Tec&Com2020 // Mundo digital Post-Covid

Por José Alfredo Pulido Ponce, especialista en Comunicación Estratégica @japponce

Asistimos, con sorpresa, en estos inicios del siglo XXI, a una amplia expansión de la capacidad comunicativa del ser humano. Los avances tecnológicos hacen que la humanidad experimenta el fervor que provoca el potencial de expandir su voz, para expresarse e informarse, y sobre todo mirar a otros y conectarse, utilizando equipos, herramientas de tecnología de información y comunicación.

Me refiero a la “expansión del soporte digital -computadoras, pantallas, teclados, internet…- como complemento o sustituto del soporte analógico tradicional -sonidos, ondas de radio, papel, libros…- y como medio para encontrar el entendimiento, acuerdos, la paz y la armonía que debería prevalecer”. (Cassany, 2000)

Estamos pasando con rapidez de la era analógica a una era donde cada vez domina más lo digital. No solo somos testigos, sino actores de esta gran transformación, “proceso evolutivo” le llaman algunos, que está cambiando a la sociedad en su conjunto y la manera de realizar sus interfaces materiales y digitales.  

Aunque esta transformación tiene un fuerte impacto en el decir –discurso- y hacer, hasta el momento la digitalización no ha contribuido con certeza y efectividad a mejorar el entendimiento y estimular la cooperación que soporte una sólida evolución del ser humano.

La virtualización de las actividades humanas no ha ayudado en este momento de pandemia a desarrollar un modelo de conversación, diálogo, negociación para alcanzar acuerdos que mejoren la atención para la salud, la educación y el trabajo. Ha contribuido a estimular el mercado y el libre flujo de las mercancías, fomentando el abasto, distribución y consumo.

TIC y salud

En el tema de la salud, la estrategia comunicativa del gobierno con la sociedad quedó marcada por la falta de información -pruebas, tapabocas, suministro de equipos, seguridad de personal de la salud…-  y la confusión que genera la fiabilidad de los datos. Tal sistema de información ha sido cuestionado por doctores, usuarios y especialistas, así como por grupos sustantivos de la sociedad. México deberá incorporar las TIC en su sistema de salud para poder reducir la brecha de acceso y enfrentar la carga de enfermedades crónicas como la diabetes, cáncer, hipertensión y los nuevos virus que están en el porvenir.

TIC y educación

Ha quedado a deber el modelo de educación en línea de la SEP, ya que la falta de infraestructura, herramientas y cultura tecnológica -pobre alfabetización digital- de instituciones, padres e hijos, han hecho fracasar la estrategia de aprender en casa.  El alcance de la educación digital ha sido limitado y desordenado, afectando negativamente los objetivos de enseñanza-aprendizaje, empobreciendo aún más el ya precario modelo educativo en México. Sin embargo, las TIC podrían ser el gran diferenciador y una herramienta clave para garantizar el acceso universal y elevar la calidad educativa en México.

Teletrabajo

Es cierto que la crisis de salud pública por el coronavirus ha acelerado el tránsito de la operación productiva parcial o totalmente, a los hogares.  Sin embargo, el teletrabajo no ha sido aplicado de manera generalizada en nuestro país, ya que es imposible para ciertas industrias operar sin la asistencia de personal, además de que no cuentan con la organización, capacitación e infraestructura virtual (herramientas y conectividad) necesaria para continuar con su labor desde casa. De ahí que el gran desafió futuro será aumentar las inversiones en infraestructura y capacitación para poder desarrollar actividades labores de manera remota con el empleo de TIC.

Comercio electrónico

El comercio electrónico ha sido ganador al ubicarse como uno de los canales con mayor dinamismo debido a las restricciones impuestas por la pandemia. La consultora KantarWorldPanel reportó que el e-comerce quintuplicó su penetración en México, alcanzando las ventas en línea más altas en todo Latinoamérica y el mercado que más compradores agregó. La penetración pasó del 100% en las primeras semanas de la pandemia al 380 % al final del mes.  

TIC para el cambio social

Es evidente que la incorporación y uso de las tecnologías de la información y comunicación es diversa por regiones y grupos sociales. Se requiere por tanto recudir la brecha digital que impide abrir oportunidades por igual y para todos. Por ello, urge desarrollar una estrategia digital alfabetizadora, que potencia las capacidades y habilidades individuales y colectivas, pero sobre todo incida en el desarrollo humano mediante la implantación de técnicas e instrumentos que fomenten procesos libertarios y democratizadores como la negociación, el diálogo, la cooperación y solidaridad.

Imagen de portada: Quadratín.

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