El país de los contrastes

canaldelconfreso.jpg     

El proceso bicamaral que sigue el Congreso para elegir a quien habrá de conducir los trabajos del Canal del Congreso está en su fase final y el decantamiento establecido por las reglas ha reducido el número de candidatos, de 45 a apenas una docena. 

La responsabilidad que implica conducir un canal de televisión no comercial, va de la mano con el principio de pluralidad que debe guardar un medio que aun con la limitación de que sólo puede verse a través de una señal cerrada, de manera paulatina ha obligado a reflejar aquellos episodios que en otro tiempo eran simplemente incómodos y no se transmitían.

Como todavía estamos en un país donde todo se filtra, luego del examen técnico que sobre los conocimientos generales de legislación en materia de radio y televisión presentaron los 25 finalistas, ayer comenzaron a manejarse de manera extraoficial los nombres de aquellos que pasaron la prueba.

Lo que llama la atención es que tres comunicadoras están entre los finalistas: Leticia Salas, secretaria técnica de la Comisión Bicamaral; Mónica Rodríguez Cárdenas, quien ocupó la Coordinación de Información del Noticiario Cuarta Edición de Canal 40, y María Guadalupe Ferrer Andrade, exdirectora general de TV UNAM.

Todas ellas con experiencia y capacidad probada, sin demeritar a quienes con otras credenciales también aspiran a ocupar el cargo que está por entregar Guillermo Montemayor.

Para no crear suspicacias, una de las condiciones que deben cumplir los aspirantes es no tener vínculos partidistas, por eso llama la atención que se hable de prospectos apoyados por la maestra Elba Esther Gordillo y que empujan con fuerza los panistas.

Al final de cuentas lo que debe importar es el profesionalismo y el proyecto de quien dirija los destinos del Canal del Congreso y no la mano pachona, cualquiera que sea su color político. ¿O no? 

Slim, ¿el shock?

Apenas el 10 de marzo la revista Forbes colocó al empresario mexicano Carlos Slim Helú en el tercer lugar de los hombres más acaudalados del mundo, y un mes después la publicación alborotó otra vez al mundo de los negocios al anunciar que nuestro paisano se ubicó en el segundo sitio y con amplias posibilidades de quedarse con el primer lugar.

Los contrastes tan marcados en la sociedad mexicana, hacen que una figura como la de Slim sea totalmente atípica. La expansión de sus empresas en América Latina y sus incursiones en Europa, van más allá de la comprensión del mexicano promedio que se enfrenta a una realidad de premuras y todavía de incertidumbre.

«Él no guarda el dinero bajo el colchón», declaró hace unas semanas Alfredo Elías Ayub. «No regalo dinero», dijo el propio Carlos Slim a sus críticos, y a cambio ha desarrollado proyectos filantrópicos, como el de los becarios de la Fundación Telmex.

Como sea es difícil entender las dimensiones de una fortuna como la de Slim, aunque esos capitales están en empresas productivas. Slim sigue viviendo en México y eso es de reconocérselo, pero la percepción de los mexicanos promedio quizá se resuma en una pregunta: ¿y?

Porque la realidad cotidiana continúa siendo la de la marginalidad en la mayoría de la población, los empleos que no llegan, la inflación que pega en las mesas de las familias, el mundo maravilloso prometido por los gobiernos democráticos que no llega. 

Sartori, desafíos 

El politólogo italiano Giovanni Sartori enfrió los ánimos de quienes creyeron que el teórico moderno sólo venía a México a participar de la algarabía y los cohetones que saludaron la transición democrática en México. Y si bien le aplaudieron que el PRI sea hoy un partido «sin cabeza» al quedarse sin presidente de la República, cuando se refirió a que el principal desafío para México es combatir la corrupción, dejó muchas caras largas. Porque a la transición democrática nada le ayudan la opacidad y la falta de explicaciones a proyectos buenos que parecen malos. Y ahí están los pendientes de la Enciclomedia, la Megabiblioteca, y es muy posible que también se confirme el sospechosismo en el tema del Seguro Popular. ¿Se atreverán a transparentarlos o seguiremos haciendo como que hacemos? 

> Lavaderus est 

** Columnómetro del licenciado Aquiles Baeza. 

En el fondo del conflicto minero hay muchas preguntas para sus protagonistas, sin responder. ¿Dónde están los 55 millones de dólares del sindicato de los que Napoleón Gómez Urrutia no ha aclarado su destino? ¿Por qué no se han ejecutado las órdenes de aprehensión en contra de Napito? ¿Por qué al exdirigente le concedieron la toma de nota a pesar de no ser trabajador minero? Mientras hay respuestas, el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, tendrá que poner orden en un conflicto que heredó de sus antecesores. Porque en esto, no hay duda que le tocó bailar con la más fea. 

** Tarjetazos de la politóloga Melita Peláez. 

El periódico uruguayo El país publica un dato que hace recordar a los gigantes con pies de barro. «El gobierno chino está preocupado porque en el año 2015 tendrá 200 millones de jubilados y a mediados de siglo 450 millones.» No se sabe si esto sirve de consuelo.  

Jesús Sánchez / Recuento Político (EL FINANCIERO) 

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *