La CDMX difícil para candidato del PRD

Por Ramón Zurita, periodista y director de la revista Personae.

DE FRENTE Y DE PERFIL

Sea quien sea el candidato(a) que postule la alianza conformada en la Ciudad de México por los partidos de la Revolución Democrática, Acción Nacional y Movimiento Ciudadano, el elegido recorrerá una ruta difícil para, primero, alcanzar a quien marcha adelante y segundo para convencer al electorado.

Contrario al comportamiento electoral de años atrás, el candidato de la alianza (lo nominará el PRD) no inicia como favorito. Se le ubica en el segundo lugar, sin importar quien resulte ser dicho abanderado.

Hasta el momento se han celebrado cuatro elecciones de Jefe de Gobierno en la Ciudad de México, ganando en cada una de ellas el PRD. Primero fue Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, después Andrés Manuel López Obrador, siguió Marcelo Ebrard Casaubon y actualmente lo hace Miguel Ángel Mancera Espinosa.

Cada uno de ellos ganó ampliamente los comicios, con excepción de AMLO que lo hizo de manera cerrada.

Cárdenas Solórzano sacó 23 puntos de ventaja al segundo lugar, el priista Alfredo Hilario Isidro del Mazo González (padre del actual gobernador del Estado de México). El primero obtuvo un millón 800 mil votos, contra 990 mil del tricolor.

Tres años más tarde, Andrés Manuel López Obrador venció al panista Santiago Creel Miranda por poco más de cinco puntos porcentuales.  Un millón 600 mil sufragios contra un millón 400.  39 contra 34 puntos porcentuales. Los priistas se quedaron igual con 998 mil votos.

Para 2016, Marcelo Ebrard Casaubon no tuvo adversarios, ya que le sacó casi 20 puntos de diferencia al panista Demetrio Sodi de la Tijera. 46 puntos contra 27. Dos millones 200 mil votos, contra un millón 300 mil del panista. El PRI nuevamente se fue al tercer lugar con Beatriz Paredes Rangel de candidata que alcanzó el millón 30 mil votos, primera y única vez que el PRI rebasó el millón de votos.

Hace seis años, el candidato del PRD, Miguel Ángel Mancera Espinosa rebasó todas las expectativas y superó los tres millones de votos y sacó una ventaja de 44 puntos al segundo lugar, la priista Beatriz Paredes Rangel que no llegó al millón de votos.

 Con esas cifras, se consideraba que la Ciudad de México era un reducto perredista, pero la fragmentación de la izquierda y el nacimiento de MORENA, mostraron que había otras opciones.

El Movimiento de Regeneración Nacional resultó ser la revelación de la elección intermedia en la capital del país y ahora aparece como fuerte favorito para obtener el gobierno en disputa.

Es cierto que no se puede dar por seguro que Claudia Sheinbaum Pardo tenga la victoria en la bolsa, pero también lo es que aventaja a todos los que pueden ser sus oponentes.

De acuerdo con los momios la candidatura de la alianza PRD, PAN y MC, se definirá entre Alejandra Barrales Magdaleno y Salomón Chertorivsky Woldenberg, otorgando pocas posibilidades de triunfo al otro aspirante que contiende Armando Ahued.´

Barrales y Salomón tienen sus pros y sus contras que son analizados con lupa, para no provo0car que la candidatura de uno(a) incida en problemas para el otro.

La ex dirigente nacional del PRD arrancó como amplia favorita, pero en el camino las cosas fueron emparejadas por Salomón, pero no porque la encuesta de conocimiento mostrara que el ex secretario de Desarrollo Económico superara a su antagonista.

Sucedió que Barrales encontró escollos en su camino, como un alejamiento de algunas de las poderosas tribus del perredismo capitalino y un aparente distanciamiento del gran elector, el Jefe de Gobierno.

Los negativos de la senadora con licencia pueden ser los que más la perjudiquen, ya que la posesión de una casa en las Lomas de Chapultepec y un departamento en Miami, así como algunos manejos en su paso por la ALDF, le son guardados celosamente para exponerlos en el momento en que se encuentre en campaña.

Barrales cuenta con una amplia carrera dentro de la administración pública de la CDMX y de Michoacán, además de ser legisladora y militante perredista Salomón a diferencia de ella no es siquiera militante del PRD o de otro partido y ha servido dentro del gobierno federal como del de la CDMX.

Fungió como director del Seguro Popular y titular de la secretaría de Salud del gobierno federal panista y secretario de Desarrollo Económico de la CDMX, en gobierno perredista.

La idea con Salomón es presentarlo como un candidato ciudadano (como lo hace el PRI con Meade y Mikel Arriola), aunque se sopesan los pobres resultados de este método.

Con Salón no hay muchos negativos, pero se analiza que tanto impactará esta decisión en las tribus y cómo reaccionaría Alejandra, de quien se conoce su virulencia, como sucedió hace seis años.

La nominación de Salomón podría acarrear fricciones de grupos dentro del partido, aunque panistas y MC lo aceptarían con agrado.

Barrales tiene la palabra de los altos mandos del PAN de apoyarla, aunque parece ser que su primer respaldo, el de Mancera ya no lo es tanto.

La moneda está en el aire y el próximo jueves se sabrá cuál de ellos resultó ungido y la respuesta de los militantes de cada uno de los tres partidos que conforman la alianza.

Por lo pronto, Claudia Sheinbaum sigue arriba en la encuestas, pero pronto se le podrían emparejar, depende de las condiciones en que se dé la nominación perredista.

Cambios en CDMX

Julián Andrade dejó la coordinación de Comunicación Social, cargo al que fue ascendida Zarife Zauhrety Maza Ceballos. Quien también renunció fue la titular de Desarrollo Rural, Rosa Icela Rodríguez.

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Foto: Quadratín (Leo Casas), cortesía.

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