La pesadilla

Manuel Ávalos, analista político, para El Rincón del Chamán.

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Hace algunas semanas decíamos en este espacio que, quizá como nunca en la historia política mexicana, el proceso de sucesión presidencial del 2018, estaría definido por un entorno internacional sumamente complejo, además de la intervención de una serie de factores internos como son la delincuencia, los problemas migratorios, una economía que no despega y un sistema político que requiere de una profunda reforma que ofrezca mayores garantías para la gobernabilidad democrática y la estabilidad social.

No obstante,  no vislumbramos que  el proceso de sucesión presidencial  de nuestro principal socio comercial, los Estados Unidos de América, fuera a trasladarse al territorio nacional y mucho menos sus campañas electorales, como sucedió con la intempestiva invitación del gobierno de EPN y la visita del candidato republicano, Donald Trump, que ha metido al gobierno de la República en una crisis que amenaza con convertirse en una pesadilla, pues la candidata demócrata, Hillary Clinton, anunció su desinterés de visitar México y seguir su campaña por la Casa Blanca exclusivamente en el territorio estadounidense.

donald

Más allá del cuestionamiento legítimo  que ha surgido entre la comunidad de origen mexicano en EU, quien resultaría la verdaderamente agraviada,  de un  universo de grupos y líderes de opinión nacionales, algunos de ellos, de manera manifiesta abiertamente proclives al pensamiento pro yanqui y ahora envueltos en un nacionalismo ramplón y de dientes para fuera, la decisión del gobierno mexicano de inmiscuirse en los asuntos políticos  internos de nuestros vecinos se convirtió en una nueva crisis del gobierno de EPN.

El debate surgido entre los críticos de la visita a México del candidato republicano por su postura antiinmigrante y  su permanente propaganda  antimexicana, ha generado una animadversión casi generalizada del  presidente Peña, pues consideran a éste como un «traidor a la patria»  por correr la invitación al los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos para visitar el país.

La nueva crisis de imagen del gobierno de EPN por esa decisión, ha generado también un golpeteo subterráneo, principalmente en el PRI, pues ha desatado una batalla entre los miembros del gabinete presidencial por una supuesta marginación de la titular de la SRE, Claudia Ruiz Massieu, y la injerencia del titular de la SHCP,  Luis Videgaray, en la operación y logística de la visita de Trump. Olvidan que constitucionalmente el Presidente de la República es quien define la política exterior, la canciller es la encargada de ese despacho y el Senado es su coadyuvante.

Es decir, la decisión y definición de la invitación a los candidatos a la Casa Blanca para visitar el país es una decisión del Presidente de la República. Lo demás es «grilla»  de algunos miembros del gabinete, de las facciones del PRI para golpear a sus adversarios y promover a sus aspirantes y de los opositores que no pierden oportunidad de encarecer sus votos en la aprobación del próximo presupuesto que enviará el titular de la SHCP y el malvado de este episodio.

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