El futuro General Secretario: una interpretación

Por Dr. Armando Román Zozaya

Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, México.

Hace unos días, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, anunció que el futuro Secretario de la Defensa será el General Luis Crescencio Sandoval González. Al respecto, ofrezco una interpretación basada en el conocimiento que he acumulado sobre el ejército gracias a muchos años de tener el gusto, y el honor, de convivir con algunos de sus miembros de manera regular. Vale aclarar que este texto es exclusivamente de mi autoría: ningún militar, ni en el activo ni retirado, ha participado en la elaboración del mismo de manera alguna.

En el ejército hay unos 30 generales de división. Cualquiera de ellos puede ser Secretario de la Defensa. De esos 30, 12 encabezan las 12 regiones militares en las que está dividido el país. Estos generales son responsables de que las órdenes que emanan de la Sedena se ejecuten en todo el territorio (son los brazos operativos del General Secretario). Para ello, aunque hay algunas variaciones, cada región tiene a su cargo 2-3 zonas militares. Cada zona está encabezada por un General de Brigada (un grado menos que General de División). A su vez, cada zona tiene a su cargo una o más brigadas, las cuales agrupan a batallones/regimientos, es decir, a la tropa (un batallón está constituido por cerca de 600 hombres y, normalmente, el comandante es un Coronel).

Un grupo pequeño de generales de división, junto con el General Secretario, conforman el “alto mando” del ejército. Me refiero, en concreto, al Oficial Mayor, al Inspector-Contralor, al Subsecretario y al Jefe del Estado Mayor. El resto de generales de división ocupa otros puestos que, si bien son obviamente relevantes, no son del alto mando ni tampoco son operativos.

El General Sandoval es el comandante de una de las 12 regiones del país (la que incluye a Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí). Asimismo, ha sido comandante de dos zonas y, cuando más joven, de un par de regimientos. Esto no tiene nada de extraordinario en un general de división; es lo esperado. Ahora bien, lo que sí es sorprendente es que el General Sandoval pasará de ser comandante de región a ser el General Secretario y, además, es un divisionario, digamos, joven; apenas va a cumplir un año en el grado y, como nunca tuvo problemas para lograr sus ascensos –pasó todos sus exámenes cuando oficial hasta alcanzar el grado de Teniente Coronel. Luego, no cometió errores en su carrera y se fue ganando, por designación presidencial, los siguientes grados hasta llegar a General de División–, llegó al máximo grado con 57 años de edad (de hecho, su carrera ha sido estupenda y es muy posible que sí hubiera llegado a general secretario…pero en 2024).

Esto no es lo habitual. Lo normal es que un general de división llegue a una región y, de ahí, se incorpore al alto mando de la Sedena y, de ahí, a la Secretaría (para cuando llegan a la Secretaría, normalmente, los generales tienen más de 57 años años). También hay casos en los que un general de división nunca es comandante de región pero de todos modos llega al alto mando de la Sedena y, de ahí, aspira a ser secretario.

Dado que, normalmente, el futuro Secretario sale del alto mando y, dado que éste está conformado por generales muy cercanos al actual Secretario, hay cierta continuidad en el grupo que está al frente de la secretaría de un sexenio a otro y, además, como lo esperado es que quienes están en el alto mando ya fueron comandantes de región, se evita que un general más o menos joven se “brinque” a los que ya tienen más tiempo en el grado. De esta forma, antes de que se diera la designación del General Sandoval, lo más seguro es que el Subsecretario, el Inspector, el Oficial Mayor y el Jefe del Estado Mayor consideraban que era altísimamente probable que alguno de ellos sería el siguiente titular de la Sedena. Es altísimamente probable también que el actual General Secretario considerase que, su sustituto, saldría del actual alto mando de la Sedena.

¿Qué significa, entonces, la designación del General Sandoval?

