Un año de AMLO: desgaste de poder mínimo en un país convulso

Por José Luis Camacho Acevedo, periodista.

Apenas a unas horas de que se cumpla un año de ejercicio de la primera magistratura del país, los índices de aprobación a la gestión presidencial de Andrés Manuel López Obrador son superiores a los que en sus primeros 365 de mandato o0btuvieron Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

Sin duda que el ejercicio del poder desgasta.

El miércoles pasado el presidente López Obrador reflexionó públicamente sobre los cinco momentos que, mediática y políticamente, fueron los más críticos durante el año de gestión al que nos referimos.

Las amenazas de aranceles por parte de Donald Trump hasta la decisión de asilar a Evo Morales, pasando por los eventos del culiacanazo, el crimen contra los Lebaron o el incendio en Tlahuelilpan, sin duda fueron incidentes que comprometieron la imagen del gobierno y sus niveles de conducción política.

Una conducción política ejercida casi de manera unipersonal y que por lo tanto ha recargado en la imagen presidencial prácticamente todo el peso de la crítica.

El entorno internacional es complejo.

La economía en el mundo hace crisis. En estados Unidos hay un presidente altamente mediático como Donald Trump, que está en plena campaña electoral buscando que en el noviembre de 2020 sea nuevamente apoyado por los norteamericanos.

Y aunado a esos factores que inciden en la marcha de nuestra nación de una manera natural, inevitable, están los factores internos como la violencia o la oposición a los proyectos presidenciales como Santa Lucía, el Tren Maya o el proyecto transístmico que contribuyen a la apertura de flancos críticos en contra de la figura presidencial.

Pero las instituciones se han mantenido pese a toda la problemática señalada.

Los mandos militares, marina y ejército, han reiterado su lealtad al presidente de México.

Los empresarios se manifestaron en favor de invertir en infraestructura hace unas horas para reactivar el empleo y la economía.

El Senado funciona como un gran elemento de concertación entre las diferentes fuerzas políticas.

El titular de Hacienda se ve más estable conforme pasan las semanas críticas de las presiones de los organismos e instituciones privadas que presagiaban el desastre total de nuestra economía.

Sencillamente ello no ha ocurrido.

López Obrador no ha estado exento de críticas, muchas de las cuales tienen razón, y por ello está obligado a un ejercicio de reflexión profundo.

El presidente mantuvo su actitud de prudencia ante los comentarios de Donald Trump acerca de que los carteles del crimen organizado sean considerados como terroristas.

Ayer sobre los logros de su gobierno AMLO dijo lo siguiente:

Todos los adultos mayores tienen pensión universal, no hay nuevos impuestos, la economía estable, la creación de 800 mil empleos, el peso no se ha depreciado, los niños están siendo atendidos de manera diferente.

El próximo domingo conoceremos en detalle tanto la autocrítica como la mención de sus logros por parte del presidente López Obrador.

A final de cuentas el tabasqueño es un político por los cuatro costados. Y la política es un arte en donde se tiene que estar preparado tanto para dar como para recibir.

En tiempo real

1.- La silla vacante de Eduardo Medina Mora en la Suprema Corte de Justicia no sólo se decidirá entre tres mujeres, sino que medirán sus fuerzas las muy cercanas colaboradoras del presidente Andrés Manuel López Obrador, entre ellas dos que trabajan con él en Palacio Nacional.

Una es Margarita Ríos Farjat, la jefa del SAT, que responde a los intereses del jefe de Oficina Presidencial, Alfonso Romo. Otra es Ana Laura Magaloni, apoyada por el consejero jurídico, Julio Scherer, que tiene bajo su responsabilidad política a Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México.

La tercera es Diana Álvarez Maury, muy cercana al fiscal general, Alejandro Gertz Manero. Como dato anecdótico, las dos primeras colaboraron con el periódico más odiado por don Andrés, Reforma.