Slim y la Agaromba, ¿remedios anti Trump?

La era Trump ya nos alcanzó y sin exagerar parece que apenas les está cayendo el veinte a los responsables de este lado de la frontera.

Ojalá y el optimismo sirviera de cura mágica para todos nuestras preocupaciones, pero la administración Trump puede ser una de las más nebulosas que enfrentemos los mexicanos y el mundo en los próximos cuatro años.

Tenemos que reconocer que los efectos provocados por el resurgimiento de los sentimientos discriminatorios, ya comenzamos a padecerlos y si no que le pregunten a los seleccionados de futbol.

Y aunque Melita Peláez (Mela para sus detractores) pudiera parecer tremendista, la verdad es que no se aprecia contundencia en las posiciones de México ante las medidas unilaterales que se esperan del nuevo gobierno de los Estados Unidos. Más bien se ven tibias.

Desafortunadamente sigue la percepción de que el primer círculo espera que todo sea un mal sueño y que las amenazas de Trump se diluyan. Entre paréntesis, apenas se estableció un plan de 11 acciones de la cancillería y un spot ante las amenazas de deportaciones masivas. ¿Están preparadas las entidades fronterizas para recibir a tantos deportados? Es pregunta.

Y eso no es todo. En lo económico existen serias preocupaciones sobre el impacto negativo que generarán las medidas proteccionistas del gobierno de Trump sobre importantes corporativos mexicanos vinculados estrechamente a EU, como advierten los analistas.

La suerte del TLC y el TPP afectará a muchas empresas, incluidas automotrices como Ford, empero hay disposición de estas industrias a resistir los embates trumpistas y no irse de México.

Pero en lo político estos escenarios obligarán a los partidos en México a rediseñar sus propias estrategias de campaña y elegir con mucha seriedad a sus candidatos para responder a lo que esperan los electores mexicanos, la defensa de la soberanía nacional y el replanteamiento de las relaciones bilaterales donde no salga perdiendo nuestro país.

Todo esto hace pensar que nadie se ha tomado la molestia de revisar en los anaqueles del museo de la historia si queda algo del nacionalismo revolucionario. Parece que ya quedó en el olvido.

Un clavo saca otro clavo

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El terror que ha generado el arranque del gobierno de Trump, alimenta la incertidumbre y permite que aparezcan como posibles los escenarios más insólitos.

En redes sociales, por ejemplo, circulan versiones de que un antídoto casero anti Trump sería la eventual candidatura presidencial del empresario mexicano Carlos Slim –importante accionista de The New York Times y que tantos dolores de cabeza le ha dado al presidente electo republicano-. ¿De ese tamaño son nuestro temores?

Lo cierto es que un elemento clave en la competencia por el voto de 2018 será la posición de los candidatos frente a las acciones de Trump y su muro. Ya no se trata únicamente de ganarle al PRI o derrotar a AMLO.

En el PRI seguramente se desempolvará el discurso del nacionalismo revolucionario que usó todavía José López Portillo contra el intervencionismo.

Los panistas tendrán que cambiar su objetivo para enfocarse al segmento que Josefina Vázquez Mota ha cultivado, el de las organizaciones de migrantes, aunque la acusan de beneficiarse económicamente de éstas.

Hasta ahora Miguel Ángel Mancera no ha dado color en cuanto a posiciones políticas a nivel nacional, a menos que organice algunos conciertos en el Zócalo con el grupo Molotov y haga de Frijolero su bandera de campaña.

Y si no resulta, aquí va una receta infalible para enfrentar al estado de nerviosismo y estrés que provocan las ocurrencias de Trump, remedio que nos dieron unos amigos argentinos, hinchas del Boca Junior.

Tomáte una Agaromba, dice nuestro interlocutor seguidor de Maradona, Messi, don Francisco y el Ché.

La Agaromba, es un remedio muy popular que sirve para recuperar la paciencia, es antídoto contra la distorsión de valores, la fobia social, la ausencia de éxitos, la pérdida de memoria, el descenso competitivo, etcétera.

Tomáte una Agaromba y todo te chupa un huevo”. La interpretación es libre.

La realidad es que no podemos pedirle al Chapulín Colorado que nos defienda, entonces parece que lo único que nos queda es tomarnos una Agaromba y listo. O pensar en Slim, por si las dudas.

Columnómetro de Aquiles Baeza

1.- Pueden esperar sentados.

Mientras sigue la paciente espera de que Javier Duarte reaparezca en la escena nacional, en diez días Miguel Ángel Yunes rendirá protesta para asumir la mini gubernatura de dos años.

2.- Las acusaciones contra el ex gobernador Roberto Borge van en la ruta de la barandilla judicial. Por cierto, sigue siendo un misterio aquel tuit que escribió el 27 de octubre, en el que se lee: “Isaias 14:12, Ezequiel 28: 14-15, Apocalipsis 12:7, Lucas 10:18, Daniel 11:36 ¡Buen domingo!”.

3.- Como tributo a nuestro amigo el periodista Ángel Viveros (qepd) y a su columna Cartelera Política.

–¿Cómo se dice ahí viene el coco en lenguaje globalizador?

–Trump is coming!

4.- “Tromp ya no es huracán categoría 5”, dijo Carstens. Lo bueno es que no lo etiquetó com otro catarrito, ya saben como nos fue entonces.

5.- Los dirigentes de los partidos siguen haciéndose como que las virgen les habla cuando se trata de hacer frente a sus obligaciones fiscales. Y luego critican la opacidad y la falta de transparencia.

6.- Lo dicho. El nacionalismo revolucionario fue sustituido por El Buen Fin.

Foto: Quadratín/Archivo (Cortesía).

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