Sabía que le echarían montón y no se preparó

El debate entre los presidenciables fue palomero, entretenido, harto memeable (con mucho materia prima para los memes) y sobre todo, hay que reconocerlo, positivo para los potenciales electores que lo siguieron porque ya tienen puntos de contraste para definir su voto.

Lo único malo para el puntero de las encuestas en esta trama de la vida real –la primero de tres-, fue que no se preparó para el debate, pues prefirió dedicar su tiempo a pegar estampitas del mundial de Rusia. Y eso le salió muy caro.

Del debate de anoche destacan puntos interesantes para el análisis, uno de éstos que la elección presidencial no está definida aún como nos lo han hecho creer las encuestadoras.

Y aunque todos se declararon ganadores de este capítulo, se notó que a José Antonio Meade le costó mucho trabajo mantener la atención y afianzar su lugar entre los punteros de la competencia, lo cual le obliga a repensar su estrategia de campaña; Ricardo Anaya demostró que es bueno para la discusión y la libró, pero le falta mucho para remontar sus negativos, tanto que hay quien dice que planea ir a Chalma a buscar el voto útil.

De Jaime Rodríguez (el Bronco) hizo a ratos entretenido el encuentro de dos horas pasado por agua y con el ambiente de los truenos de la tormenta que cayó sobre la Ciudad de México. En realidad no se esperaba mucho del ex gobernador que reconoció haber mentido por no terminar su gestión en Nuevo León.

De Margarita Zavala, vale decir que la sufrió para desmarcarse de los negativos del otro ya saben quién (Felipe), pero le faltó mucho para verse como competidora de los primeros lugares.

Por lo que toca a Andrés Manuel López Obrador, los expertos en puntos de vista del equipo de la politóloga Melita Peláez (Mela para sus detractores) coincidieron en que descubrió que no va solo.

López Obrador sabía que la mayor parte de los golpes de sus adversarios serían en su contra, sabía que le echarían montón, pero su estrategia de no responder lo hizo desaparecer de la escena, dejó muchas preguntas sin responder y al final, abandonó el foro, solo y sin despedirse.

Cada quien tendrá su balance de lo que se vio por infinidad de canales de televisión y numerosos sitios web, como lo hizo El Rincón del Chamán en www.chamanic.com. El alcance de la transmisión en tiempo real era impensable hace seis años. A esto hay que añadir que se subieron alrededor de 238 mil tuits durante las dos horas que duró el encuentro.

Estos detalles son relevantes porque, sin dudarlo, es la primera vez que un debate lo siguen millones de mexicanos con una dinámica más abierta y neutral.

Eso de declararse ganadores del debate es muy relativo. Viene esto a cuento por el hecho de que en Google apareció por algunas horas una pauta que daba como ganador a Ricardo Anaya cuatro días antes del debate. Obvio la respuesta fue la de #yonofuí. Unas horas después del debate apareció esta promoción, la misma:

También está la declaración sin efecto del propio tabasqueño quien durante el debate justificó la ausencia de respuestas: “como voy a ganar el debate”, por eso “me están echando montón”.

De las propuestas de los candidatos poco se pudo rescatar de entre la avalancha de acusaciones. De Meade destaca la propuesta de integrar al Sistema Nacional Anticorrupción al SAT y a la Secretaría de Hacienda; Anaya agarró parejo contra las gestiones de Felipe Calderón y Peña Nieto para hablar de su propuesta de seguridad; el Bronco aseguró que enviaría una iniciativa para “mocharle la mano al corrupto”, literalmente. Y Margarita dijo que respaldará todo lo bueno que se haya hecho. De López Obrador no hubo aportaciones nuevas a lo que ya se conoce de su discurso.

Es tiempo que los candidatos hagan más trabajo en desarrollar sus propuestas de gobierno para que el voto no se otorgue por el nivel de ocurrencias que pudieran tener. En esto, los candidatos quedaron a deber.

Cada quien dirá que ganó. Pero lo que se advierte es que los potenciales electores, muchos de los cuales estaban a la expectativa del estreno de la serie de televisión sobre la vida de Luis Miguel, ya tienen elementos para comenzar a contrastar a los candidatos.

Y de la tormenta que se presagió antes del debate, y vaya que se escucharon los truenos de la lluvia que cayó sobre el Palacio de Minería, al final quedó en un chipichipi.

Fotos: transmisión del Instituto Nacional Electoral (INE). 

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *