Cinco amargas lecciones que nos dejaron las campañas

¿Qué tal le fue de votaciones? ¿Ganó el candidato por el que usted votó? ¿Está satisfech@ con los resultados de la jornada electoral?

Estás son algunas de las muchas preguntas que flotan en el ambiente –como dijera el poeta- después de la estrepitosa jornada electoral del 4 de junio, que apenas es un tímido episodio de lo que será la mega elección del 2018.

Y mientras se acomodan las agitadas aguas de nuestra democracia, es decir, mientras los abogados electorales dan la última palabra y en el INE se despachan con sendas multas por todos aquellos candidatos que no rindieron su declaración de gastos en tiempo y forma, los expertos en puntos de vista de El Rincón del Chamán identificaron al menos cinco amargas lecciones que nos dejaron las campañas.

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1.- El dinero negro en las campañas.

El escándalo de escándalos fue el que protagonizó la diputada veracruzana Eva Cadena quien saltó a la fama pública cuando se divulgaron videos donde recibe dinero con gorgojo, bolsita incluida, de una fuente anónima para su partido.

El hecho fue patético, lo mismo que las reacciones de los involucrados ante lo evidente. No nos extrañó este bochornoso episodio pues el referente lo tenemos con el tristemente célebre señor de las ligas.

Esta vez le tocó a Morena, pero si los implicados hubieran sido del PRI, PAN o PRD todavía estaríamos en la cresta de los escándalos de corrupción, en las mulas del compadre.

Ésta es la hebra de la madeja del dinero negro que llega a los partidos, candidatos y campañas para financiarlos y que a todas luces es ilegal, y nadie lo reporta. ¿De cuánto dinero hablamos?, no lo sabemos.

Este tipo de prácticas no deben pasar de noche para las autoridades pues aunque las aportaciones privadas a partidos y campañas sí están reguladas, lo peligroso es que dinero proveniente de actividades del crimen organizado se use para cooptar sin que lo sepamos a representantes populares. El tema no es menor y debería preocuparnos más allá de quienes se dedican a lavarse la cara y decir, yo no fui.

Se trata de un fenómeno del que ya nadie puede seguir haciéndose de la vista gorda. Ni argumentar que les tendieron un cuatro y cayeron ingenuamente. “Eso lo hacen todos los partidos”, reconoció Eva Cadena quien fue descubierta –como dijo @JoseCardenas1 – comiéndose la manzana podrida.

2.- La danza de los millones.

Las elecciones del 4 de junio y las que ya se perfilan para 2018 muestran fehacientemente un problema al que los políticos no le quieren entrar, la democracia en México es de las más caras del mundo y existe por una razón de fondo, la desconfianza.

Vale la pena traer a cuenta las cifras que Integralia dio a conocer apenas en marzo de este año. Las elecciones en el Estado de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz tuvieron un costo presupuestario de 4 mil 028 millones de pesos.

Tan sólo los partidos y candidatos mexiquenses dispusieron de 826 millones para sus actividades ordinarias y las campañas para la obtención del voto. Eso sin contar con el dinero negro y con gorgojo.

En 2017 la democracia mexicana nos está costando 29 mil 525 millones de pesos –antes de los recortes- que incluye los gastos del INE, del Tribunal Electoral federal, de la Fepade, así como todos los OPLES o institutos estatales, con o sin elecciones. Lo que no incluye esta cifra son las aportaciones privadas ni el financiamiento ilegal. Así es que imagínese.

Para 2018 esta cifra aumentará significativamente porque incluye elecciones para gobernador en al menos una decena de estados, así como votaciones en ayuntamientos y diputaciones locales. A esto súmele la renovación del Congreso de la Unión, la elección del Presidente de la República, y las nuevas elecciones en la CDMX. La danza de los millones nadie la para.

3.- La crisis de las encuestas.

¿Hoy quién cree en las encuestas? Seguramente que muy pocos.

Pero hay que decirlo con todas sus letras, son los dirigentes de los partidos y sus candidatos los que se han encargado de darle la puntilla al trabajo serio de las encuestadoras, pues sus resultados son utilizados como propaganda para construir falsas expectativas de triunfo y crear escenarios a modo.

En las últimas elecciones locales y federales las encuestadoras han fallado en sus mediciones, y esto se debe en buena parte a que los entrevistados no dan respuestas veraces pues desconfían hasta de los encuestadores

Esto sin contar que las encuestadoras están compitiendo con sondeos vía redes sociales sin rigor metodológico, pero que sus resultados son considerados la neta del planeta y sirven para descalificar los resultados de las empresas dedicadas profesionalmente al sondeo político o comercial.

4.- Los candidatos de relleno.

Los candidatos que declinan de facto, así como los que se declaran independientes pero que gastan mas que los competidores formales, refuerzan el sospechosismo.

Los dos casos más sonados. Uno es el de Oscar González del PT que de un día para otro declinó a favor de la candidata de Morena. El PT es de los institutos que mantienen vigente la práctica de los partidos satélite, son beneficiarios de dinero del presupuesto aunque siempre están en riesgo de perder su registro.

Otro caso que se puede inscribir en la tragicomedia mexicana –que nos recuerda la obra de José Agustín- es el del controvertido Hilario Ramírez, mejor conocido como Layín, quien ha destacado como uno de los candidatos que ha gastado más en la campaña. Y eso que roba poquito.

En dos meses Layín había gastado poco más de 10 millones de pesos, mientras que el candidato de PAN-PRD erogó 7.2 millones y el abanderado del PRI 4.4 millones. La pregunta que todos nos hacemos es ¿quién pompó? Como fue financiamiento privado, suponemos que se sabrá quien le metió dinero bueno al malo… ¿o era dinero malo al bueno?

5.- La partidocracia.

Mientras los partidos sigan siendo los rectores de las reglas de la democracia y mantengan a las instituciones a su capricho, las cosas seguirán igual, sin cambios. Los partidos en el Congreso han cambiado dos veces a los titulares del Instituto Electoral Federal; no están dispuestos a reducir sus gastos y tampoco hacen gran cosa para detener la práctica del financiamiento ilegal.

En 2018 vamos a otra competencia política con las mismas reglas.

Publicado en Indicador Político del 5 de junio 2018.

Foto: «Los olvidados», escultura de Eva Trujillo.

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