Al designar Obrador al General Sandoval, anuló al grupo que rodea al actual General Secretario, es decir, les quitó la posibilidad de llegar algún día a la secretaría: para 2024, todos ellos se habrán retirado. Claro está que siempre cabe la posibilidad de que, en un par de años, López Obrador cambie al Secretario y ponga a un general de los que ahora ocupan el alto mando, pero, la verdad, esto se vislumbra muy difícil pues, en ese caso, ¿adónde pondrían al General Sandoval? En términos de disciplina y orden interno del ejército, sería complicado manejar un caso en el que, quien ya es el jefe de todos, ahora ya no lo es y hay que acomodarlo por ahí. Esto es cercano a lo imposible (aunque, claro, AMLO suele hacer de las suyas).

Obrador marginó, pues, al grupo más cercano al actual general secretario. ¿Por qué?

Considerando las declaraciones y comentarios de Obrador a lo largo de la campaña presidencial, parece ser que AMLO está convencido de que el alto mando del ejército está “contaminado” con un “virus” que se llama Iguala-Ayotzinapa y, más allá de si el ejército “la debe”, o no, en este caso, lo cual estaría por verse pues se supone que habrá una Comisión de la Verdad al respecto, es muy posible que esto haya sido un factor en la decisión de no nombrar ni al Subsecretario, ni al actual Jefe del Estado Mayor, etcétera. Esto confirma, me parece, que, por un lado, sí habrá Comisión de la Verdad y, por otro lado, que AMLO está convencido (ya lo sabe) de que esa comisión, con razón o sin ella, va a encontrar culpables (en mi opinión, la comisión se va a asegurar de que sí haya culpables pero esto no significará que, necesariamente, los acusados, sean estos quienes sean, sí tengan alguna responsabilidad respecto a lo ocurrido en Iguala en Septiembre de 2014).

Es también importante destacar que, en el remoto caso de que, una vez que llegase a la Sedena, el General Sandoval encontrase irregularidades, va a proceder en contra de quien resulte responsable, incluso si los responsables son parte del actual alto mando. En primerísimo lugar, y esta es la razón fundamente de ello, el General Sandoval haría esto porque es parte de su trabajo. En segundo lugar, porque él no pertenece al alto mando actual aunque, claro está, le debe al mismo pues, obviamente, jamás hubiera llegado a divisionario si el General Secretario no lo hubiese querido así (dicho sea de paso, estoy convencido de que los generales que están actualmente en el alto mando no son ni corruptos ni ladrones).

¿Por qué, de todos los generales de división que no están en el alto mando, AMLO escogió al General Sandoval?

La llegada de Sandoval es la confirmación de que la estrategia de enfrentar abiertamente a los criminales va no sólo a continuar sino que se recrudecerá y será afinada/profundizada. Algunos analistas dicen lo contrario: dicen que, porque el general Sandoval en algún momento hizo un curso sobre operaciones de paz, entonces lo que sigue es una estrategia orientada hacia la no confrontación, hacia “la paz”. Yo difiero por estas razones: dada la naturaleza de su trabajo y considerando la gran cantidad, y la calidad de la misma, de información que fluye hacia él de varias y diversas fuentes, un comandante de región tiene un conocimiento casi matemático de lo que pasa en el terreno. Por ejemplo, tiene una buena idea respecto a si los gobernadores/alcaldes con los que trata son corruptos. También tiene muy buena idea sobre los jefes de policía, los jueces, los secretarios de seguridad pública. Asimismo, entiende cómo operan los narcos, cómo se hacen de armas, cómo esconden la droga, cómo sobornan, etcétera. Entiende también cómo operan extorsionadores, secuestradores y otros criminales. Igualmente, es muy posible que un comandante de región se haya enfrentado a balazos con criminales (sí, los generales también se ven envueltos en balaceras, no sólo la tropa) y, si no le ha tocado como comandante de región, entonces cuando fue comandante de zona o de regimiento, o cuando fue oficial. Obvio: un comandante de región sabe sobre grupos subversivos, guerrillas y demás.

