Tec&Com2020 // Educación a distancia: todo por conectar

Por José Alfredo Pulido Ponce, especialista en Comunicación Estratégica @japponce

La pandemia de Covid19, que sigue activa y sin control, también es una crisis educativa en México y América Latina.

Lo es por la debilidad de tres factores sustantivos de desarrollo regional:  la escasa infraestructura digital, débiles planes y programas de educación a distancia, falta de conectividad y capacitación docente para enseñar en ambientes virtuales.

También quedó demostrada la limitada capacidad de respuesta de la autoridad, un alcance incompleto, inequitativo y falto de imaginación ante la dimensión del parón educativo.

En México, los pobres resultados obtenidos magnifican el fracaso del plan de aprender en casa, programa que la SEP habilitó para armonizar la educación con la pandemia. Pero, sobre todo, exhiben las limitaciones y la incapacidad de las autoridades educativas para prever y pensar la educación futura de niñas y niños.

Educación Global

En la mayoría de los países del mundo se ordenó el cierre de escuelas, como parte de las medidas de contingencia para mitigar la propagación del Covid19. Desde febrero, “el cierre de escuelas en 190 países mandó a casa a 1.27 mil millones de niños y jóvenes o alrededor del 95% de los estudiantes de primaria y secundaria en todo el mundo”. (Unesco, 2020)

Esta decisión generó un aumento dramático en las desigualdades de acceso a las oportunidades educativas, principalmente porque más de 500 millones de niños, casi la mitad, quedaron excluidos de facto del aprendizaje en línea, por no contar con acceso a internet en sus hogares.

El acceso a Internet es muy inequitativo en América Latina: De acuerdo con estadísticas de la Unesco (2020) el acceso escolar a internet se ha distribuido de manera desigual entre áreas geográfica. En zonas urbanas, el porcentaje de estudiantes con conectividad en sus escuelas se incrementó desde 53 a 74% en la última década. Mientras, en zonas rurales sólo aumentó de 26 a 39%, en el mismo periodo, abriendo una enorme brecha digital entre estos sectores.

Educación a distancia

El secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, reconoció que la pandemia puso de relieve la importancia de incorporar el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación dentro de los procesos educativos. Omitió reconocer que la falta de preparación, infraestructura, presupuesto, protocolos y capacitación docente, redujo notoriamente el impacto y resultados del programa que se activó para la educación a distancia durante el confinamiento.

Son diversas las debilidades del sistema educativo que quedaron expuestas: docentes poco capacitados en el uso de las TIC para enseñar, carentes de estrategias didácticas para entornos digitales, uso limitado de tecnología y nuevos modeles de enseñanza-aprendizaje, pero sobre todo la precaria la conectividad en los hogares.

De acuerdo con el Inegi (2019), 34 millones de personas en México no tienen acceso a internet y seis de cada 10 viven en zonas urbanas, donde la falta de capacitación digital y la precariedad económica las dejan al margen. En el contexto rural, a esos factores se suma la falta de infraestructura para la educación digital.

Educación futura

Hacia el futuro deberá aceptarse que las innovaciones y las lecciones aprendidas durante la pandemia, pueden ayudar a mejorar tanto el acceso como la calidad, actualizando los sistemas educativos.  Para avanzar en un modelo de nueva escuela mexicana, es indispensable aumentar la conectividad y hacer de internet un derecho y un bien público, para garantizar así que todos los niños en todas partes tengan oportunidad de aprender.

Tanto la conectividad de los hogares, urbanos y rurales, como en las habilidades digitales que se requieren para interactuar en estos entornos, deben atenderse con urgencia para ubicarse en posición de garantizar, en igualdad de oportunidades, un derecho fundamental, el derecho a la educación.

En efecto, es hora de decir ya basta con la corrupción y la impunidad, pero también es hora de la justicia, de trabajar con inteligencia para reducir las enormes desigualdades que prevalecen y que empobrecen a más personas: ¿cuáles son los planes concretos para atender el derecho a la educación que todos tenemos, incluso los marginados de la tecnología?

Imagen de portada: Quadratín

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