Reaparece Bety

verimagenUn poco pálida, la presidenta nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, reapareció para aclarar que la semana pasada no estuvo de vacaciones, con lo que diluyó las versiones de que viajó a París, y reconoció que se sometió a un examen médico habitual.
Y aunque descartó que el triunfo arrollador del 5 de julio la llevara a la tertulia, ayer convocó a un grupo de reporteros a sus oficinas en la sede nacional del PRI, donde admitió que si bien se sometió a una revisión cardiaca, «nunca sufrí un infarto», como se comentó en el ambiente de la política.
Tras justificar el motivo de su ausencia de la vida política por más de siete días, Paredes Rangel fue cuestionada de inmediato sobre si ya tenía una decisión de permanecer al frente del PRI o ser la próxima coordinadora de los diputados federales priistas.
La política tlaxcalteca nuevamente dejó la incógnita. Lo único que adelantó fue que el próximo fin de semana se conformarán grupos especiales de trabajo en el Revolucionario Institucional, que se encargarán de valorar cuál es el lugar idóneo de Beatriz Paredes.
Ella misma dio inicio a la conferencia de prensa, leyó un comunicado de tres cuartillas en que agradeció la preocupación de compañeros de partido y amigos, quienes conocieron a través de los medios de comunicación que ella tenía algunas complicaciones de salud.
Desmintió que tuviera problemas graves de salud, que en un futuro le impidieran desarrollar su trabajo al frente de la dirigencia del partido.
Incluso, al ser cuestionada si era una estrategia para que no llegara a disputar la coordinación de la próxima bancada del PRI en la LXI Legislatura, Paredes respondió que ésas eran especulaciones que no respondería porque se trataba de «chismeríos».
Respecto a su ingreso al hospital la semana pasada, precisó que tenía programado un chequeo general que se realiza periódicamente, y precisó que al hacer una prueba de esfuerzo se consideró conveniente hacer una revisión cardiaca.
Manifestó que jamás consideró que una revisión médica, asunto que bajo su óptica es estrictamente personal, tuviera la menor importancia noticiosa, ya que ni sus más cercanos colaboradores se enteran de lo que realiza fuera del ámbito profesional.
Por ello destacó que el área de comunicación del CEN del PRI no informó al respecto, y que no tuvo ningún infarto ni nada de riesgo.
Acerca de su futuro, Paredes Rangel insistió en que analizará dónde puede ser más útil, si en la dirigencia del partido o coordinando a los diputados del PRI.
«Lo estamos valorando. Primero llegaré a una conclusión personal y luego haré una serie de consultas al interior del Comité Nacional y de nuestras organizaciones.»

Dos cargos
Sin embargo no descartó que pueda ocupar los dos cargos al mismo tiempo, como lo han hecho otros miembros del partido: «el senador (Jesús) Murillo Karam es secretario general y senador, es perfectamente factible; la licenciada Dulce María Sauri Riancho, quien era senadora y presidenta del PRI, no es nada extraordinario, nada excepcional».
Empero, Jesús Murillo Karam no es jefe de la bancada en el Senado, y cuando la entonces secretaria general del PRI, Elba Esther Gordillo, pidió para ella la coordinación de la bancada priista en San Lázaro, el mexiquense Emilio Chuayffet le declaró la guerra hasta que la expulsó de sus oficinas en la Cámara de Diputados.
La otra fórmula es que Paredes continúe como dirigente nacional del PRI y se desempeñe al mismo tiempo como diputada federal, incluso como encargada de una de las comisiones de trabajo legislativas.

(Manuel Velázquez / EL FINANCIERO)

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