Café para todos: el Frente Amplio, sostenido con alfileres

Por Alberto Carbot, periodista.

Las denominadas “izquierda” y “derecha” han decidido realizar una sociedad contra natura al acordar la construcción del  Frente Amplio Democrático que pretende ir más allá del aspecto electoral y llegar a una suerte de gobierno de coalición.

Sin embargo, lo increíble es que el acuerdo llega en el momento en que tanto el Partido Acción Nacional (PAN) como el de la Revolución Democrática (PRD) sufren las peores fracturas internas de su historia reciente, y el pacto amenaza con generar una desbandada masiva, que de hecho ya comenzó en el caso del PRD, cuyas huestes por desencanto, hartazgo o mero oportunismo -los más-, han buscado refugio en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de Andrés Manuel López Obrador.

Sin embargo, como es natural, la alianza -a la que se ha sumado el partido Movimiento Ciudadano-, aparece frágil, endeble, sostenida con alfileres y sin duda difícilmente resistirá la prueba del tiempo. No se necesita ser un adivino para pronosticar que nada bueno surgirá de esta incoherente fusión entre estas fuerzas tan disímiles.

Una cosa es salir a declarar que “sí, estamos dispuestos a unirnos” y luego encaminarse hasta las oficinas del Instituto Nacional Electoral a registrar la coalición, y otra muy distinta es ponerse de acuerdo en los candidatos comunes -especialmente con el que contendrán a la presidencia-, y luego, de forma impensable, acordar un gobierno de coalición.

Algunos estiman que todo podría moverse sobre una alfombra de rosas, ya que antes han existido acuerdos políticos de ese tipo entre PAN y PRD, pero sólo para respaldar algunas candidaturas comunes en elecciones para gobernadores o alcaldes.

Sin embargo, es muy distinto lograr consensos sobre comicios presidenciales como los que tendrán lugar el año próximo, que para muchos será la batalla decisiva para echar al PRI de Los Pinos, pero sobre todo, para impedir que Andrés Manuel López Obrador llegue al poder.

Un fenómeno similar viven el PRI y otras fuerzas políticas, que han permitido que López Obrador les lleve ventaja, sobre todo mediática, primacía que reflejan las encuestas porque el tabasqueño -sin el menor respeto a las leyes electorales-, lleva en abierta campaña varios años.

De ahí que el presidente -y dueño, por decirlo de alguna manera-, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), encabece los sondeos y ante su supuesta ventaja rumbo al 2018,  engulle a más oportunistas del PRD. El último fue el ex gobernador de Michoacán Leonel Godoy y desafortunadamente a la icónica ex senadora y ex diputada constituyente Ifigenia Martínez, quien con su defección hacia Morena, sin duda pierde un poco el prestigio y respeto que había ganado como figura de la izquierda mexicana.

Está claro el desdoro de esta personalidad frente al evidente interés mezquino de López Obrador, ya que no tiene un fin específico de detentar el poder para cambiar el país, sino para instaurar -en el hipotético caso que gane la presidencia-, un gobierno dictatorial, que hará palidecer a Nicolás Maduro en Venezuela.

Ahora, la gran pregunta es ¿quién podría ser designado como candidato a la presidencia por parte de la coalición PAN-PRD?

Por una parte, sería muy difícil imaginar que los panistas aceptaran a un político bastante mediocre y ramplón -con varias abolladuras en el peto-, como lo es el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera o que los perredistas admitieran que los represente un inconsistente político y -¡oh!, faltaba más-también multimillonario empresario blanquiazul como Ricardo Anaya,  quien sin el menor rubor ha contribuido a forjarse una pésima reputación por súbito enriquecimiento.

Pero no sería extraño que en esta rebatinga -ahora que ven que su barco enfrenta serias tempestades o está a punto de hundirse-, y con tal de mantener el control de la ciudad de México los perredistas sean capaces de vender su propia alma al PAN.

Se intuye que una concertacesión entre estos 2 partidos  podría funcionar si el PAN postula a Anaya como candidato presidencial y el PRD a Alejandra Barrales como candidata a jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

En esta extraña mezcla, todavía no está claro cuál podría ser el futuro de Miguel Ángel Mancera. Algunos estiman que podría figurar como secretario de Gobernación en el hipotético gabinete de Anaya, a quien en verdad todavía le falta que retener el poder en su propio partido, pues la batalla con los calderonistas que favorecen a Margarita Zavala, es sin cuartel.

Hata hoy no se descarta que luego de este enfrentamiento se produzca un cisma que fracture seriamente a la segunda organización política más antigua de México.

Analistas no ven posible acuerdos para designar candidatos 

El Frente Amplio Democrático PAN-PRD-MC, por lo pronto se oficializó este martes ante el Instituto Nacional Electoral.

“Es un día histórico. Hoy damos un paso muy importante para lograr el cambio profundo que nuestro país demanda”, dijo Ricardo Anaya, durante el acto de inscripción y anunció que no se trata de un alianza tradicional de partidos, sino de un frente amplio en el que caben todos los que quieren lo mejor para México.

Agustín Basave, el diputado perredista y ex líder del PRD, leyó una carta en presencia del presidente del INE, Lorenzo Córdova. En ella expuso la necesidad de conformar el frente en la coyuntura actual, porque “el régimen actual está caduco, lo cual ha derivado que en el país predomine la corrupción, la impunidad y la inseguridad”, señaló.

Alejandra Barrales, la dirigente PRD, aseguró por su parte que “aunque cada partido tiene sus diferencias, al final tienen un mismo objetivo: cambiar al régimen e impulsar un gobierno de coalición”.

Barrales indicó que “no buscamos mimetizarnos, buscamos unirnos. No nos unimos sólo para ganar una elección nos unimos para generar un gobierno de coalición; sabemos que pensamos distinto pero tenemos claro lo que nos une”, expuso.

Como sea, el acto de lanzamiento de la alianza se realizó con bombo y platillos, pues contó con la presencia de los consejeros Ciro Murayama, Marco Baños, Pamela San Martín, Benito Nacif, el director ejecutivo de Prerrogativas y Partidos Políticos, Patricio Ballados y el secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo.

También acudieron Rafael Moreno Valle, ex gobernador de Puebla y los líderes Ricardo Anaya, del PAN, y Dante Delgado, de Movimiento Ciudadano.

“Es momento de aceptar que nos hemos equivocado, que lo hemos hecho mal, que hemos permitido que muevan a México por el camino equivocado. Ya no podemos confiar en la buena fue de partidos, alianzas y exclusiones”, dijo el inefable Dante Delgado.

El consejero Marco Baños -encargado de explicar la ruta jurídica del tema-, indicó que tras recibir el oficio se analizará la validez jurídica del Frente para después someterlo a aprobación por el Consejo General.

No obstante, en el fondo el Frente parece más un membrete que sustancia, sostenido por los intereses de algunos dirigentes más preocupados en mantener sus privilegios y prerrogativas, que en cambiar realmente al país.

Esas figuras panistas tan cuestionadas como Ricardo Anaya -señalado por sus toscos actos de corrupción y haber hecho crecer a niveles inexplicables la fortuna familiar al amparo de sus conexiones políticas-, y el exgobernador poblano Rafael Moreno Valle -acusado de espiar a diversas figuras políticas-, ahora están en el mismo barco, junto con los perredistas -sobre todo la facción de “Los Chuchos”-, que controlan la burocracia perredista.

Sin duda la lucha por las candidaturas será complicada, dolorosa y sobre todo dejará muchas víctimas. Algunos analistas ven imposible que se produzca realmente un acuerdo sobre candidatos, aunque vislumbran que  una alianza opositora nacional sería en todo caso el factor más viable para vencer tanto a López Obrador como al PRI. No obstante, ese objetivo, realmente está en veremos.

Por ahora, todo el mundo saluda el Frente Amplio Democrático, y le rinde loas, porque todavía no se trata de ir a los detalles. Empero, habrá que decir que se trata de una rara, inusual y casi anti natura, alianza político-partidista.

Sir Winston Churchill dijo que la política hace extraños compañeros de cama, pero el actor y humorista Groucho Marx señaló también que no es la política la que crea extraños compañeros de cama, sino el matrimonio.

Por ello, sería interesante poseer una esfera de cristal para adelantar qué resultará del matrimonio entre este amasijo de fuerzas tan disímbolas, que hoy -ante su propia debilidad por la grave crisis que hoy enfrentan cada uno al interior-, no parecen siquiera tener garantizada la propia cohesión tan necesaria en el horizonte de las elecciones.

Publicada con autorización del autor.

Fotos tomadas de internet.

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