Guerra sucia electoral detona el mal humor social

Con la pena pero hay que admitir que la contienda democracia no siempre es una fiesta.

Vamos por partes. La intensidad de la competencia entre los candidatos y partidos, el intercambio de acusaciones –sean ciertas o no- , la violencia verbal, la guerra sucia y las fakes news, tiene efectos corrosivos en la convivencia cotidiana de los ciudadanos. En los hechos se puede perder la confianza, la credibilidad, también se pueden perder amistades o se dejan de hablar. El mal humor social por un voto.

NI estamos en la discusión de las propuestas de los candidatos ni nos sentimos parte de la fiesta, aunque Lorenzo Córdova sostenga que “las elecciones dejaron de ser un mero trámite”. La realidad es que para mejorar sus posiciones, los candidatos y partidos están metidos en una dinámica de polarización social.

Los asesores en puntos de pista de El Rincón del Chamán coinciden en que el intercambio de acusaciones entre #YaSabenQuién, #YoMero y #AsíNo han contaminado a la gente de a pie y de a bicicleta y los han involucrado en la rebatinga, pues sin ser activistas a unos los etiquetan de fifis, de chairos o de hijos de la mafia del poder.

Y aunque culpen a los bots dirigidos desde oficinas bien montadas, en las redes sociales puede apreciarse una suerte de intolerancia a la crítica, y también a la autocrítica cuando esta aparece.

Nada más hay que ver como tratan a Miguel Ángel Mancera, pues si bien hay quien simpatiza con el jefe de Gobierno, sus detractores no lo bajan de Ternurita.

El colmo. El cierre de válvulas de agua en más de 50 puntos de la Ciudad de México (sabotaje), se convirtió en una acción electorera, hay una denuncia penal de la diputada Elizabeth Mateos que apunta a Morena, pero todo esto afecta y hace enojar a los capitalinos afectados.

Las imágenes recurrentes. En el Congreso un día aparecen muñecos con camisa y pantalón a rayas, campaña muy elocuente contra #AsíNo. Al día siguiente los grupos contrarios despliegan en la tribuna una monumental manta con la leyenda “Hijos de la Estafa Maestra”. Los legisladores dieron la nota entre descalificaciones y risas. ¿Y el trabajo legislativo?

Pero qué pasa con el ciudadano que tiene preferencias y simpatías políticas por algún candidato o partido, pero que no es activista. Y de pronto tiene que enfrentar duros cuestionamientos de personas cercanas o de sus contactos en redes sociales y todo termina mal.

Un video-comentario de Ivabelle Arroyo @ivabelle_a directora del diario digital El Andén @ElAndenMx es lo mejor que hemos escuchado sobre este tema.

@ivabelle_a advierte que hay que distinguir entre quienes están dedicados a las campañas electorales y su objetivo es conseguir una diputación, un escaño, una alcaldía, la gubernatura o la Presidencia de la República, y en la otra esquina el ciudadano que no es activista pero cuyo poder es el voto.

Sin duda hay personas que simpatizan con la candidatura política de #YaSabenQuién, otros que aunque les encuestadoras digan que va en tercer lugar pues les cae bien #YoMero y otros más que les gustan y defienden a multicolor #AsíNo. El respeto a la opinión personal de cada persona debería ser la constante. Pero no es así.

Se conocen casos en los que simpatizar por una candidatura es motivo suficiente para que le dejen de hablar o lo borren como contacto si no cambia de opinión.

@ivabelle_a tiene razón cuando advierte que los políticos se confrontan, se atacan, se acusan de todo lo inimaginable y al rato se perdonan, se dan la mano, se abrazan, se van a desayunar juntos y hasta cambian de partido.

Y el ciudadano de a pie, de bicicleta, de Metrobús se queda con el enojo, mal sabor de boca y hasta perdió amistades.

Les recomendamos respirar profundo, contar hasta diez y prepararse para las siguientes elecciones.

Nos reinventan cada sexenio

Norberto Bobbio daba cuenta desde hace 20 años que la izquierda y la derecha venía comportándose de manera errática. El punto de coincidencia es que sea de izquierda, derecha o de centro, todas las ofertas políticas reinventan el país cada seis años.

Los candidatos se superan. #YaSabenQuién explica que para los cambios que propone se necesitan al menos 12 años, dos sexenios. Pero que nadie se apanique porque como no está de acuerdo en la reelección, promete que trabajará 16 horas diarias. Sus detractores le dirían, pero si en los últimos 18 años no ha trabajado.

Todos los que ya fueron perdonados caminan hasta flotando. Pero hay otros que no tienen el perdón y hasta les prometieron que irán a la cárcel, entre ellos un ex presidente. En la mira de #AsíNo está @EPN, pero siempre y cuando se demuestre que es responsable de estar detrás del compló. O sea que lo más seguro es que quién sabe.

Los que andan de low profile son los asesores de #YoMero. En realidad nadie ha levantado la mano para presumir la autoría de la estrategia de usar a la PGR como oficina de acción electoral y que dicen, le dio oxigeno a #AsíNo.

Al candidato #YoMero le aplauden que acuse a sus adversarios de fantasmas, uno fiscal y al otro convertido en los famosos toficos, muy ricos.

¿Y las propuestas, apá?

En realidad nos hemos perdido en la guerra de descalificaciones. Será por eso que las propuestas de nuevo país tampoco están muy claras que digamos.

Destacan las generalidades. #YaSabenQuién ofrece un mundo maravilloso al día siguiente de las elecciones; de un plumazo acabará con las reformas estructurales, perdonará a todos los malosos, suspenderá la construcción del aeropuerto y dejará de existir la corrupción. La República del amor.

#AsíNo sacará al PRI de Los Pinos, otra vez. Convocará a los estudiosos para que busquen el presupuesto que le dará una lana a los mexicanos por el hecho de serlo. Seguro no habrá problema pues se requiere algo más de cien millones de pesos si quieren darle un peso a cada mexicano.

#YoMero hasta ahora es la fórmula de la continuidad y de mantenimiento de los aspectos positivos de las reformas estructurales, aunque el crecimiento seguirá bajo. Hay pocas cosas novedosas y sigue con el discurso centenario de combatir las causas de la marginación y la pobreza.

Finalmente la participación de los candidatos independientes debería verse como una opción de competencia alternativa pero no es así, no le quitan el sueño a los abanderados de partido. La partidocracia mantiene el control.

Y de las autoridades electorales ni se diga. A Lorenzo Córdova lo traen entre ojos, porque si no cumple su oferta de dar a conocer resultados del conteo rápido a las 11 de la noche del 1 de julio, se lo van a comer vivo.

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El mal humor social será uno de los factores presentes en el arranque de las campañas el 1 de abril. Y quienes lo causan no hacen nada para evitarlo.

Al final de la jornada electoral los políticos se irán a sus casas felices porque seguirán dentro del presupuesto o echando mentadas por la derrota, pero con la expectativa de Terminator I´ll be back.

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