Fox, los otros pendientes

Pareja presidencial.bmp  El sexenio foxista terminará en 21 días, pero éste no será el último sino apenas uno de los primeros capítulos de lo que se espera será una larga historia en la que el sospechosismo mostrará el rostro no oficial de la pareja presidencial.
No está por demás decir que Vicente Fox desaprovechó el bono democrático que le dieron los mexicanos en los comicios de 2000 y por eso su sucesor, Felipe Calderón, tendrá un complicado y harto difícil arranque de gobierno.
Quizá por eso, curándose en salud, Fox se ha empeñado en decir que apenas termine su gestión se irá al rancho a montar a su caballo «2 de Julio» y a desarrollar proyectos con su «pareja presidencial», aunque el término «a algunos les cale», dijo el propio Fox, quien además se ha autodefinido como un hombre bueno y que así como llegó feliz a la presidencia de la República, se irá. Fox ya se va, pero un manto de sospechas lo cubre.
 

Se lo dijeron
Desde el arranque del gobierno foxista, allegados al jefe del Ejecutivo comentaron una y otra vez que a la larga uno de los problemas que habría de enfrentar era el de su familia. Los trabajos de una comisión especial de la Cámara de Diputados dedicada a investigar los negocios de los Bribiesca, tocaron las fibras sensibles de un expediente que aún no se cierra.
Otro fue el caso de los Amigos de Fox, que tras la demanda interpuesta por un grupo de abogados que ayudaron a limpiar el camino hasta la exoneración del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, podría ahora mostrar la oscura red que financió la campaña del guanajuatense.
Pero hay otros puntos delicados en la gestión foxista que tarde o temprano tendrán que ventilarse.
Por eso, el libro de la periodista Anabel Hernández, Fin de fiesta en Los Pinos, editado por Grijalbo, cobra especial relevancia, pues no se trata de hacer un «juicio sumario» al presidente Vicente Fox y su familia, sino de mostrar en una cuidadosa investigación periodística los hilos de la corrupción en el seno del «gobierno del cambio».
Anabel Hernández, quien dio el campanazo periodístico cuando descubrió lo que luego se conoció como el toallagate, muestra ahora en un valiente trabajo documental el lado oscuro del foxismo. Lo cual no tiene otra intención que hacer efectivo el privilegio de la duda.
Y son las indagaciones de autoridades de Estados Unidos -reseñadas en el libro- sobre la presunta protección al narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, alías El Chapo, quien se fugó del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, conocido ahora como «Puerta Grande», el 20 de enero de 2001. La guerra entre carteles de la droga se recrudeció a partir de este hecho y ha alcanzado niveles inmanejables del gobierno para enfrentar el crimen organizado.
Las fiestas en la casona de playa Icacos, en la casa Maya del Caribe, los negocios, el tráfico de influencias, los favores, el glamur se convirtieron en el lado oscuro de un sexenio que se esperaba diferente.
 

La distancia
El presidente electo, Felipe Calderón, ha tomado distancia. Porque sabe que entre otros baches que le dejará Fox, están los derivados del sospechosismo. El michoacano, por ejemplo, reconoció el deterioro del respeto a la ley y de la capacidad del Estado para enfrentar al crimen organizado y al terrorismo. Deterioro que se acentuó en el sexenio foxista, claro.
Y por ello, es seguro que Calderón ya descartó la permanencia de Daniel Cabeza de Vaca como procurador General de la República y de otras propuestas que le hizo Fox.
Calderón ha prometido que no repetirá el esquema de la «pareja presidencial» y que no tendrá familiares incómodos como los tiene Fox. Ya se verá.
 

Lavaderus est
** Columnómetro del licenciado Aquiles Baeza.
– Paralelismos. El primer estado que visitó como presidente de la República Vicente Fox, aquel 2 de diciembre de 2000, fue precisamente Oaxaca, en una gira que luego continuó por Monterrey y Guadalajara. Fox ha visitado todos los estados del país para despedirse excepto Oaxaca, y seguramente no lo hará.
– Antes de la votación que negó el permiso a Fox para viajar a Australia y Vietnam los diputados hicieron una pausa de dos horas. Esperaban que desde Los Pinos se decidiera atender el llamado de Emilio Gamboa y resolvieran cancelar el viaje. Pero no, la decisión fue ir al choque.
** Tarjetazos de la politóloga Melita Peláez.
-Dicen que Fox no fue secuestrado por los diputados del PRI y PRD, más bien le aplicaron un arraigo domiciliario.

Jesús Sánchez / Recuento Político (EL FINANCIERO)

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