Valdés, ventaneado.

leonardovaldes.jpgQue a Leonardo Valdés le hacen el feo y ni siquiera le contestan el teléfono.

Y eso lo ventanearon por allá en Santa Úrsula en el IFE. Ya se sabe, ya se supo que nadie en la televisora del Ajusco ha querido conversar con el sustituto de Luis Carlos Ugalde.

El relativo triunfo judicial con el que se alzó la televisora del Ajusco ante el Instituto Federal Electoral (IFE), para no pagar una multa de unos 5.2 millones de pesos como sanción a la decisión de no transmitir espots partidistas -esto como parte de la nueva legislación electoral, uf-, confirma simplemente que no se percibe un final feliz en el atribulado guión que ha definido la difícil relación entre los medios electrónicos y las autoridades electorales.

Los desacuerdos de la televisora del Ajusco con el IFE son otro capítulo de la relación perdida que detonó la controvertida reelaboración de la ley de medios, todavía en el Senado, y la decisión de cambiar a los integrantes del anterior Consejo General del IFE, comenzando por Ugalde.

La relación entre los medios electrónicos y el IFE se deformó al paso de los años, aunque representaba un negocio de algo así como tres mil 500 millones de pesos por la difusión de espots de campaña.

Aún no queda superado aquel episodio en el que los medios electrónicos enviaron a la artillería pesada de sus comentaristas para aplastar a los legisladores que los confrontaron.

La reforma electoral obliga a los concesionarios a dar espacios a la difusión de espots, incluso en tiempos estelares, y le puso candados a las campañas negras.

Por eso en el caso de Televisa, el IFE le ordenó retirar un espot que comparaba a Andrés Manuel López Obrador con Hitler.

Pero en el caso de la televisora del Ajusco la confrontación es más abierta. Y las expectativas es que se mantenga la tensión más tiempo, incluso después de que resuelva el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Tropezones

El IFE, por su parte, ha venido tropezándose con su propia alfombra. Los consejeros que se van o están por irse ya no aguantan y se ha desatado una suerte de fuego amigo que esperan pronto se apacigüe.

Leonardo Valdés recortará hasta en 50 por ciento sus pretensiones de que le diera Hacienda mil cien millones de pesos adicionales para montar un equipo de monitoreo de radio y televisión. Situación que podría estar fuera de toda lógica si se pretende que la democracia sea menos cara.

El próximo año se realizarán los comicios intermedios federales para renovar la Cámara de Diputados y diez gubernaturas. Y el IFE será el encargado de contratar los espacios para difundir las campañas de los partidos. Como sea, serán muchos millones de pesos los que seguirán danzando. A ver si es cierto que es capaz el IFE de reencauzar las campañas y evitar que sea precisamente éste el que defina las elecciones y no las propuestas.

Hasta ahora la confrontación entre el IFE y la televisora del Ajusco parecen haber entrado en un callejón sin salida. Esperemos que no sea así.

Porque en perspectiva, no se sabe cuándo tengan listo los senadores el dictamen de la nueva ley de medios. Pero de entrada, seguirá bajo el fuego de las críticas la de por sí deteriorada credibilidad de la institución electoral. Por si algo nos faltara.

Mouriñazo

Las conclusiones de la Comisión Especial en la Cámara de Diputados, encargada de examinar el caso Juan Camilo Mouriño, eran las esperadas. No hay sorpresas.

El documento que exonera a uno de los colaboradores más cercanos a Felipe Calderón, estuvo dedicado a justificar que aunque Mouriño estuvo desempeñando cargos y funciones muy cercanas a las actividades empresariales que tiene, no hubo conflicto de interesas.

Eso tiene muchas interpretaciones. Más allá de quienes creen que ya la libró, no se sabe si se estaba preparando con esto una salida tersa de Mouriño. Para Calderón, mantener todo este tiempo a Mouriño al frente de la Segob le costó todo. Para empezar, la suspicacia de no saber hasta dónde se benefició mucho, poquito o nada, de su posición privilegiada. ¿Qué tanto es tantito?, diría un clásico.

Se supo que dentro del equipo calderonista había y hay gente apuntadísima para ocupar el lugar de Mouriño. Nadie dijo Germán ni Ernesto, que conste. Aunque el primero se la pasa más tiempo despachando en Bucareli que en el Eje 8.

Para muchos, Camilo ya es cartucho quemado para los comicios de 2012. Aunque hay quien se esmera en decir que sigue de bajo perfil. Lo único que queda es que haga lo mejor que pueda el trabajo que le encomendaron.

> Lavaderus est

** Tarjetazos de la politóloga Melita Peláez.

– Hoy es el segundo día del debate energético. A ver si cuando termine el plazo se acuerdan de qué se trataba todo esto.

Jesús Sánchez / Recuento Político (EL FINANCIERO)

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