Poner a una persona así en la Sedena (con conocimiento fresco y de primera mano de lo comentado en el párrafo previo) es una señal clara de que Obrador eligió a un general secretario que conoce a los criminales a fondo, que los puede dañar, que los puede combatir, que los puede debilitar. Porque, además, y este detalle es crucial, el General Sandoval es comandante de la región que incluye a Tamaulipas (territorio sin ley) y a Nuevo León (otro caso muy complicado). No estamos hablando de la región en la que está Yucatán que, aunque con sus problemas, no son los de Tamaulipas. Asimismo, el general Sandoval es bien visto en los Estados Unidos, en donde representó a la Sedena, como agregado militar adjunto, en la Embajada de México en Washington.

Entonces, la estrategia actual de usar la fuerza contra la delincuencia va a continuar (incluso si AMLO dice que no y que él está en contra de la “guerra”, etcétera). Sin embargo, esta estrategia se va a complementar con un énfasis más claro con relación a la protección de los Derechos Humanos y se le complementará con un discurso de paz. También se va a robustecer la coordinación del ejército con la policía federal y las policías no federales, así como con la marina. Para esto, al general Sandoval le será útil el no ser, todavía, una figura con impacto nacional y/o político, como lo son los generales que rodean al actual general secretario pues ellos han tenido, durante los últimos años, mucha exposición a la clase política, a sus contrapartes en otras secretarías, etc. Están tal vez, digamos, un poco desgastados. Pero el general Sandoval no. Entonces, puede llegar con nuevos bríos e ideas para coordinarse con quien tenga que hacerlo.

El General Sandoval es, pues, el perfil que Obrador requería. Asimismo, como todos los generales de división, cumplía con los requisitos para ser general secretario. Finalmente, no está de más mencionar un detalle que, si bien no explica la decisión, sí brinda contexto para entender la misma: una de las dos zonas de las que el general Sandoval fue comandante es la que está en Villahermosa. Ahí coincidió, y trabajó con, el General Audumaro Martínez, quien era el Secretario de Seguridad Pública de Tabasco cuando el General Sandoval estuvo destacado en Villahermosa. El General Martínez es, desde hace muchos años, muy cercano a López Obrador (lo es tanto que, por un momento, se pensó que Obrador lo nombraría titular de la Sedena. Sin embargo, esto no era posible porque, si bien el General Martínez llegó a divisionario, ya está en el retiro y el General Secretario tiene que ser un general de división en el activo). Nadie se debe decir sorprendido si, considerando lo anterior, el General Martínez recomendó al General Sandoval. Esto no le quita ningún mérito al General Sandoval pero, como decía, sí nos ayuda a entender la decisión de Obrador un poco más y mejor.

Me parece muy bien que haya llegado el general Sandoval: desgraciadamente, sí se requiere que el ejército siga brindando apoyo en tareas de seguridad pública, pero, también es cierto que enfatizar la defensa de los Derechos Humanos es indispensable, tanto para bien de la ciudadanía como para el propio ejército. Eso sí: lo siento mucho por los generales que se quedaron a nada de llegar. La decisión de AMLO los debe haber desanimado y hasta decepcionado. Esto es normal: todos ellos tienen más de 40 años en el activo y han trabajado con intensidad, literalmente toda su vida, para llegar adonde estaban hasta hace unos días, es decir, en la antesala de la titularidad de la Sedena; cualquiera de ellos habría sido un magnífico general secretario. Sí: algo de decepción y algo de desánimo es de esperarse. Sin embargo, todos ellos son hombres leales al país y a sus instituciones: al contrario de lo que algunos irresponsables, o simplemente ignorantes sobre el ejército, han sugerido por ahí, yo sé que ninguno de estos generales (ni ningún miembro del Ejército Mexicano) se inconformará. De hecho, desde el puesto que el General Sandoval les asigne, todos los generales continuarán esforzándose a favor de México, tal y como lo han hecho desde el momento que ingresaron al Heroico Colegio Militar, hace ya varias décadas.

  • El Rincón del Chamán agradece la participación en este espacio de reflexión y análisis del Doctor Armando Román Zozaya.

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