Gobierno gasta mucho y mal

Antonio Sandoval, analista financiero, para El Rincón del Chamán.

Inversión pública en 2016, la más baja desde 1939.

No obstante que la recaudación se ha disparado hasta 13% del PIB en la presente administración; estamos ante el mayor gasto del gobierno en la historia, pero es corriente.

Entre 2012 y 2015 la recaudación tributaria no petrolera del gobierno federal pasó de 8.4 a 13 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), según cifras y palabras recientes del hoy ex secretario de Hacienda, Luis Videgaray, se trata del incremento más importante generado por alguna administración en los últimos 25 años.

El aumento tan pronunciado de la recaudación no petrolera compensó los menores ingresos por concepto de venta de petróleo, ante la caída de los precios del hidrocarburo. Según cifras del titular de las finanzas públicas, en 2012 los ingresos petroleros significaban 30 por ciento de los flujos monetarios públicos, mientras que para 2015 representaron solamente 18 por ciento.

Este incremento de la recaudación no petrolera, puso a disposición del gobierno recursos frescos no visto en muchas décadas, mismos que debieron aplicarse a la detonación de la dinámica económica mediante el gasto de inversión en obra pública, pero no fue así.

Según expertos del Observatorio Económico, México ¿cómo vamos?, desde el año 1939 la inversión pública en México no había sido tan baja. Los recursos extraordinarios que obtuvo el gobierno en estos años, fueron aplicados en gran medida a consumo de gobierno y no en obra pública, esto significa que en México los administradores de la riqueza del país gastan mal, a pesar de que tuvieron recursos extraordinarios.

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Destrucción de valor

Lo anterior se puede decir de otra manera: el gobierno federal está destruyendo valor en términos netos en la economía, más que creándolo. Eso obedece a que el grueso de la inversión pública se va al sector no petrolero, uno de los más castigados en los años recientes; es decir, se asigna a un barril sin fondo.

De esta manera, a pesar de que la inversión pública creció en el primer semestre del año a un ritmo de 23 por ciento, en realidad se trata de una tasa similar a la registrada en el mismo periodo de 2011, y después de que un año antes había caído a poco más de 20 por ciento; estamos ante una media de 21.4 por ciento en los últimos 7 años, totalmente insuficiente para reactivar el crecimiento en forma sostenida.

Así, el valor agregado que aporta el sector público a la economía está claramente a la baja, los indicadores más recientes, del año 2014, hablan de una lectura de 18.26 por ciento como porcentaje del PIB, contra 18.63 por ciento de un año antes y hasta 20.13 por ciento en 2008, registros que de cualquier manera son bajos. Incluso la tasa registrada en 2014 es la menor en 10 años.

Una tendencia similar se registra en el valor agregado generado por el gobierno central así como los gobiernos estatales y municipales, la seguridad social y las empresas públicas; la dinámica del “mal gasto” es generalizada.

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Empresas públicas, públicas energéticas y sector público, le cuestan al país

¿Qué pasa entonces con el valor agregado de las empresas públicas energéticas?, hacia donde se dirige una parte importante del gasto corriente del gobierno; las cifras del observatorio señalan que dichas entidades llevan nada más y nada menos que 8 años con tasa de variación anual real negativa; en otras palabras, éstas empresas le cuestan al país, más que generarle valor

El sector público está en la misma situación, aunque no ha entrado en un bache tan fuerte pero sí con crecimientos mediocres: para el año 2014 su tasa real anual negativa fue de 1.6 por ciento, desde un previo de 0 por ciento en 2013 y de apenas 1.0 por ciento en 2012; en una década su variación positiva más importante fue de 2.6 por ciento registrada en el año 2006.

Las empresas públicas cantan la misma tonada: en 2014 su tasa real anual negativa fue de 2.4 por ciento. El sector público en general destruye valor para México, pese al notable incremento recaudatorio.

Para los expertos del Observatorio, como Francisco Lelo de Larrea y Manuel Molano, en México siguen faltando reformas estructurales, varias de las cuáles incluso serían más relevantes que la energética, especialmente la reforma estructural al gasto público, para que el gobierno se obligue a gastar eficientemente y genere valor al país, más que destruirlo.

PIB de 8.5 % en próximos meses para alcanzar meta gubernamental

En parte por el gasto corriente que no genera valor, más el entorno global y otros factores, las metas de crecimiento económico en México están totalmente trastocadas. Se requiere de un auténtico milagro para llegar a la promesa gubernamental de crecer a tasas de 4.5 por ciento, tal como se prometió en campaña que lo haríamos a éstas alturas de la administración.

Manuel Molano hizo una proyección y señaló que para crecer a 4.5 por ciento anual se requieren tasas de 8.5 por ciento para los meses que restan del año, algo verdaderamente imposible. Todo lo anterior, a pesar de que también tenemos el gasto público más alto de la historia, que no la inversión, desafortunadamente mal orientado, concluyeron.

Contacto: www.sieforeretiro.com.mx

Fotos: El Rincón del Chamán y Quadratín

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