Café para todos: Napito, impedido para ser Senador

Por Alberto Carbot, periodista y director de la revista Gentesur.

Resulta más que evidente que Andrés Manuel López Obrador, por su innata ignorancia, ofreció al mejor postor las candidaturas plurinominales de su partido al senado de la República. Así lo prueba la designación de Napoleón Gómez Urrutia, sobre quien pesa el señalamiento de fraude por 55 millones de dólares contra los integrantes del  Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM), cuya dirigencia heredó tras la muerte de su padre Napoleón Gómez Sada, líder de dicha agrupación durante 40 años.

No existe otra explicación para la decisión del señor López Obrador, quien semanas antes del destape comenzó la defensa a priori del autoexiliado Gómez Urrutia quien huyó junto con su familia, a Canadá, luego de la explosión el 19 de febrero de 2006 de la mina de Pasta de Conchos donde fallecieron 65 mineros.

Inexplicablemente el gobierno de la Ciudad de México -entonces a cargo de Marcelo Ebrard-, lo exoneró del cargo de fraude por los 55 millones de dólares cuando el actual jefe de gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera, era procurador de justicia del Distrito Federal.

Para el mesías tropical la reivindicación de Gómez Urrutia -como  ha calificado públicamente su defensa- es un asunto de justicia.

Sin embargo, Napoleón Gómez Urrutia  tiene impedimentos  legales para ocupar un escaño en el Senado, de acuerdo a lo dispuesto al artículo 32 Constitucional que establece:

“La ley regulará el ejercicio de los derechos que la legislación mexicana otorga a los mexicanos que posean otra nacionalidad y establecerá normas para evitar conflictos por doble nacionalidad. El ejercicio de los cargos y funciones para los cuales, por disposición de la presente Constitución, se requiera ser mexicano por nacimiento, se reserva a quienes tengan esa calidad y no adquieran otra nacionalidad…”

Efectivamente Gómez Urrutia es mexicano por nacimiento al haber nacido en Monterrey. Sin embargo en 2014 solicitó la nacionalidad canadiense, lo cual le impide -de acuerdo al numeral antes citado-, ser miembro del Senado. Cabe precisar, que de haber tenido la doble nacionalidad por vía materna o paterna, en este supuesto no habría ningún impedimento para integrar el Senado, de esto existe el precedente de Vicente Fox.

Tampoco hay posible justificación que acredite la legalidad de su dirigencia, puesto que nunca laboró en las minas, como lo exige la ley. Por el contrario, Gómez Urrutia nació y creció envuelto en oropel. El economista por la UNAM y con posgrados en las universidades de Oxford y Berlín vive a todo lujo en una exclusiva zona residencial de Vancouver, en un condominio de 670 metros cuadrados con un valor estimado en 1.8 millones de dólares, como lo consigna un reportaje de la revista “Proceso”.

Además obtuvo la nacionalidad canadiense otorgada por el exprimer ministro Stephen Harper, lo que no sorprende dado el monopolio que las mineras de ese país mantienen en México.

El reportaje de “Proceso” asegura que las mineras canadienses poseen concesiones que abarcan casi la mitad del territorio nacional; tienen impuestos ridículamente bajos, contaminan y envenenan las tierras donde medran, pagan salarios miserables, se burlan de las leyes laborales y a base de corrupción despojan a campesinos e indígenas.

Carlos Pavón, líder de los opositores a Gómez Urrutia, exigió a las autoridades federales actuar contra éste, por el delito de evasión de 55 millones de dólares pagados por Grupo México como indemnización por la privatización de la mina de Cananea en 1989, y que en 2003 fueran otorgados a los mineros, sin embargo, el dinero presuntamente habría sido usado por Gómez Urrutia como cuenta personal.

En abril de 2013 el sindicato minero confirmó que el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito concedió al autoexiliado líder, un amparo contra la “ficha roja” emitida por la Interpol que lo mantenía prácticamente maniatado en Vancouver, Canadá.

Y ahora el dueño de Morena pretende ilusoriamente que ese controvertido personaje vuelva a México cobijado por el manto de impunidad que le significaría convertirse en senador, con lo que prácticamente borraría de un plumazo toda acción en su contra…

Por su parte Olga Sánchez Cordero -otras de las postulaciones de Morena al Senado-, tampoco puede ser candidata,  de acuerdo a lo que disponen los artículos 58 en relación con el 55 fracción V, párrafo segundo de la Constitución Federal, que establecen:

Artículo 58:

Para ser senador se requieren los mismos requisitos que para ser diputado…”

Artículo 55 fracción V:

“…No ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ni magistrado salvo que se hubiere separado de su cargo, de manera definitiva, tres años antes de la elección”.  Así o más claro

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