Minicrónicas: El tequio no reconstruye Oaxaca

Por Juan Gómez Posada, periodista independiente

UNIÓN HIDALGO, Oaxaca.- Para reconstruir las comunidades y poblados dañados por los sismos en Oaxaca se había incluido un programa de autoconstrucción que recurre a la experiencia de los pueblos en la práctica del tequio.

Mi padre, con 88 años de edad y que perdió su casa, dice que el tequio se va perdiendo y ya sólo se lleva a cabo entre familiares y vecinos muy arraigados de este pueblo.

La palabra tequio proviene del náhuatl téquitl, que traducido al español significa trabajo o tributo y es una forma organizada de trabajar en beneficio colectivo; los integrantes de una comunidad aportan materiales o su fuerza de trabajo para realizar o construir una obra comunitaria.

Quizá el evento relacionado con este tipo de trabajo colectivo más famosa sea la Guelaguetza, una magna fiesta en la capital oaxaqueña en donde participan todas las regiones con danza, gastronomía, arte y productos agropecuarios y artesanales.

Una experiencia de la identidad del pueblo que durará en la mente de quien la viva.

Pero hablando sobre la reconstrucción de los pueblos del Istmo dañados por los sismos de 2017, la situación cambia, ¿quién va a apoyar a otro vecino si su casa también se cayó?, dice José Cruz.

Los que sí saben lo que es el tequio son las personas mayores y eso se lo inculcaron sus padres, pero los jóvenes de ahora no apuestan por ello. Aquí en Unión Hidalgo hay más de 400 casas que han sido demolidas y sólo se han construido cinco y ninguna ha sido por autoconstrucción ni por el tequio.

Empresas constructoras han sido las beneficiarias de los contratos de las obras pues ya tienen la gran tajada del pastel. Muchos damnificados ya firmaron y se espera que está semana ya se pongan manos a la obra.

En Oaxaca se construyen alrededor de 2 mil 500 viviendas económicas por año, por lo que considerando este tipo de infraestructura, la reconstrucción del Istmo de Tehuantepec, zona devastada por los terremotos, podría quedar lista en aproximadamente una década.

La Cámara Nacional de la Vivienda, delegación Oaxaca, asegura que teniendo la capacidad de mano de obra, permisos y aceptación de la población necesitada, se podrían construir hasta mil viviendas en tres meses. Así las cosas, según datos arrojados en el censo del estado, son 58 mil viviendas totales en los 41 municipios istmeños los que resultaron afectados, y ninguno será reconstruido por el tequio, tradición que seguramente está en grave riesgo de desaparecer.

Foto: Presidencia municipal de Juchitán, en ruinas.

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