La batalla blanquiazul

Manuel Ávalos, analista político, para El Rincón del Chamán.

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Más allá de la cuestionable participación activa de los ex presidentes de la República en la vida política nacional, cuando todos lo han hecho y lo siguen haciendo a su manera, sin duda, la aparición de los Calderón en las campañas regionales de los comicios del pasado mes de junio sorprendió a las dirigencias de los partidos nacionales, pero sobre todo a la dirigencia de su propio partido que encabeza Ricardo Anaya. Fue una participación que generó en su momento muchas suspicacias e hipótesis dentro y fuera del panismo.

zavaala - calderon

El hecho es que de buenas a primeras el ex presidente Calderón y su pareja, Margarita Zavala, iniciaron la batalla por minarle el liderazgo mediático a Anaya que justificó entonces ante los medios de comunicación lo valioso y positivo para el PAN el apoyo de los Calderón a las campañas de su partido, que han sido las más exitosas a nivel regional con el triunfo de siete de doce gubernaturas disputadas, que lo catapultó de inmediato en el camino de la recuperación de la Presidencia de la República en el 2018.

El control del partido y del liderazgo del grupo parlamentario del Congreso de la Unión, y con ello el aparato mediático para promocionar la próxima candidatura presidencial, arribó a la escena pública y sin rubor alguno en la filas de las facciones panistas, que algunos están sorprendidos por el protagonismo del ex presidente Calderón y Margarita Zavala, que sin duda, harán los que sea necesario para meterse en la lucha por la candidatura presidencial de su partido, y si no fuera posible desde otra trinchera, como ya lo han advertido.

Este episodio es la segunda parte de la batalla de lo que parece ser hoy una de las más encarnizadas disputas por el control del partido y de su próxima candidatura presidencial, que podría traer altos costos para el panismo y con ello sus posibilidades de regresar a Los Pinos, sino es procesada dentro de los canales institucionales del partido.

Hasta ahora, la respuesta de la dirigencia nacional del PAN ha sido discreta y mesurada frente a la rudeza del ex presidente Calderón, que ha acusado al joven dirigente nacional de ser un “factor de división en el PAN”, que confirma que la disputa por la próxima candidatura presidencial no será una amable discusión entre hermanas de la caridad, eso lo ha demostrado reiteradamente el blanquiazul a lo largo de su historia.

Foto: Quadratín (cortesía).

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