¿Pero qué necesidad?

Aunque el hubiera no existe, al presidente juramentado le hubiera salido mejor el AMLOFest de haber convencido a Nicolás Maduro de enviar sus felicitaciones por Twitter o por WhatsApp, porque su visita y su presencia en la comida en Palacio Nacional fue algo más que una bofetada para muchos mexicanos que respetan, quieren y admiran al pueblo de Venezuela; lo peor fue el photoshop de las imágenes de Maduro que envió a sus redes pues en México no hubo respaldo y si repudio al dictador. Abrazar a Maduro es muy mal ejemplo y no debe seguirse porque la historia es implacable.

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