Confianza, con alfileres

calderon.bmp Ya se sabe, ya se supo que Felipe Calderón no sólo está padeciendo los errores foxistas de noviembre, sino también los de octubre, septiembre, agosto (uf), es más, los errores de los últimos seis años.
Pero lo más grave, es que el gabinete calderonista y sus estrategas cayeron en un imperdonable descuido que está dando al traste con las ofertas de campaña de corte social que se tradujeron en un factor de confianza apenas suficiente para hacer la diferencia en las urnas.
Porque por encima de todos los argumentos técnicos, los aumentos en cascada de los precios en la canasta básica reprobaron de entrada a quienes se esperaba tendrían la sensibilidad y eficacia para enfrentar esta crisis, antes de que estallara.
Apenas se conoció el resultado del crecimiento del Producto Interno Bruto del último año foxista, 4.8 por ciento, el más alto de toda la gestión del guanajuatense, pero sustancialmente inferior al que le dejó Ernesto Zedillo, de poco más de 7 por ciento. Entonces, no hay nada que festejar. La confianza en el arranque sexenal quedó prendida con alfileres.

Simcity de petatiux
De manera paralela a las protestas contra los aumentos de precios, en la burbuja del gobierno federal se ha desatado una guerra para repartir culpas y salvar el puesto, que al final dejan a Calderón expuesto a un deterioro en las mediciones de aceptación. Se han filtrado versiones orientadas a endosarle las culpas a Guillermo Ortiz, con el argumento de que uno es el dato del indicador de la inflación que manejan y otro muy distinto es la manera en cómo lo resiente la población. O sea que hay dos visiones. Pero los responsables del gabinetazo no pueden hacerse ojos de hormiga.
Eduardo Sojo, conocido como uno de los teóricos de Foxilandia, fascinó al entonces presidente con sus «análisis power point» de los indicadores gubernamentales, un mundo feliz al estilo Bob Ross. Sojo fue el responsable de las políticas públicas, pero se le olvidó anticipar una política pública que amortiguara el impacto del crecimiento inflacionario en el arranque sexenal calderonista, ¿o no?
Y qué tal que Alberto Cárdenas hubiera sido el candidato y presidente de la República. El caballo negro se convirtió en mula prieta, dicen sus críticos. A lo mejor en los manuales de los responsables de agricultura no les advirtieron de la crisis del maíz y su papel en el mundo de los energéticos.
Eso sin contar con la suerte que les espera al trigo, la soya y, para colmo, al frijol.
Por eso hay serias sospechas de que los nuevos think tankers están respaldando sus recomendaciones, en una versión libre y adaptada del juego de estrategia Simcity, pero de petatiux.

Adivinanza posmoderna
A 60 días del gobierno calderonista, los especialistas en arqueología política del Chamanic Center realizaron un hipotético ejercicio para medir el nivel de percepción sobre el gabinete de Calderón. El sondeo se realizó entre personas obligadas profesionalmente a estar informadas. La pregunta fue: «Tiene diez segundos para que nos diga el nombre de la actual titular de la Sedesol?
Fue sorprendente el resultado. El 80 por ciento atinó sólo a dar el apellido, luego de seis segundos de pensarlo, pero no recordaban el nombre. ¿Es yucateca, no?, respondió otro 60 por ciento.
Una evaluación, ésta sí seria -del área de Análisis de EL FINANCIERO-, refiere que la canasta de 20 productos básicos y servicios genéricos más cerca de la gente aumentaron 20 por ciento en promedio en el primer mes del año; los salarios perdieron un 10 por ciento del poder adquisitivo y los índices de productividad en el país avanzaron marginalmente un 2 por ciento. En este tobogán, todos perdemos.

Lavaderus est
** Columnómetro del licenciado Aquiles Baeza.a) Regla general. Preocupado, un flamante diputado citó urgentemente a su jefe de asesores para que le resolviera un problema que lo tenía varias noches sin dormir. Vaya, ni siquiera la comodidad de la curul le permitía concentrarse en los temas sustantivos del país.
-Necesito encontrar un lugar especial donde nadie me reconozca, donde pueda pasar totalmente inadvertido. Me urge.
-Fácil, diputado, váyase a su distrito.
b) Mariana Gómez del Campo se reunió anoche con la bancada panista de la Asamblea de Representantes del DF. Habrá sorpresas, dijeron. Nerviosos estaban Miguel Hernández Labastida, a quien llaman el padrino (dicen), y el exsecretario particular de Creel, Agustín Castilla. Por algo será.
c) Atención Javier Lozano. El obispo de Saltillo, Raúl Vera López, dijo que las autoridades deben obligar a las compañías mineras a dar seguridad a los trabajadores del carbón. «Se trata de que o ponen seguridad, o no van a ser ya impunes sus responsabilidades.» Añadió: «por la inseguridad ya tuvimos hace diez días la muerte de un minero en «los pocitos», que murió en un derrumbe y todavía no se completa el año de lo de Pasta de Conchos».
d) Minicrónicas urbanas. En los vagones del Metro los «miniempresarios informales» o «vagoneros», que lo mismo le interpretan el significado de los sueños que le regalan para sus oídos -a todo volumen- las canciones que llevaron a la tumba «al gallo de oro», también se vende la ilusión de la seguridad. En diez pesos le ofrecen una alarma sonora antirrobos para puertas y ventanas. Todo un éxito, ¿por qué será?
e) Dicen que Ricardo Monreal se siente el jefe legítimo de la bancada del PRD en el Senado.

Jesús Sánchez / Recuento Político (EL FINANCIERO)

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