En el filo de la crisis

planton.jpg ¿Resolverá Fox el conflicto de Oaxaca antes de irse?
El camino de los acuerdos en el Congreso, a los que deberá llegar el nuevo jefe del Ejecutivo, pasará de manera obligada por la negociación de los gobernadores.
Porque son las entidades del país las que reflejan no sólo los factores que inciden en el crecimiento nacional, sino donde están los principales focos de la inestabilidad expresados hoy en la narco-inseguridad y en la crisis política (Oaxaca) que podrían derivar en la ingobernabilidad.
Los gobernadores dejaron de ser actores políticos pasivos, pero los responsables de conducir el Pacto Federal han desatendido los problemas de fondo.
La Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) resurgió -cuando ya parecía agónica- en la reciente asamblea realizada en Nayarit, encabezada por Ney González Sánchez.
Fue Amalia García Medina quien puso el dedo en la llaga en la crisis presupuestaria que ya estalló en un conflicto político ligado al magisterio.
Otro SOS
Amalia García no quiere que Zacatecas se convierta en otro Oaxaca. Y tiene razón.
El origen del conflicto oaxaqueño, que puede estallar en Zacatecas, tiene que ver con el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica que está cumpliendo 14 años de vigencia.
La zacatecana sostiene que «aunque (dicho acuerdo) se proponía -con una visión federalista- la distribución de recursos a los estados para garantizar una mejor educación, en realidad no ha cumplido con sus propósitos, ni de modernización, ni de calidad y tampoco de que se garantice que en cada estado, de acuerdo a sus necesidades, podamos tener una educación que nos sirva para el desarrollo de cada región».
Y argumenta que una pésima costumbre ha sido la de interpretar que la obligación del Estado para hacer crecer los gastos en educación es equivalente al crecimiento de las demandas de los trabajadores, siempre superiores a la participación estatal sobre la federal.
A los estados les han pasado las obligaciones, mientras que los presupuestos van acotados y son insuficientes para atender las demandas del magisterio.
Ese modelo ya no funciona, es insostenible, dice Amalia, y la mejor muestra de ello es que la crisis política ya se desbordó en Oaxaca y ha dado espacio a otros movimientos que nada tienen que ver como la APPO.
Si pronto no se resuelve el conflicto oaxaqueño, al rato van a pedir la renuncia de Amalia García.
¿Y la paz social?
En el encuentro con la Conago hubo un voto de confianza para respaldar a Ulises Ruiz. Eduardo Bours presentó el documento en el que planteó que las demandas salariales de los trabajadores de la educación y el retardo en atenderlas, desataron una serie de eventos que trastocan el orden y la paz social de los oaxaqueños.
El respaldo de la Conago no fue sólo a la persona de Ulises Ruiz sino al gobierno y al pueblo de Oaxaca para que desarrolle su vida institucional en paz y bajo el imperio de la ley.
Carlos Abascal ha hecho su tarea y pidió el respaldo del Senado, por conducto de Santiago Creel. Pero no se ven salidas. El gobierno federal ha dejado crecer el conflicto hasta un punto casi inmanejable.
¿Si renunciara Ruiz se resolvería el conflicto? Seguramente no. La APPO querría convertirse en gobierno de facto. ¿Se vale? ¿Quién está detrás?
Felipe Calderón le pidió a Vicente Fox resolver el conflicto oaxaqueño antes de que se vaya. El miércoles se rompieron las negociaciones en Gobernación. ¿Y ahora, quién podrá defendernos?
Por lo pronto, el gobernador Enrique Peña Nieto damanda al Congreso de la Unión un trato equitativo en la asignación de recursos para la educación, porque de lo contrario, ya se sabe el resto de la historia.
 

Lavaderus est
 

** Tarjetazos de la politóloga María del Carmen Peláez (Melita para sus amigos, Mela para sus detractores).
-Dicen que en Oaxaca ya se acabaron los chapulines. Y quedaron puros grillos.

Jesús Sánchez / Recuento Político (EL FINANCIERO) 


 

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