Presidencialismo, retro

foxcal.JPG La cultura retro de los rituales del presidencialismo al estilo new age, en versión tlatoani recargado, es origen y destino.

Por eso ni siquiera los modernos analistas panteoneros, que quieren enterrar todo lo que huela a pasado, se han atrevido a decirle al presidente en turno que en la calle, lo que menos le importa a la gente es si el number one de Los Pinos ofrece un emotivo discurso, canta una ranchera o baila rap en la tribuna de San Lázaro.

Si sale o no en los tiempos estelares de la televisión comercial, hoy debería ser lo de menos para Felipe Calderón, porque el problema de fondo para su gestión va más allá de lo mediático.

En lo que debería estar preocupado el político michoacano es que no ha logrado establecer los acuerdos lo suficientemente fuertes y modernos para impulsar una nueva relación entre las fuerzas políticas del país.

Retros y grados

A Ruth Zavaleta, literalmente le hicieron el feo los operadores del conservador partido en el poder, pese a que ella y la corriente Nueva Izquierda que representa, ofrecieron la salida menos abrupta para resolver el entuerto del 1 de septiembre.

Hace exactamente diez meses, también la corriente de Nueva Izquierda del PRD le presentó a Calderón distintas opciones para que éste pudiera protestar como nuevo presidente sin que constituyera una afrenta para el adolorido perredismo. Pero los panistas optaron por tomar la tribuna, levantar a empujones una muralla humana y entre resoplidos y sudores hacer cumplir la Constitución.

La presencia de Zavaleta en la mesa directiva de la Cámara de Diputados no fue adecuadamente aquilatada y lejos de aprovechar la coyuntura política, la tundieron con el sospechosismo de las actividades guerrilleras de René Arce y hasta una extraña interpretación sobre el antisemitismo.

No entendieron el valor de Ruth Zavaleta para enfrentar las críticas de sus propios correligionarios, desde las arcaicas advertencias de Andrés Manuel López Obrador y las bravuconadas de otros, tan sólo por admitir que no tendría empacho en referirse a Calderón como presidente legal.

Porque Zavaleta está convencida de que más allá del discurso, una posición radical pero congruente del PRD habría sido desconocer a Calderón como presidente legítimo y consecuentemente renunciar a los cargos de elección en el Congreso y en el gobierno de la ciudad de México.

Sedes alternas

Hasta ahora no existen acuerdos para que Calderón entregue su informe en el salón de plenos de San Lázaro. A lo mejor si hay acuerdo, a lo mejor también Ruth Zavaleta recibe el informe de las manos de Calderón. A lo mejor el michoacano decide hacer una fiesta en la intimidad del Auditorio Nacional. Una cortina de humo que pronto se olvidará. En el Zócalo capitalino seguirá la otra parte de este espectáculo político, cómico y musical. En conjunto es un ritual catártico, que ni los panistas ni los seguidores de López Obrador quieren enterrar.

Pero lo que preocupa es que no hay acuerdos para la reforma fiscal, preocupa que ya nadie confíe ni siquiera en las autoridades electorales.

Los dioses tienen sed y será mitigada con las cabezas de los consejeros del IFE, Luis Carlos Ugalde por delante, y lo seguirán los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quienes apenas cumplieron un año en el TEPJF y ya les encontraron una larga cola para pisarles. Hasta ahora se sabe que hubo muchas irregularidades en la elección interna. Hubo mano negra.

Más allá de la burbuja en torno a Calderón, en la calle no se aprecian rostros de preocupación por lo que ocurrirá hoy, sino por cómo hacer la vida cotidianamente, entre las promesas de Foxilandia que ya se fueron y las de que ahora sí habrá empleo para todos.

> Lavaderus est

** Columnómetro del licenciado Aquiles Baeza.

1) Las elecciones veracruzanas del domingo colocan al panismo otra vez en el peor de los escenarios. El abismo que separa a Felipe Calderón de la dirigencia nacional del PAN que encabeza Manuel Espino hace que el panismo no se vea como un partido competitivo en lo político, sino que llega para arrebatar.

Lo peligroso es que de manera irresponsable se empuje un proceso que debe resolverse en las urnas, hacia la violencia.

Lo que no hizo el PAN en estos últimos años, no lo hará el altisonante lenguaje de Espino para conseguir votos.

Sorprenden las acusaciones de Espino del desvío de ayuda a los damnificados del huracán Dean, porque hace unos meses fue descubierto en un municipio panista un singular entierro; un lote de despensas para las víctimas de otro huracán y que el alcalde albiazul enterró. El PAN está dando muestras del peor nivel de participación electoral.

2) Los reporteros que cubren el IFE se entretuvieron ayer apostando cuándo y de qué lado caería la cabeza de Carlos Ugalde y por eso le hicieron el vacío a Maricarmen Alanís Figueroa en el estreno de su presidencia al frente del TEPJF. Le echaron la culpa de falta de comunicación a Octavio Mayén.

3) La renovación paulatina de los miembros de órganos judiciales no es nueva y ya se aplica en la Suprema Corte. Este año, por ejemplo, se despedirán Genaro Góngora Pimentel y Mariano Azuela; el año pasado Fernando Franco González Salas llegó en sustitución de Juan Díaz Romero -jubilado- y Sergio Vals en lugar de Humberto Román Palacios -finado.

La primera propuesta para renovar a los miembros del TEPJF la hicieron las organizaciones de abogados y académicos luego de quedar chiflando en la loma en el proceso de renovación de los seis integrantes del Tribunal.

** Tarjetazos de la politóloga Melita Peláez.

Y ya encarrerados, hay versiones serias de que algunos miembros del gabinete calderonista cargarán los peregrinos, pero no pasan de Reyes Magos. ¿O no?

Jesús Sánchez Martínez / Recuento Político (EL FINANCIERO)

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