TEC&COM|TIC, Ante el dolor de los demás

Por José Alfredo Pulido Ponce |especialista en Comunicación Estratégica| [email protected]

La violencia en México no para y su efecto pesa a todos.

Hay en el inconsciente colectivo un debate sobre el impacto de las imágenes de violencia, atrocidades, tragedia, desastre y dolor que hemos vistos cuando menos en los últimos 20 años.

La violencia ha pasado a formar parte central de la agenda gubernamental cuando decidió involucrar a las fuerzas armadas para combatirla.

El Sistema de Información Pública se ha hecho cargo de trasladar a la mente de niños, mujeres y hombres una cantidad incontable de esa representación de la realidad -la violencia- que hoy es más comprensible, más digerible, pero cada vez más insensible al sentimiento humano.

La violencia que vemos y sentimos en los medios de comunicación y en la calle, ha obligado al gobierno y a la población, a construir estrategias para evitarla, tolerarla, negociarla o enfrentarla, pero su eficacia ha sido escasa, ya que no ha dejado de crecer, de impactar con mayor fuerza en la sociedad, de generar efectos perniciosos y dañinos que alguien tendrá que medir.

Data

México llegó a la mitad de 2019 con niveles sin precedente de violencia. Datos oficiales preliminares contabilizan 3 mil 80 nuevos casos de personas asesinadas, que sumados a los meses anteriores arrojan un total de 17 mil 608 víctimas de homicidios en el primer semestre del año. Casi 14 asesinatos por cada cien mil habitantes, nuevo record en al menos 22 años.

La cifra de víctimas de homicidio registrada en junio de 2019 representó un promedio diario de 102.6 asesinados, casi igual a la de febrero. Meses con el mayor nivel de violencia homicida en la historia, registrados en este año y en este gobierno.

El año más mortífero para México había sido 2011, cuando se dio un enfrentamiento directo entre autoridades y los mafiosos de la droga. De enero a julio se contaron más de 16.000 asesinatos.

El 2017 fue un año muy sangriento en la historia de México con 31, 174 personas asesinadas, la mayoría por armas de fuego. La tendencia de homicidios fue de 25 por cada 100,000 habitantes. 

Es evidente que la tendencia de homicidios no ha dejado de crecer desde 2015 y todos apunta a que en 2019 las cifras vayan a superar las del año anterior.

¿Cómo evitar la violencia?

En junio de 1938 se le preguntaba a Virginia Wolf ¿Cómo hemos de evitar la guerra? Susan Sontag analiza este tema y propone que la respuesta pasa por suponer un “nosotros” cuando el tema es la mirada al dolor ajeno, al dolor de los demás.

El nosotros al que se dirigen todas estas imágenes de violencia, conmocionantes, que hoy vemos, incluye no sólo a los simpatizantes de una nación, de un pueblo que lucha por su vida, sino también a quienes están en apariencia preocupados por algún conflicto que tiene lugar fuera de su entorno.

Las imágenes son un medio que dota de “realidad”, o de mayor realidad, a asuntos que el poder, los privilegiados o los meramente indemnes acaso prefieren ignorar.   

La imagen de una atrocidad puede producir reacciones opuestas: un llamado a la paz, un grito de venganza o simplemente la confundida conciencia relajada de que suceden cosas terribles.

Las estrategias, tácticas y resultados al momento no son tan esperanzadores. Ojalá se tenga la capacidad de confirmar en los hechos la filosofía que se pregona: fortalecer el diálogo y que prevalezca el grito de paz. Un no a la violencia, no a la discordia, no al odio, no a la violencia. Esa es la filosofía de la hermandad, de la tranquilidad, del amor al prójimo que debemos cultivar.      

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *