Se acerca el final

Por Ramón Zurita Sahagún, periodista, director de la revista Personae.

De Frente y de Perfil 

Decía el legendario cátcher Yogui Berra: esto no se acaba hasta que se acaba y eso mismo podemos decir de los comicios federales del primero de julio.

Las sorpresas no terminan y si el predecible todavía priista Humberto Mayans (alterna su militancia en el PRI y el PRD) anunció que votará por AMLO, también en las horas recientes se produjo la renuncia de Amalia García (Ex gobernadora de Zacatecas y ex presidenta del PRD) a las filas del PRD y la declinación como candidato en Morelos del ex Rector Alejandro Vera y su respaldo a Cuauhtémoc Blanco.

Faltan menos de 72 horas para los pronunciamientos y posicionamientos de partidos y candidatos y por entusiasmo no paran, aunque los últimos días son los más difíciles.

Ya le sucedió a Andrés Manuel López Obrador, quien se equivocó y decidió realizar un mitin a la misma hora en que jugaban los futbolistas mexicanos y el fracaso fue manifiesto, lo que sirvió para alimentar a sus adversarios, los que aducen que su popularidad va en picada.

Se trató del cierre de campaña en Veracruz, un territorio sumamente favorable para el candidato de MORENA, pero cuya escasa concurrencia prendió los focos de alarma.

 

Contrasta notablemente con la logística aplicada por José Antonio Meade, quien encabezó un cierre en su principal bastión, el Estado de México y Ricardo Anaya hizo lo mismo en el reducto perredista de la CDMX.

Los tres principales aspirantes presidenciales tienen listos los escenarios para el cierre de sus respectivas campañas, eligiendo zonas distintas: AMLO en la CDMX, donde espera llenar el Estadio Azteca; Anaya en Guanajuato, uno de los dos estados a los que llegaron los panistas para quedarse, desde hace 27 años y Meade en Coahuila, uno de los pocos estados en los que el PRI nunca ha perdido el gobierno estatal.

En las siguientes horas pueden darse otras sorpresas de renuncias a candidaturas, declinaciones, cambios de partido, además de incrementarse la guerra sucia.

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