Pemex, modelo de opacidad

pemex.jpgPublícalo, pero no se lo cuentes a nadie. Petróleos Mexicanos tiene un lado muy, pero muy oscuro.
En la vitrina del debate nacional, comienza a descubrirse el hueso del aguacate, que Pemex todavía no logra distinguirse como empresa modelo en la rendición de cuentas y la transparencia y, lo peor, que sigue a merced de la corrupción.
No, no se trata de apreciaciones personales, tampoco es la anticampaña de un grupo radical de detractores de la paraestatal, estas conclusiones forman parte de la versión ejecutiva del «Diagnóstico, Situación de Pemex», avalado por su director Jesús Reyes Heroles.
Lo alarmante es que nadie se sonroja, se da como una práctica habitual, tolerable. Esto no se limita al ámbito del sindicato petrolero, uno de los más poderosos del país y por consiguiente con un estatus político y económica sólo comparado con el magisterial, sino en el espacio VIP del supernegocio del otorgamiento de contratos.
La corrupción ha envuelto a Pemex durante décadas y si bien los ingresos de la paraestatal han servido para mantener vivo al país, resulta increíble que los recursos derivados de esa noble actividad nos dejaron como nación en una mediana expectativa de desarrollo.
El cuerno de la abundancia se está acabando, de eso están seguros los tremendistas. ¿Pero quiénes se lo han acabado? Tenemos la certeza de que los pobres y marginados, no.
Pemex semeja un tubo viejo, con muchos hoyos, por eso es que se ha escurrido la riqueza.
Pemex, se ha dicho, es el paraíso de los contratistas. Y en lo que parece un mundo al revés se acepta como común que la empresa contrate los servicios de otra para que otros hagan su trabajo.
El manejo privilegiado a ciertas empresas, el tráfico de información privilegiada, o lo que está hoy de moda, el tráfico de influencias, han existido cada sexenio. Y hoy, cuando se esperaría que todo eso hubiera desaparecido, pues no.

El cucharón

El diagnóstico que ofrece la paraestatal permite reconocer, de un vistazo, que algo que anda muy mal allá adentro, que se han servido con la cuchara grande.
Hace algunos años existió un político al que todos conocían como la cuchara. Le dieron un cargo de mayor jerarquía y reprendió duramente a un reportero que le recordó su mote «la cuchara». «A partir de hoy, soy el cucharón», dijo el singular político y explicó, «ahora me voy a poder servir más del presupuesto».
No hay que perder de vista lo que hoy reconocen en Pemex como los puntos vulnerables.
«Si bien Pemex está sujeto a un marco normativo como cualquier empresa petrolera del mundo, existen restricciones regulatorias que inciden en la operación de la empresa, sobre todo en materia presupuestal, de contratación de obras y de adquisiciones, así como de fiscalización.»
Y advierte:
* El esquema legal de contratación pública y de adquisiciones es inadecuado para las necesidades de la industria petrolera.
* La fiscalización se ha enfocado más a un seguimiento escrupuloso de los procedimientos, y menos a un esquema de acompañamiento de las operaciones con sentido productivo, que no ha logrado abatir la corrupción ni fomentar un mejor desempeño.
Y en cuanto a la transparencia, hay un mundo nebuloso que obstruye la visión de los mejor intencionados.
La reforma energética es vital, pero si no hay cambios en la rendición de cuentas y el ataque a la corrupción, sindical y ejecutiva, todo se irá al cuerno y no precisamente de la abundancia.

 > Lavaderus est

** Columnómetro del licenciado Aquiles Baeza.

a) A lo mejor fue la primavera, pero José Luis Soberanes anda con la antena cruzada.
En Querétaro fue a festejar que el organismo de Derechos Humanos estatal incorporará las atribuciones del Consejo Estatal de Información Pública, algo así como el IFAI pero queretano. La decisión la aprobó Soberanes y por eso los reporteros le preguntaron si no era contradictorio que un organismo de derechos humanos aceptara la eliminación de un organismo dedicado a proteger precisamente los derechos de información de la población.
Soberanes se hizo el gracioso y dijo que no pretendía agandallarse. ¿Se imagina que desaparecieran el IFAI para que sus atribuciones se las acomodara Soberanes?

b) Arturo Núñez y la comisión técnica encargada de las elecciones internas del PRD quedaron rebasados. Todas las reglas de la contienda interna colapsaron y por eso la única salida que tienen para limpiar las elecciones es anular el proceso y convocar a otro nuevo lo suficientemente blindado como para que no se repita el cochinero.
La perspectiva de que Lázaro Cárdenas Batel se convierta en el presidente interino, no es mala. Podría ayudar a que las tribus se organicen. ¡Or-ga-ní-cen-se!, sugirió un filósofo urbano. 

c) Greg Sánchez, el joven empresario que compitió con los colores del PRD en los recientes comicios de Quintana Roo, asumirá el sábado las riendas de la alcaldía Benito Juárez, municipio donde se asienta el paradisiaco Cancún.
Hay que reconocerle el tino de su cuarto de guerra, que evitó la descalificación para ganar votos. La contienda electoral ya terminó y -sin telarañas en la cabeza o resentimientos- entra a la fase de gobierno.

d) El gobernador de Tlaxcala, Héctor Ortiz Ortiz -por cierto única entidad en la que no hay patrullajes militares-, aseguró que la organización criminal no es superior a los intereses nacionales, pues aunque son un peligro real para la seguridad y la salud de todos, el estado no está rebasado.

e) Oscar Mario Beteta inicia hoy a las 14:00 horas con un informativo en Canal 40. Habrá que verlo.

 ** Tarjetazos de la politóloga Melita Peláez. 

-Dice Calderón que no elude los costos políticos de los problemas del país.

Y si no que le pregunten a Mouriño. O a Germán.

 Jesús Sánchez Martínez / Recuento Político, EL FINANCIERO

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