Las opciones de Banxico para estabilizar al peso; apenas una aspirina, las inyecciones de 400 millones de dólares

Antonio Sandoval, especialista financiero, para El Rincón del Chamán.

En un escenario como el que enfrenta el peso en las primeras semanas del año, es claro que los mercados llevan al tipo de cambio a donde quieren y que las inyecciones casi diarias de 400 millones de dólares por parte del Banco de México (Banxico) no son ni siquiera una «aspirina».

Sin embargo, en algún momento el banco central mexicano deberá intervenir con mayor decisión en caso de que se prolongue y sobre todo profundice la caída del peso frente al dólar.

Banxico lo ha señalado en incontables ocasiones, el elemento fundamental para decidir algún movimiento en su actual postura es el desempeño de la inflación.

Ese primer elemento vale la pena analizarlo brevemente.

Inflación, sube pero no tanto, sin embargo…

Al cierre del año pasado la tasa anual de inflación se colocó en 2.13 por ciento, nivel mínimo histórico, ya en el piso de la meta oficial que era de 3 por ciento más/menos un punto porcentual. Es decir, la escalada del dólar hasta el cierre de diciembre del año pasado no tenía consecuencias en la tendencia general de precios.

Para el primer mes del año la tasa anual se elevó a 2.61 por ciento, ciertamente superior al cierre de diciembre pero todavía en los rangos bajos del banco central mexicano, que repetimos es de 3 por ciento más/menos un punto porcentual.

Si somos estrictos, un aumento de la inflación a los niveles de enero no debería preocuparnos, tampoco al inquilino del edificio ubicado en la calle de 5 de mayo y eje central, en la ciudad de México.

Sin embargo, algunos analistas estiman que la tasa de inflación al productor para enero, sin considerar productos petroleros, se ubica ya ligeramente arriba de 3 por ciento; es decir, sí existen evidencias en ese sentido de que la depreciación del peso empieza a contaminar a la inflación.

Historia-del-Banco-de-Mexico

Es posible que Banxico espere a tener más evidencias, de cualquier manera el tipo de cambio ya está en niveles muy altos, de casi 20 pesos, y lo más inteligente será no enfrentar frontalmente a ese «monstruo» llamado mercado, sería una batalla perdida. En este escenario Banxico tiene las siguientes opciones para tratar de estabilizar al peso y disminuir los efectos perniciosos de su caída en la tendencia general de precios del país, son pocas y son las siguientes:

Las recetas

1) Aumentar el monto de su esquema de venta de dólares: algo que supone un riesgo importante porque ya hemos observado que el tamaño del mercado es muy grande y necesitaría de montos mucho más altos que 400 millones de dólares diarios para revertir la caída del peso. Algunos cálculos señalan que un monto respetable sería de alrededor de mil millones de dólares diarios, una cifra que seguramente Banxico no va a arriesgar.

2) Modificar su esquema: Hemos observado que el esquema actual tiene muchas limitantes, empezando por el monto. Sin embargo, siempre será mejor hacer algo que no hacer nada.

En este sentido sería complicado diseñar un nuevo mecanismo que pudiera contrarrestar la caída del peso, sobre todo si no va acompañado de un aumento en el monto a subastar entre los participantes. El éxito de una medida en este sentido no sería la medida por sí misma, sino los mecanismos de los que venga acompañada, por lo tanto en las condiciones actuales no es algo viable o con grandes probabilidades de lograr el objetivo deseado.

3) Empezar a «jugar» con las tasas de interés: En estos momentos parece ser la medida más viable, aunque seguramente la última que estará sobre la mesa debido a los efectos que tendría sobre las ya de por sí raquíticas expectativas de crecimiento para el presente año.

Un elemento de apoyo sería la posibilidad de que la Fed de Estados Unidos decida no subir sus tasas de fondos federales al menos en marzo, y probablemente en el primer semestre del año, ante el contexto de volatilidad financiera global. La esencia del aumento en las tasas de interés gira en torno al atractivo que se genera para las inversiones en la divisa de la economía que sube sus tasas. Un factor en contra es el origen de las turbulencias, que debemos reconocer, tienen un elevado componente externo.

De cualquier manera, es poco probable que Banxico haga algo antes de marzo, a menos que se desboque la especulación contra el peso y veamos un dólar arriba de 20 unidades pero sobre todo con mucha fuerza, para lo cual ya no falta mucho.

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *