¿De verdad no pasa nada?

1.- En el melodrama que se vive en el Senado en torno al presunto espionaje, la mejor versión es que todo comenzó en una reunión de la bancada panista cuando Xóchitl Gálvez expresó sus sospechas de que hay chanchullo en el manejo de recursos para la más reciente remodelación del Senado.

Y esto involucraba al Secretario General de Servicios Administrativos de la Cámara alta, Mauricio Farah Gebara, quien dicen fue hasta las oficinas de la senadora albiazul a reclamarle por qué desconfiaba de él.

Sin rodeos la política y empresaria hidalguense le preguntó:

__¿Y tú cómo sabes?

__Me comentaron tus compañeros de bancada, esgrimió el funcionario.

Eso despertó las sospechas de la senadora, quien solicitó a su coordinador Mauricio Kuri revisar las instalaciones y, de ahí se encontraron los micrófonos espías, una variación de los pájaros en el alambre.

No obstante, en los corrillos del Senado dicen que los verdaderos “micrófonos” son los legisladores poblanos que formaron parte del grupo que integró Rafael Moreno Valle. Uno de ellos, Juan Moya, que quiere quedar bien con los de Morena. Eso dicen.

2.- Listo el dictamen de consenso para reglamentar el outsourcing, sólo falta que Morena se ponga de acuerdo.

Las diferencia internas en la bancada de Morena en el Senado de la República han frenado la aprobación de la modificación al dictamen en materia de subcontratación.

El nuevo dictamen establece con toda claridad los alcances y los límites de la subcontratación y además contempla la instrumentación del padrón de empresas de subcontratación, con lo cual se tiende el camino para el cumplimiento de la ley. Los titulares de la Secretaría del Trabajo, de la Unidad de Trabajo Digno y de la Unidad Inteligencia Financiera de la SHCP, manifestaron en reiteradas ocasiones que no se requieren modificaciones sustantivas a la normatividad laboral y se involucraron en el proceso legislativo.

Hay que destacar que el dictamen modificado no es resultado de la intervención de un solo empresario. Lejos de ello, se trata del acuerdo plural al que llegaron legisladores, autoridades federales (la STPS, IMSS, INFONAVIT y la SHPC a través de la Unidad de Inteligencia Financiera y la Procuraduría Fiscal de la Federación), grupos de trabajadores y sindicalistas, empresarios, asociaciones, abogados especializados en materia laboral y destacados académicos.

Para alcanzar este consenso se llevaron a cabo innovadores ejercicios legislativos como fueron dos parlamentos abiertos y mesas de alto nivel.

3.- Napo sigue perdiendo aliados.

Ya se sabe, ya se supo que en la encerrona del grupo de senadores de Morena, el miércoles pasado, Napoleón Gómez Urrutia mantuvo su posición de no admitir las propuestas de los empresarios en el dictamen de la tercerización y por eso sigue perdiendo aliados.

El grupo de Morena se inclina por un dictamen equilibrado lo que no gusta al líder minero. A lo mejor por eso, dicen que Napito salió echando chispas de la reunión.

4.- Tomado del muro feisbuquero del gran maestro Carlos Ferreyra.

5.- ¿Alguien sabe algo del secretario de Salud?

Si alguien sabe dónde anda el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, sería bueno que le dijeran que estamos frente a una pandemia y que se ponga a trabajar.

6.- El Coronavirus obligó a diferir el Tianguis Turístico que se realizaría del 22 al 25 de marzo en la ciudad de Mérida para septiembre. Lo malo es que esta vez el señor Torruco no tendrá pretexto para irse de viaje a Europa o al Medio Oriente.

7.- Sucede que la “pizquita de sal” fue como de 2 mil millones de dólares, nada más para apaciguar el mercado cambiario.

8.- El petróleo mexicano en un tuit.

@estebamex lo explica así:

Más negro que la noche. Precio promedio del petróleo de exportación se hunde 60 por ciento en 47 días hábiles al desplomarse a 23.58 dólares por barril, mínimo no visto desde el 11/feb/16. Esto por caída en demanda derivada del coronavirus y la guerra entre la OPEP y Rusia.

9.- Los idus de marzo

Hay quien peca de excesiva confianza en sí mismo. Por eso y para aquellos que creen que no pasa nada, aunque los focos de alerta estén encendidos, se escribieron crónicas famosas como la de “los idus de marzo”.

En una muy sabrosa y dramática crónica, Plutarco platica que un adivino le advirtió a Julio César del grave peligro que lo amenazaba en el Senado, pues qué creen (como Juan Charrasqueado cuando le dijeron que no fuera al baile), que no hizo caso. Confiado en que sus enemigos le harían lo que el viento a Juárez (es suposición, claro), Julio César fue al Senado y en el camino se encontró al adivino romano y riéndose en su cara le dijo: “Los idus de marzo ya han llegado”. El vidente no se apocó y le contestó, “Sí, pero aún no han acabado”.

El resto de la historia es que ese día (15 de marzo) del año 44 antes de nuestra era, Julio César pasó a otro plano por confiar sólo en su encanto.

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