Pardo y Zaldivar, ya se vieron

Tome nota. Aunque todavía no está dicha la última palabra y las cosas pueden cambiar, la sucesión en la Corte se definirá entre los ministros Jorge Mario Pardo Rebolledo y/o Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.

La sucesión en la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y consecuentemente la titularidad del Consejo de la Judicatura Federal, o sea la cabeza del Poder Judicial del país, está más cerca de lo que imaginamos.

Y que esto ocurra en una etapa de transición en la que no sólo termina un sexenio y comienza otro sino que está profundamente marcado por la tercera alternancia del poder, le da un matiz político muy particular.

La sensibilidad política de la politóloga Melita Peláez (Mela para sus detractores) le permitió confirmar que ya saben quién está particularmente interesado en el tema. Vaya.

Lo que no hay que perder de vista es que el relevo en la Corte es un acto soberano de los ministros que la integran. Pero mucha gente duda que el presidente de la República en turno sea de palo y dan por hecho que existe la mano pachona. Eso dicen.

Es notorio que Zaldívar Lelo de Larrea le guiña el ojo a ya saben quién, además le apuesta a su muy cercana amistad con Olga Sánchez Cordero, virtual secretaria de Gobernación y senadora con licencia, pero su problema real es que no cuenta con todo el apoyo de los juristas de carrera. ¿Qué no?

En cambio Pardo Rebolledo, titular de la Primera Sala de la Corte desde 2012, ha cultivado un prestigio en el sector judicial que lo coloca como fuerte competidor.

Pero vamos por partes.

El 31 de diciembre de 2018 concluye la gestión de tres años al frente de la Corte y del Consejo de la Judicatura del ministro Luis María Aguilar Morales, cuyo desempeño fue muy decoroso frente a un panorama especialmente complicado en el país.

Pero también termina el periodo de 15 años del ministro y jurista colimense José Ramón Cossío Díaz, electo por el Senado en 2003, a quien se le va a extrañar por su espíritu liberal, comprometido con las mejores causas de México y un juez de probada imparcialidad.

Ya sabemos que el hubiera no existe, pero José Ramón Cossío hubiera sido un buen presidente de la Corte. El espacio que deja será difícil llenarlo, pero ojo, la propuesta que será enviada al Senado seguramente saldrá seguramente de un acuerdo entre Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.

Zaldívar Lelo de Larrea fue adversario de Luis María Aguilar Morales en la inolvidable votación del 2 de enero de 2015 que duró cuatro horas, tuvo tres recesos y 32 votaciones en 29 de las cuales hubo empate. La entonces ministra Olga Sánchez Cordero y Alberto Pérez Dayán fueron escrutadores.

En la última ronda, la 32, Zaldívar –queretano de nacimiento- quedó eliminado y tres años después busca la revancha, aunque los círculos de abogados insisten que no tiene suficiente ascendencia en el sector.

Originario de Veracruz, Pardo Rebolledo tiene buen ánimo entre los juristas de carrera pero un escenario alternativo lo encabeza el ministro Alberto Gelacio Pérez Dayán, también de muy buenas credenciales.

Un tercer escenario. En caso de que no se incluyera a Pardo podría entrar en la competencia Norma Lucía Piña Hernández y, en un caso extremo Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, el más joven de los ministros en la Corte.

Faltan cinco meses para los cambios en la Corte, pero se van como el agua.

Columnómetro de Aquiles Baeza.

1.- Tuvo que salir a escena Olga Sánchez Cordero para enfriar los ánimos de quienes con el pretexto de importar el modelito español de los tribunales constitucionales, en realidad le quisieron meter un calambre a los ministros de la Corte.

Sánchez Cordero acabó con los rumores: “No hay Tribunal Constitucional. El tribunal constitucional del Estado Mexicano es la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Lo digo categóricamente: ya está consolidada la Suprema Corte de Justicia de la Nación como tribunal constitucional del Estado mexicano. Es claro: la Suprema Corte es el tribunal constitucional del Estado mexicano”.

Como diría Juanga: “Pero qué necesidad.”

2.- El jurista Ignacio Morales Lechuga tuiteó en su cuenta @irmoralesl: “La creación de un tribunal constitucional para hacer a un lado a la #SCJN suena a golpe de Estado por parte de #AMLO para adueñarse de los tres poderes.”

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