Se acerca la temporada de chapulines

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Para los usos y costumbres en la política mexicana (nada que presumir), la expectativa de las elecciones federales nos regalarán el espectáculo cíclico del salto de los chapulines, muy arraigado entre senadores y diputados que dejarán sus cargos para brincar a otra chamba, o como diría Melita Peláez, otro hueso que roer.

Los chapulinazos. De manera conservadora podemos adelantar que al menos una treintena de senadores y otro tanto de diputados federales solicitarán licencia antes de que termine el año para embarcarse en una nueva aventura, la de obtener alguna de las candidaturas a las 9 gubernaturas que estarán en juego en 2018, incluida la jefatura de gobierno de la CDMX.

Otros legisladores, los menos, se despegarán de sus mullidos escaños y cómodas curules para competir por una candidatura presidencial, con la certeza de que aunque no la logren, nadie les quitará lo bailado. Si no ganan, se regresan al Congreso y todos felices.

Es más, hay quien sostiene que algunos gobernadores que van de salida, como es el caso de Eruviel Ávila, se perfilan para recibir de premio de consolación un escaño en el Senado de la República, plurinominal, claro. Con lo obtenido en la elección de Alfredo Del Mazo no le alcanza para otra nominación.

Aunque podrían ser muchos más de los que presentamos en esta lista preliminar, que nadie dude que muchos legisladores están preparando sus maletas, satisfechos del deber cumplido –quién sabe si piensen lo mismo sus representados-, para seguir su carrera dentro de la nómina republicana.

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Todos quieren

Senadores y diputados ya andan como chapulines en comal, dice la politóloga Melita Peláez (Mela para sus detractores).

Aunque cayó muy mal la difusión del video en el que lo cacharon promocionándose con apoyos del gobierno federal, el senador Roberto Albores Gleason está apuntado para buscar suerte en la competencia por la gubernatura de Yucatán. Le hace segunda Angélica del Rosario Araujo por si la decisión de su partido es otra. La carta sorpresa puede ser el diputado federal Felipe Cervera Hernández.

Del lado de los panistas ya se vio el senador Daniel Gabriel Ávila. Con los tricolores sigue suspirando el diputado Carlos Ramírez Marín, si es que le dan chance de dejar su representación en el INE. Y de los verdes, pide mano Luis Armando Melgar, por aquello de que Manuel Velasco Coello es de raiz verde.

Pero quien los trae con marcaje personal es el senador Zoé Robledo Aburto por Morena. Nada más espera que le digan chapulín y brinca. Como sea, todos están listos para solicitar licencia.

Por el estilo anda Blanca Alcalá, para ver si ahora si se le hace en la gubernatura de Puebla, aunque también está anotada Lucero Saldaña. La panista Patricia Leal no canta mal las rancheras, pero el diputado panista Javier Lozano Alarcón –hoy con licencia-, no está dispuesto a dejar ir la oportunidad de su vida, pues de perderla quién sabe si se repita.

Otro legislador que ha brincado de un lado a otro para probar fortuna es el controvertido Miguel Barbosa, quien dejó la cachucha del PRD para ganarse la gloria y estar cerca de Andrés Manuel López Obrador esperando que le haga la gracia de hacerlo candidato para Puebla. No puede excluirse de este ejercicio chapulinezco al diputado priista Enrique Doger Guerrero, que también tiene su corazoncito.

Y ojo, hay quien dice que también pinta en esta competencia Aurelio Nuño quien brincaría desde la SEP. Aunque hay quien también lo ve como senador plurinominal.

Para la gubernatura de Jalisco, Arturo Zamora Jiménez, senador y actual dirigente de la CNOP, tiene preparadas sus maletas desde hace rato. La verdad es que ya no ven como fuerte adversario a Enrique Alfaro pues por seguir los pasos de el (ex) Bronco –como dice @jlca007- el alcalde tapatío se confrontó innecesariamente con los medios de comunicación y su popularidad se desplomó y sigue en caída libre.

También prende sus veladoras el senador panista José María Martínez.

Rumbo a la competencia por la gubernatura de Tabasco ya se vio Humberto Mayans aunque tendrá que enfrentar a su hermano Fernando Mayans. Pero ambos pueden quedar fuera de combate si el PRI opta por una mujer de candidata, Ady García. Por Morena está listo para dar el salto el senador Manuel Merino Campos. Aunque Andrés Manuel López Obrador es tabasqueño, sus paisanos no le hacen mucho ruido.

Mientras son peras o son manzanas la competencia por la gubernatura de Veracruz seguirá bajo la racha de los Yunes. Es muy factible que Héctor Yunes Landa vaya por la revancha, sin descartar por supuesto a otro senador, José Francisco Yunes Zorrilla.

Entre los políticos y trovadores jarochos, otro senador que podría recibir la estafeta como cabeza de la alianza PAN-PRD de parte de Miguel Ángel Yunes, sería su hijo Fernando Yunes Márquez.

Y si no les alcanza, entraría Miguel Yunes Márquez, actual alcalde de Boca del Río y también hijo de Miguel Ángel Yunes.

Por el lado de Morena, está perfilada la candidatura de Rocío Nahle García, aunque la legisladora local Eva Cadena le manchó el plumaje pues la señaló como la encargada de “acercarle” el dinero con gorgojo a Andrés Manuel López Obrador. Cierto o no Nahle tendrá que sortear al sospechosismo.

La sucesión en Guanajuato es otro de los rituales políticos que ya entusiasmó a varios legisladores para saltar y caer en blandito. Del lado del PRI está el senador Miguel Ángel Chico Herrera, mientras que por el PAN está apuntado Fernando Torres Graciano.

Otra de las entidades donde el deporte del chapulinazo es muy socorrido es el de la carrera de saltos por la gubernatura de Morelos. Por el lado de Morena van por partida doble Fidel Demédicis y Rabindranath Salazar. Los panistas no ven claro y por el PRI está en la línea Matías Nazario.

Otro personaje que podría solicitar licencia es el alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco. Ni hablar, todo es posible.

Dicen que el senador Alejandro Encinas está perfilándose para llegar como nuevo presidente del Congreso Constituyente de la CDMX.

Mientras Alejandra Barrales va con prisa por la candidatura a la jefatura del gobierno de la CDMX -luego de dejar a Juan Zepeda de encargado-, los panistas también quieren su oportunidad y en la fila están Gabriela Cuevas y Mariana Gómez del Campo. En la capital chilanga se espera que los que dejen sus oficinas sean principalmente los delegados capitalinos.

Y desde otro comal, pero también darán el chapulinazo desde el Senado, están Armando Ríos Piter, Ernesto Ruffo Appel y Juan Carlos Romero Hicks por una candidatura presidencial.

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