Ruffo y Narro, entran de colados en 2018

A las bodas, bautizos, XV años y hasta en los velorios no faltan “los colados”, a los que Chava Flores definiría como “los gorrones”, y ni que decir que también se hacen notar cuando se trata de las campañas electorales, principalmente las presidenciables.

Y aunque la lista de todos los tiradores y suspirantes, como diría Melita Peláez (Mela para sus detractores), es muy larga, dos personajes de la vida política que se habían mantenido más bien en low profile (como decimos en la colonia Portales), de pronto saltaron a la arena de los que también quieren jugar, aunque nada más sea para presumirlo con los nietos.

Se trata del senador Ernesto Ruffo Appel, mejor conocido como el primer gobernador del PAN en la historia moderna del país (en 1989) y también del muy apreciado puma de corazón y hoy secretario de Salud, José Narro Robles.

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¿Qué los hace presidenciables? Los expertos en puntos de vista no encuentran ninguna explicación lógica, pero eso sí les sorprende que en el caso de Ruffo no exista una declaración abierta y formal sobre sus intenciones pero anda haciendo ruido en las redes sociales.

A ver si es chicle y pega

A lo mejor estábamos distraídos pero la noticia de que Ruffo estaba incluido entre los suspirantes presidenciales del PAN la conocimos en un boletín atribuido al grupo de 18 militantes albiazules notables (identificados con Felipe Calderón) que le reclamaron a Ricardo Anaya piso parejo. Entre líneas el comunicado dio a Ruffo como cuarto aspirante a la candidatura panista.

Por lo que percibieron los expertos en puntos del vista del Chamanic Center, Ruffo se metió con calzador al grupito de Ricardo Anaya, Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle. Hay que decir que algo ocurrió con el gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez Márquez que hace unos meses estaba apuntado y de pronto desapareció de entre los tiradores del PAN. Dicen que fue resultado del fuego amigo ¿qué no?

Ruffo no ha declarado de manera abierta que quiere jugar pero ya anda promocionado en redes. Sus seguidores aseguran que como en 1989 la “ruffomanía” ha comenzado a sentirse en el país. Pero vamos por partes. En Facebook existen dos páginas enfocadas a esa campaña; una como Ruffo Manía con un poco más de mil seguidores y otra Fan page Ruffo 2018 con apenas 2 mil 435 likes.

Para variar a Ruffo se le ve haciendo política en un “riel paralelo”, en un grupo que no simpatiza con su dirigente Ricardo Anaya, entre ellos están Ernesto Cordero, Roberto Gil Zuarth, Gustavo Madero, Alberto Cárdenas (el ex caballo negro) y Santiago Creel, entre otros. ¿Se acuerdan del grupo Panistas por México?

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En el caso de José Narro, aunque su incorporación en febrero al gabinete peñista lo hizo entrar en el terreno donde todo es posible, hasta convertirse en candidato presidencial, pues nada más no había pintado hasta que mágicamente comenzaron a darle juego.

Dicen los chinchorreros que la inclusión de Narro obedece a que muchas de las cartas del PRI comenzaron a perder brillo, como las de Aurelio Nuño y José Calzada Rovirosa y eso debe preocuparle mucho a you know who. Miguel Ángel Osorio Chong se mantiene como el prospecto más fuerte, mientras que a Eruviel Ávila le cuesta trabajo estar en los primeros sitios y su prueba de fuego está a la vuelta de la esquina con las elecciones mexiquenses.

Cómo estarán las cosas que entre las encuestadoras conocidas ni Ruffo ni Narro figuran, ni por equivocación. En cambio se mantiene en primer plano Manlio Fabio Beltrones y por allá en los últimos lugares pero arriba de Aurelio Nuño el ex candidato Gabriel Quadri. Pero de los colados ni sus luces. Curioso, ¿no? 

Lavaderus est

1.- La PGR va a repartir sillas para que esperen sentados a que reaparezca Javier Duarte.

2.- La SCJN decidió no atraer el tema de los amparos de Elba Esther Gordillo. Otra navidad en prisión.

3.- Que Bob Dylan avisó que no podrá ir a Suecia a recibir el Nobel de Literatura, porque tiene cosas más importantes que hacer.

4.- Frase lapidaria del nuevo siglo.

–Como diría Nuño. Ler no ler, ese es el dilema.

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