Conspiración en el Palacio del Ayuntamiento

Manuel Ávalos, politólogo, para El Rincón del Chamán.

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La cercanía de los tiempos fatales del proceso de sucesión de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México ha generado un fuerte golpeteo entre los miembros del gabinete del doctor Miguel Ángel Mancera, que ya provocó las primeras víctimas disfrazadas de cambios naturales y reajustes en la administración pública en la víspera del IV Informe de labores.

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Las intrigas palaciegas y la “grilla” generada en la oficina del ex secretario de Gobierno y actual titular de Movilidad, Héctor Serrano y de la Secretaría Particular del Jefe de Gobierno, reventaron al “güero” Javier González Garza como Jefe de la Oficina del Jefe de Gobierno y a Juan José García Ochoa de la Subsecretaria de Gobierno, operador político eficiente y discreto, cuya institucionalidad y lealtad fueron suficientes garantías para ser un funcionario transexenal de los gobiernos de Marcelo Ebrard y los casi cuatro años de la administración de Miguel Mancera.

Versiones de varios miembros del gobierno de la CDMX y de legisladores de la bancada del PRD en la ALDF, aseguran que en el seno del gobierno capitalino, principalmente en la “burbuja” que rodea al Jefe de Gobierno, se está cerrando para posicionar a uno de ellos como posible candidato para el 2018 y evitar que un candidato externo o ajeno a esa facción tenga posibilidades de crecer políticamente y aspirar a competir por la candidatura perredista.

Las andanadas para cerrarle el paso al secretario de Desarrollo Económico, Salomón Chertorivski, son cada vez más constantes, acusándolo de ser un miembro de la derecha y por tanto enemigo del proyecto de izquierda, forman parte constante de los contenidos de editoriales y columnas políticas.

Los encomenderos de la facción política que rodea al jefe de Gobierno utilizan los recursos oficiales de comunicación para desplegar estas campañas de denostación de la imagen pública de algunos miembros del gabinete.

Los argumentos utilizados para ese propósito han sido verdaderamente triviales y bajunos, como los expuestos para justificar la salida del Subsecretario de Gobierno, García Ochoa, a quien le endosaron una supuesta “traición” al gobierno de Mancera para apoyar a Morena y a su “ineficacia” para manejar las marchas de protesta de la CNTE de rechazo a la reforma educativa, son simplemente ridículos y falaces.

La capacidad de movilización y organización política de la CNTE, sus nexos con organizaciones sociales y políticas antisistémicas y de intelectuales críticos, tienen en jaque no solo al gobierno federal y los funcionarios responsables de la negociación con el magisterio disidente, sino a la propia reforma que naufraga en aguas turbulentas.

Pero la burocracia conspiradora del Palacio del Ayuntamiento de la Ciudad de México ha decidido aventurarse a atacar a uno de los programas estrellas del jefe de Gobierno que le ha generado un enorme reconocimiento nacional e internacional por su impacto en la salud de la población más pobre que no cuenta con seguridad social, como es el programa “Médico en tu casa”, que opera la secretaria de Salud que encabeza el doctor Armando Ahued.

El éxito de este programa que apenas tiene un presupuesto de 210 millones para el ejercicio 2016, ha generado enormes celos en el gabinete de Miguel Mancera, que algunos de sus miembros han “sembrado” en algunos medios la versión de que dicho programa no ha dado los resultados deseados en la delegación Iztapalapa, la demarcación más grande de la CDMX.

Conformada por 1052 colonias, con una población de más de 1 millón 800 mil habitantes, de los cuales el 30 por ciento se dedica al comercio y carente de seguridad social, el programa Médico en tu casa significa una “aspirina” y con un impacto evidentemente muy limitado en el caso de Iztapalapa, aunque se aplicara los 210 millones de presupuesto total del programa en dicha demarcación.

La Asamblea Legislativa del Distrito Federal ha adelantado que un programa tan noble socialmente será fortalecido con mayores recursos para lograr mayor impacto en los sectores más pobres de la CDMX.

Seguramente la “burocracia oficiosa” seguirá utilizando los recursos públicos para seguir conspirando contra supuestos “adversarios políticos”, aunque de por medio ataquen a los programas sociales que los han mantenido en el poder por más de 18 años, pero que en el caso de la salud es el brazo humanista de todo gobierno y Miguel Mancera lo tiene claro.

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