Café para todos: Elecciones 2018, ¿no aptas para cardiacos?

Por Alberto Carbot, periodista y director de la revista Gente Sur.

Recientemente, a través de las redes sociales, comenzó a circular un video en el cual Andrés Manuel López Obrador —durante un mitin, al estar hablando—, pierde el aliento y por breves segundos, para no desvanecerse, se apoya en el micrófono de pie y en los brazos de una de las asistentes. Sin embargo, ese video y una serie de mensajes que formarían parte de los golpes bajos de la actual batalla electoral, para algunos analistas, tal vez no estén muy alejados de la realidad.

El columnista Raymundo Riva Palacio, el pasado miércoles, aseguró que “el tema de la salud de López Obrador es relevante ante la fuerte posibilidad de que sea presidente de México. Su salud no es óptima, sobre todo después de que fuera intervenido de emergencia por un infarto en diciembre de 2013, que lo tuvo prácticamente muerto sobre la plancha del quirófano. A los políticos en general no les gusta revelar su estado de salud, y López Obrador está muy lejos de ser la excepción. “También le contesto —refutó a Meade en diciembre— soy hipertenso. Me tengo que tomar unas pastillas, un cóctel de pastillas diarias para que no me aumente la presión y que yo no me enoje”.

Agregó que “este padecimiento ha sido motivo de preocupación desde que tuvo el doble infarto en 2013, que lo llevó a contratar a un grupo de médicos cubanos, que viven en Miami, encabezados por el neurocirujano Félix Dolorit, quien trabaja en el Hospital Comunitario en Larkin, en el condado Miami-Dade, que es un especialista reconocido mundialmente en el tratamiento de enfermedades de la columna vertebral, de la cual también padece”.

En los mismos términos se refirió este viernes el periodista Pablo Hiriart, quien señaló que “entre otras cosas, López Obrador tiene un grave padecimiento en la columna vertebral. Por ello viene Dolorit desde Miami, cada 15 días, a medicarlo e inyectarlo contra el dolor, en su casa de la delegación Tlalpan.

“Ya estaba prevista la intervención quirúrgica a López Obrador, pero el dirigente de Morena decidió esperar a que pasaran las elecciones en el Estado de México. Después la volvió a posponer, en espera de que termine el actual proceso electoral.

“La operación indicada por el neurocirujano Dolorit a AMLO consiste en un costoso e innovador procedimiento de cirugía de columna, a través de un separador de vértebras que evita el dolor crónico e incluye un dispositivo de silicón y titanio llamado Wellex, desarrollado y producido en Suiza.

“El tratamiento que aplica el doctor Dolorit –y que lo ha convertido en uno de los especialistas más prestigiados y cotizados del mundo–, consiste en aplicar agujas de electromiografía, agujas para biopsias y un kit de drogas de última generación.

“De hecho, Dolorit es CEO de International Medical Distributors Inc., que vende implantes para cirugía de la columna vertebral en diversas partes del mundo” —señaló Pablo Hiriart—, quien subrayó:

“Independientemente de las diferencias ideológicas, hay que preguntarse si puede gobernar al país una persona con ese estado de salud.

“¿A qué nos arriesgamos nosotros? ¿A qué se arriesga él?

“Una sana decisión sería dedicar sus recursos económicos a seguirse atendiendo con el staff médico que encabeza el neurocirujano Dolorit, y no aspirar al estrés de una presidencia que no podrá ejercer, o lo hará drogado. Y que, de ganar, se vería obligado a atenderse en el Seguro Social”.

En mi columna “Café para todos” del 31 de octubre de 2017,  comenté que en términos estrictamente de dialéctica y esgrima política, a nadie debiera inquietar este tipo de señalamientos. Y, mucho antes de que lo hiciera tema de su campaña el abanderado del PRI, José Antonio Meade, desde el pasado 1 de noviembre de ese mismo año, propuse que “apelando a la ética política, pero sobre todo por respeto a los mexicanos Andrés Manuel López Obrador —al igual que los otros interesados en participar en la próxima contienda electoral—, debiesen presentar ante los mexicanos un certificado médico que dé fe de su estado físico, y sobre todo, un aval suscrito por especialistas que refrende su estado mental y acredite que psicológicamente están preparados para ocupar el cargo”.

Mencioné que esa propuesta no era una idea absurda ni incoherente y que en todo caso lo irracional es que permitamos que nos gobiernen especímenes políticos que no pueden superar siquiera el más elemental examen físico y psicométrico y mucho menos de confianza, como el que obligatoriamente deben aprobar muchos otros servidores públicos, so pena de ser despedidos.

La solicitud fue propuesta formalmente por este columnista y hecha pública en “change.org” la mayor plataforma de peticiones del mundo. Puede ser consultada y suscrita en la dirección

https://www.change.org/p/instituto-nacional-electoral-que-los-candidatos-entreguen-aval-que-acredite-que-f%C3%ADsica-y-psicol%C3%B3gicamente-est%C3%A1n-aptos

A esta serie de señalamientos –específicamente en torno a la salud del aspirante de Morena—, se suma el comentario del columnista del periódico “Excélsior”, Francisco Garfias, autor de la columna “Arsenal” quien hace 6 años, el 23 de Febrero de 2012, comentó el grave problema de diabetes que desde entonces afecta la salud del hoy nuevamente aspirante a la presidencia.

Transcribo a continuación el texto de su columna:

“Eran las 11:10 de la mañana cuando Maxine Woodside soltó la nota política en su programaTodo para la mujer, que se transmite en Radio Fórmula.

“Me enteré que uno de los cuatro candidatos (presidenciales), ¿son cuatro no?, tiene diabetes y le está fallando un riñón”.

—Pero, ¿quién? —Preguntó su interlocutora—.

MW: —¡Ah!, pues no les puedo decir, pero se sabrá pronto. A un doctor que lo está atendiendo, en medio de unos tequilas, se le salió y nos enteramos de eso.

—¿Hombre?, o sea que nos quedan dos. No es Josefina Vázquez Mota. ¡Ya sé cuál! —reviró la  interlocutora—.

Nos pusimos a investigar. Buscamos a Luis Videgaray, a Ricardo Monreal. También al coordinador de Comunicación Social del Panal, Miguel Ángel Sánchez de Armas.

El primero en responder fue el coordinador de la campaña del candidato del PRI. “EPN está perfectamente bien de salud, en forma y de muy buen humor. Con ganas de arrancar la campaña”, aseguró.

Sánchez de Armas también fue elocuente. “El nuestro (Gabriel Quadri) está a toda madre. Se encuentra en Alemania por compromisos previos”, dijo.

Pero el celular de Monreal lo contestó su ayudante.

—Está en reunión, ¿cuál es el asunto? —preguntó—.

—Dice Maxine Woodside que uno de los candidatos presidenciales está enfermo. Sólo quiero que me digan si es Andrés Manuel —dijimos—.

—Está bien, yo le digo —prometió el ayudante—.

Siguió el silencio.

Pero otra fuente nos aseguró que el doctor se fue de la boca antenoche, en una reunión en Cuernavaca. El candidato presidencial al que se refería la periodista de espectáculos, es López Obrador.

Insistimos con Monreal. Queríamos que desmintiera o confirmara. Le dimos el nombre del doctor que, por el momento, mantendremos en reserva.

Nada de nada.

Ilustración: Graffiti en la calle. El Rincón del Chamán.

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