De Memoria: La aplastante realidad

Por Carlos Ferreyra Carrasco, periodista.

La política de nuestro país anula cualquier buen propósito y termina con las intenciones de trabajar en la superación de los problemas que actualmente aquejan al país.

Suena enredado pero no, no lo es. No puede haber noticia más apabullante que el anuncio de que una señora de nula virtud, como ella misma lo confesó, y cuyo mayor mérito fue ventanear sin querer a un narco para que lo atraparan, es considerada candidata a la Medalla Belisario Domínguez.

Este, que es el mayor reconocimiento que se entrega en México a un mexicano, condiciona su otorgamiento a quien se distinga por sus virtudes y obras en beneficio de la nación o la humanidad.

La medalla ya se otorgó al propietario de tiendas populares y hubo quien adujo que si la había recibido Fidel Velázquez bien podría recibirla cualquiera.

Únicamente que el líder obrero fue factor básico para la estabilidad social del país. Se puede controvertir el sistema que usó, pero no se puede negar que fue definitivo para el avance de México.

La señora Kate, dedicada hace mucho a cuestionar a las autoridades mexicanas en un juego perverso en el que todo el que así lo haga será aplaudido por la galería, también se dedicó a exaltar méritos de un narcotraficante y asesino, “El Chapo”, a quien pidió vía Internet que ayudara más a su pueblo, al que había entregado más obras que las obtenidas vía gobiernos locales, estatales o federales.

Existe en las leyes una figura punible que es la apología del delito. A quien se le compruebe este supuesto, será castigado. No a la Kate, claro, a la que se le facilitó el camino para que se victimizara públicamente y se llamara perseguida política. Y la gente así la ve.

El asunto no dejaría de ser una pachotada más de los inútiles que medran en el Senado, si no fuese verdaderamente ofensivo que junto a valores indudables, personas de talento reconocido y personajes de la vida pública de amplia trayectoria, menciono uno solo: René Drucker Colín, se coloque la defensora de un envenenador público.

Porque no se trata de un sujeto tema de narconovela en televisión, sino de un criminal que además de las decenas, quizá cientos de personas que ordenó asesinar, trabajó para enviciar niños y adolescentes, cuya vida fue deshecha por acción del chaparro hoy preso en Estados Unidos.

Por cierto, la patria de la Kate, por si no estuviese informado, amigo lector.

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Publicación original: CAPITALMEXICO.COM.MX

Publicado en El Rincón del Chamán con autorización del autor.

Fotos: Quadratín (Cortesía)

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