Micrópolis, análisis político sudcaliforniano

 

Por Bertoldo Velasco Silva, periodista, director de la revista Análisis Periodísticos B.C.S. 

En Baja California Sur, luego del proceso electoral del pasado primero de julio, donde arrasaron los candidatos de Morena, hay que decirlo por las marcas AMLO y el propio partido, viene el proceso  ineludible en el que tienen por obligación que entrar los Partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional, quienes sufrieron una estrepitosa derrota y por obvias razones, se ven en la necesidad de reestructurar y entrar en esa que han llamado “etapa de reflexión”, para cambiar o sustituir a sus respectivas directivas estatales.

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Caso contrario de Morena, a raíz de ese triunfo, al cual le nacieron padres, abuelos, madres y hasta padrastros por esa victoria, se sienten tan ufanos que ya andan con el apuro de sustituir a su actual dirigente Alberto Rentería Santana, quien a pesar de que concluye su periodo en dos meses más, les urge ahora sí, representar a todos aquellos que votaron por AMLO, cargo que nadie quería asumir esa responsabilidad ante el trabajo de organizar todas esas estructuras para este proceso, por ser una carga demasiado pesada y que con absoluta sencillez y paciencia, supo imponer Alberto Rentería.

El caso más patético, es del PRI Estatal, cuando desde que designaron a Gabriela Cisneros como dirigente estatal, esta nunca supo desempeñar esta responsabilidad al no saber ni poder unificar a esos cuatro grupos que dominan al interior del tricolor, siendo responsable directa de esa desastrosa derrota electoral. Baste recordar la encaprichada que dio esta aun dirigente cuando se designaron a los candidatos al senado, donde ella no apareció acompañando como cabeza de fórmula con Alberto Federico Valdivia Alvarado, y que finalmente ni siquiera apareció, y enojada como tal, se fue hasta la dirigencia nacional para enfrentar y exigir un cargo de representación proporcional, pero con tan mala suerte que ni eso alcanzó luego de conocerse los resultados comiciales.

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En todo ese trayecto, Gabriela Cisneros, poco se le vio acompañando desde el registro a sus candidatos porque buscaba un cargo de elección popular, dejándolos en el abandono. No se diga durante las campañas, solo asistía cuando acudía un alto directivo nacional del tricolor o con la asistencia del candidato presidencial. Es decir, no supo acompañar en esos esfuerzos a los candidatos a las diputaciones locales, las federales como a los alcaldes, es más no fue capaz de cuando menos, tratar de reforzar a aquellos aspirantes que alguna posibilidad tenían de ganar, caso concreto el de Comondú, Enrique Ríos, quien ante una endeble candidata panista Araceli Niño y su mal conformado cabildo, de entrada, ya se daba por perdida.

En La Paz, su candidato José Hevia Aguiar, tampoco sintió ese respaldo no solo de la dirigencia estatal sino de las estructuras mismas del partido, y ya no digamos de los que aspiraban a una curul en el congreso local. De los candidatos a diputados federales como de senadores, no se podía esperar nada, ya se daban por derrotados.

Estos, son apenas, unos esbozos de la responsabilidad o irresponsabilidad de esta aun dirigente, pero el futuro de Gabriela Cisneros, es su pronta salida. Así, se observa.

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Por cuento se refiere al Partido Acción Nacional, la soberbia de algunos candidatos y su poca o nula relación con los representantes de los medios de comunicación, aunado a otros factores, que en entregas posteriores estaremos ofreciendo en este mismo espacio, pero lo que nos ocupa, es en cuanto a la dirigencia de Javier Bustos Alvarado, quien aun cuando a nivel nacional, ya no regresará a dirigir el partido el ex candidato presidencial Ricardo Anaya, se da por hecho el cambio de directiva, donde han pasado dos dirigentes no sudcalifornianos, el primero Rigoberto Mares Aguilar, oriundo de Michoacán y el propio Bustos, originario de Sonora, por lo cual los panistas de viejo cuño, apelan a que esa responsabilidad recaiga en un nativo del estado pero sobre todo, con verdadera sangre panista, y para ello anotan a dos personajes que coincidencia o no, tienen una militancia activa de 23 años, el actual Secretario General del Ayuntamiento de Los Cabos, Alberto González Rivera y de la diputada local, Maritza Muñoz Vargas.

4¿Qué le pasó al dirigente estatal del PAN en este proceso electoral? Los panistas acusan su falta de intervención en el proceso al dejar al garete a los candidatos, con quienes no supo encontrar una unidad en la acción, los dejó trabajar solos, es decir, cada uno hizo lo que pudo, pero no les alcanzó, y por ello exigen caiga su cabeza, porque su actitud como dirigente del partido en el poder, fue de simulación.

En esta derrota, a diferencia de Morena que ganó, nadie es responsable. Todos culpan a la dirigencia estatal. Por ello no dudamos se dé el cambio en próximos, aunque ya andan algunos agazapados que buscan, con una escasa militancia activa, suceder a Javier Bustos.

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De Morena, su dirigente estatal Alberto Rentería concluye su periodo en dos meses más, sin embargo, han surgido una infinidad de candidatos como resultado de ese triunfo electoral. Todos quieren el puesto, porque todos, se sienten merecedores, y es aquí, donde se observan las cabezas de grupo, entre ellos, el del ex gobernador Leonel Cota Montaño como del recién nombrado Coordinador de Delegaciones Federales y senador electo, Víctor Castro Cosío para imponer a sus afiles.

Ya decía al inicio de esta entrega, que pocos, buscaban ser dirigentes porque las prerrogativas económicas eran pocas, ahora que casi se quintuplicarán, todos lo quieren. El proceso, no les va a ser terso, será una guerra sin cuartel.

Ya veremos.

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