candidatos que se hicieron presentes en el World Trade Center, la televisión y la radio desplegaron esa característica de tremendo juez, en la que de manera casi instantánea dieron a conocer la sentencia de quién ganó y quién perdió. 

El globo
En el círculo de quienes están cercanos a la información las opiniones abundaron: «Todos se vieron muy acartonados», dijeron unos, «el más contundente fue Madrazo», opinaron otros. Felipe Calderón se apegó al discurso de campaña, no pudo evitar varios ganchos al hígado, pero su imagen fue la misma, a secas. Para nadie pasó inadvertido que hubo una estrategia mediática para inflarlo.

El papelón de Roberto Campa fue el sello de su participación y a partir de ahora nadie le quitará la marca de «patiño». Haber recurrido a la cultura de la filtración le costó caro, porque además reflejó la mano del Estado en el proceso. Nadie cree que el tema fiscal que presentó Campa, «se lo dijo un pajarito». A menos que haya sido un pajarito en el alambre.

Sin despeinarse, Patricia Mercado mantuvo su capital político, aunque en el terreno de las propuestas, presentó una larga lista de enunciados.

Pero el atril vacío de Andrés Manuel López Obrador, no los dejó. Llamó la atención la nota principal de Diario Monitor que sin estar presente le dio a AMLO el 34 por ciento de las preferencias.

Descontados los simpatizantes de Felipe Calderón, harán mal los panistas si se marean con el globo de la victoria mediática en el debate. En su tiempo, Diego Fernández de Cevallos ganó el debate ¿y? Claro, ¿y si se les desinfla?

Trapecismo
Algo que dejó claro Roberto Campa, es que el grupo de Elba Esther Gordillo le ha apostado todo a dos finalistas.

Aunque parezca extraño, hay maestros que siguen apegados al PRI, donde hay un importante número de miembros del SNTE como candidatos al Congreso.

Pero como en política «lo que parece es», ya está claro que no hay intenciones de la maestra Elba Esther de restañar sus diferencias personales con Roberto Madrazo. Aunque muchos maestros no opinen lo mismo y se preocupen por quedar como el perro de las dos tortas.

La otra apuesta es sin lugar a dudas Felipe Calderón. Campa podría declinar a favor del michoacano, ¿le queda de otra?, seguramente no porque todas las mediciones que hay sobre su presencia en la campaña llegan al sótano. Pero hacerlo sólo confirmaría que Madrazo tenía razón al descobijarlo.

Jesús Sánchez / Recuento Político (EL FINANCIERO)

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