Zapatazos

Independientemente de que el periodista iraquí Muntazer al-Zaidi, al lanzar sus zapatos contra George Bush hizo lo que millones de personas en el mundo habrían querido hacer, valdría la pena reflexionar sobre lo que esto significa para la profesión periodística.

En una conferencia de prensa, el presidente de Brasil, Lula da Silva, pedía ayer a los reporteros que no se despojaran de sus zapatos, en una franca broma sobre el incidente protagonizado por el iracundo Muntazer.

A este último lo han llamado héroe, le compusieron una canción y hasta un egipcio le ofreció a su hija de 20 años en matrimonio. El lanzamiento de sus zapatos se ha reproducido en videojuegos y en un performance frente a la misma Casa Blanca.

¿Realmente es un héroe quien, aprovechando la credencial de periodista y con ello el acceso privilegiado a los hombres del poder, comete un acto de agresión?

¿Es esto bueno para la profesión periodística?

¿Esto es un acto de libertad de expresión, como muchos ya lo han calificado?

¿No las armas del periodista son el lenguaje (escrito, oral) y la inteligencia?

Parece que el odio a Bush y todo lo que significa ha dejado de lado el significado de ser periodista.

¿Tendríamos entonces todos los periodistas vía libre para aventar zapatos, grabadoras o lo que tengamos a la mano a todos los que detestamos por el daño que hacen? (Y vaya que tenemos una larga lista)

Si creemos que es mejor lanzar un zapato que escribir una nota incisiva, y no confiamos en el poder del periodismo para transformar el mundo, deberíamos entonces elegir otra profesión.

Por otra parte, castigar a Muntazer con varios años de prisión por lo que hizo también resulta excesivo. Sobre todo porque no dio en el blanco gracias a la sorprendente reacción de Bush. Y también porque puede entenderse su irritación tras los años de devastación en su país.

Sin embargo, insisto, esto no tiene nada que ver con el periodismo y nada sería más dañino para la profesión que ensalzar su actitud.

Perla Oropeza