Anaya no pudo borrar a Margarita

¡Ya basta! Es una demanda solidaria con todos los colaboradores, personal y directivos de El Financiero por el asesinato de su reportera Alicia Díaz González en Monterrey, Nuevo León, y la exigencia a las autoridades para que esclarezcan este crimen.

Tarjetazos del politólogo Aquiles Baeza.

1.- Ahora a ver con que salen los del Trife.

Aunque el Instituto Nacional Electoral (INE) le recetó al equipo legal de los panistas un contundente impossible ante la petición de echar a la basura las boletas para la elección presidencial ya impresas y reimprimir una nueva sin la foto de Margarita Zavala, la última palabra la tiene que dar el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Esta petición sorprendió a muchos porque se había filtrado en redes que el equipo de Ricardo Anaya hacía lo imposible para lograr un encuentro del queretano con la ex candidata para convencerla de hacer una bonita foto de apoyo al abanderado del PAN, PRD y MC.

Pero la realidad fue que antes al contrario, como dirían los clásicos, Anaya no está muy feliz con que la ex candidata “independiente” siga apareciendo en la papeleta electoral.

De que se pueden reimprimir las 93 millones 900 mil 945 boletas que se usarán en la elección presidencial del 1 de julio es posible, siempre que se disponga de 800 toneladas de papel especial, recursos y tiempo. Pero sería un gasto innecesario, ¿qué no?

Desde que la señora Zavala anunció su decisión de renunciar a la candidatura a la fecha, las imprentas del INE han procesado algo así como 60 millones de boletas. Reiniciar el numerito pondría en riesgo la elección y las boletas desechadas no serviría ni como cucuruchos para cacahuates.

Lo que son los sentimientos encontrados, el candidato Anaya declaró que le entusiasmaba la idea de reunirse con Margarita, pero no resiste que su foto aparezca cerca de la ex primera dama.

Lo peor. Uno nunca sabe, pero no se descarta que a la hora de la hora, doña Margarita decida apoyar otra fórmula. Haga sus pronósticos.

Por lo pronto, el martes el INE termina la impresión de las boletas federales y locales y dará el banderazo de salida a los vehículos que las distribuirán en los distritos de todo el país.

Pero si el Tribunal dice otra cosa, pues tendrían que apechugar.

Pero hoy la decisión es que técnica y operativamente es imposible. Ni borrando con goma, boleta por boleta, la foto de doña Margarita, ni así.

2.- El tucán dorado no pudo volar.

En menudo lío se metió el PVEM en Chiapas por no definirse a tiempo. Aceptó ir en alianza con el PRI para impulsar la candidatura de Roberto Albores Gleason y eso provocó la renuncia de Eduardo Ramírez, líder de los verdes en aquellas tierras y de 14 de los 16 diputados locales.

Esta semana se confirmó la fragilidad de la alianza PVEM y PRI, que finalmente se rompió. Pero cuando los verdes se sacaron de la manga la candidatura de Fernando Castellanos Cal y Mayor, el tucán dorado de Manuel Velasco, el Instituto Electoral de Chiapas en sesión extraordinaria, los bateó porque no cumplió con los requisitos de ley.

En cambio, Albores Gleason obtuvo su registro como candidato del PRI y Panal.

El PVEM dice que agotará los recursos jurídicos en tribunales, su problema es que va contra el tiempo. Y no tiene garantía de que le reconozcan a su tucán dorado.

Los analistas más rigurosos advierten que esto puede significarle al PVEM perder la única gubernatura que ha obtenido en su historia, aunque otros advierten que como el PRI perdió el apoyo del PVEM, no hay nada que le garantice el triunfo tricolor. ¿Tons?

Los críticos de Manuel Velasco dicen que seguramente tiene otras veladoras prendidas. Y no dudan en decir que si gana el representante de Morena, Rutilio Escandón Cadenas, caerá en blandito. Eso dicen las lenguas viperinas. La crisis sigue.

En las próximas horas el PVEM tendría que proponer nuevo candidato a la gubernatura o quedarse chiflando en la loma.

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