República calderonista

download3.jpgEn Los Pinos arrecia la grilla por ocupar el poderoso espacio que tuvo Juan Camilo Mouriño como encargado de la Oficina de la Presidencia de la República.

Los empujones, codazos y pisotones comenzaron desde que se confirmó que Mouriño iría al Palacio de Covián para rediseñar las oficinas que estaba por dejar Francisco Ramírez Acuña.

Mientras los afanosos preparaban como ofrenda para el campechano unas hamacas de hilo tejidas a mano, en Los Pinos los integrantes del primer círculo calderonista soñaban en la posición del poderosísimo funcionario.

Por eso llamó la atención que el equipo compacto conocido como el Timbiriche power le cerrara el espacio a Rogelio Carbajal, de quien se supo no permitirían que se convirtiera por segunda ocasión en el secretario particular del number one.

En realidad, César Nava estuvo y está candidateado para ser el Mouriño II del sexenio calderonista, pero hubo quienes atajaron las versiones y aseguraron que no sería en una semana ni en dos cuando se conocería la decisión final del presidente de la República.

Mal y de malas

Por lo pronto, un dejo de molestia, por no decir algo más que enojo, es el ánimo del grupo de Francisco Ramírez Acuña, el mismo que arropó a Felipe Calderón cuando en un desafío al foxismo decidió armar prácticamente de la nada la candidatura presidencial del michoacano.

El sentimiento de que no hubo reciprocidad a la lealtad del grupo tapatío está a flor de piel entre quienes están convencidos de que Francisco Ramírez Acuña hizo lo que le pedía Felipe Calderón.

Están decepcionados porque se confirmó que literalmente al grupo tapatío no le dieron tiempo de montar en su caballo. Algunos se enteraron apenas el lunes de que don Pancho ya no estaba en los planes de la República calderonista.

Quizá por eso el mensaje del propio Ramírez Acuña, quien al entregar la oficina a Mouriño aseguró que algo que hizo fue rescatar la figura presidencial.

Conspiración, la teoría

De Mouriño dicen que en Gobernación no tendrá la misma fuerza que tenía cuando operaba de negociador en lo oscurito de Los Pinos. Cuenta la mitología de Parque Lira que Mouriño siempre estaba en las reuniones de Calderón, aunque éstas fueran privadas. También cuentan que se encargaba de recibir todos los reportes del Cisen y desde ahí criticaba la operación de inteligencia a cargo de don Pancho.

Ahora Mouriño tendrá que hacer labor negociadora pero de manera abierta y, sobre todo, ya no sólo recibirá los reportes del Cisen sino que tendrá que hacerlos él mismo y enviarlos a Los Pinos.

Los analistas de café, de ésos que siempre acompañan las buenas reflexiones con una tacita de expreso cortado, advierten que el primer año de Felipe Calderón pagó facturas. Y en el segundo año ya se apropió de un partido que no tenía con un dirigente -Germán Martínez Cázares- que le ofreció al michoacano el partido.

Felipe Calderón está construyendo un gobierno ideal, pero siguiendo el modelo priista.

Y si no que le pregunten a los panistas que trabajaron cerca de Manuel Espino, ¿dónde están?

Por eso, los teóricos del expreso cortado aseguran que Felipe Calderón está construyendo «el calderonismo», o mejor dicho, está en obras para intentar crear la República calderonista.

El problema para alcanzar esos objetivos es que el calderonismo no es el PAN, que el ala dura de los panistas no simpatiza con el manejo de Calderón y que el michoacano tiene una oposición fuerte, sobre todo la priista.

En los últimos años el PAN no ha ganado más elecciones, a duras penas conserva espacios.

La parte más difícil será la de los comicios federales intermedios de 2009.

Analistas de altos vuelos, como Roberto Trad y Emilio Ibinarriaga, anticipan que en 2009 el escenario posible es que se repita el esquema del 30, 30, 30. Eso dificulta la proyección transexenal de la República calderonista.

> Lavaderus est

** Columnómetro del licenciado Aquiles Baeza.

a) Por allá en los adentros del PAN -germanista- anticipan que para estar en el debate energético, el gobierno de Felipe Calderón debe contar con un defensor que no tenga un pelo de ingenuo -aunque sí mucha ceja-, y dibujaron el perfil de Luis Téllez. Al final de cuentas, dicen, no es tema… académico. El energético va más allá de eso. Son los ecos del doctor Zedillo.

b) Dicen que la comunicación social calderonista es de monosílabos: «sí», «no». Y cuando son abiertos: «no sé», «quién sabe».

c) Que Miguel Monterrubio será el encargado de comunicación social de Gobernación. No comments.

d) Genaro Góngora reconoce que de no ser el nuevo presidente del IFE, no será consejero, y que mejor esperará la jubilación. También admite que es difícil un escenario donde él sea el nuevo titular del IFE porque llegaría sin consenso, dividido, con debilidades, como la anterior presidencia.

e) Para los que ven ya en Mouriño a un prospecto presidencial para 2012, lo único cierto es que el campechano es medio regeatonero, «le gusta la gasolina».

f) La reactivación de las órdenes de aprehensión en contra de Napoleón Gómez Urrutia ha generado nerviosismo en el sindicato, sobre todo porque sienten que ya andan tras los pasos del tesorero Héctor Félix Estrella.

** Tarjetazos de la politóloga Melita Peláez.

– En el museo errante, entre la poesía y la nieve, la naturaleza y el silencio -vamos, como dice el teacher-, se soltó el sospechosismo de que Marcelo fue adoptado como el nuevo candidato de Emilio, el de la gorrita. Parece que Enrique Peña ya no. ¿O son los dos?

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