Di no a la violencia contra la mujer

Di no
La violencia no siempre es visible. (Ella tiene tres costillas rotas, ha perdido dos dientes y le han quemado su pierna con cinco cigarrillos.)

En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, vale la pena compartir información sobre las señales que indican  formas tempranas o encubiertas de maltrato. Puede ser muy valiosa.

No pretenden ser excluyentes y pueden no estar presentes en todos los casos de maltrato, pero cuando más señales estén presentes, mayor debe ser el índice de alarma.

1. Utiliza los privilegios masculinos para tomar el mando de la relación. Relega a la mujer a un papel secundario en la relación, anula o no le da peso a sus opiniones y toma las decisiones sin consultar. La trata como a una sirvienta y exige más o menos indirectamente que asuma las tareas y aspectos del rol femenino tradicional. Cree que tiene pleno derecho a estar al mando y a  exigir los privilegios asociados a su condición de hombre.

2. Desvaloriza, humilla o ridiculiza a la pareja. Trata a su pareja como si fuera una niña, no valora lo que hace o consigue, la ignora, la compara de forma negativa con otras personas, se burla o la humilla en público, la critica, la hace sentirse estúpida, inútil o inadecuada.

3. Se comporta de manera dominante y controladora con su pareja. Controla su tiempo, sus actividades habituales, su forma de vestir, de realizar las cosas o de pensar. Le exige explicaciones por cualquier cosa que haga o por lo que no se realice como él desea. No tolera que se le rechace o abandone. La ha vigilado, seguido o acosado. Sospecha que ella le traiciona o le es infiel.

4. Procura aislar progresivamente a la mujer. Critica a sus amistades, no quiere o le molesta que salga con amigas, evita que pase mucho tiempo con su familia, intenta hacer creer a la mujer que los demás están en su contra y no son buenos para su relación, no quiere salir con su pareja o limita el círculo de conocidos sólo a sus propias amistades.

5. Asume el control del dinero y dificulta la autonomía de su pareja. No quiere que su pareja estudie o trabaje. Si la mujer trabaja, le quita el dinero que gana, se lo controla y lo  administra. Gasta lo que quiere sin dar explicaciones y le pide explicaciones a la mujer por su uso.

6. Intimida y amenaza a su pareja para dejar claro quién tiene el poder. Infunde miedo usando miradas, acciones, gestos de enfado, gritos, insultos, empujones, golpes en la mesa, rompe objetos, amenaza con represalias sobre ella o su familia si la mujer cuestiona de algún modo su autoridad.

7. No reconoce sus actos de abuso, los niega, les quita importancia o culpa de ellos a la mujer por provocarlos con su conducta inadecuada (mala esposa, mala madre o ama de casa) o por ponerle nervioso (llevarle la contraria o transgredir algunas de sus normas). Atribuye la causa de su comportamiento a los celos, haciendo ver a la mujer que es porque la quiere o a una pérdida de control momentánea (debido al alcohol, las drogas o el estrés).

8. Tiene antecedentes de comportamientos o actitudes agresivas, problemas con la autoridad o agresividad con otros. Ha maltratado ya sea física o psicológicamente a otras mujeres en su entorno familiar o de pareja.

(Tomado de Guía Sobre la Violencia contra la Mujer, CAM Pro Mujer, Programa de Igualdad. España)

Perla Oropeza

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