Tec&Com2020 // A la 4T le falta 5G

Por José Alfredo Pulido Ponce, especialista en Comunicación Estratégica @japponce

México está mal comunicado. La población que vive en zonas urbanas lo está medianamente; en las zonas rurales viven desconectados, desenchufados. La tarea de conectar México es un reto enorme, con avance lento y grandes dificultades, obstáculos y atrasos.

La problemática es diversa. Por ejemplo, el 30% de la población que se requiere conectar ocupa el 80% del territorio, esto es aproximadamente 36 millones de mexicanos que por su dispersión en pequeñas comunidades no accede ni a servicios básicos, menos a conectividad e internet.

Es relevante la conectividad porque permite la inclusión social y financiera, además de ampliar las posibilidades de incorporar a más personas al desarrollo del bienestar, principalmente de los más desprotegidos.

Internet para todos

El proyecto gubernamental de internet para todos navega a la deriva por la ausencia de programas, baja estimación del crecimiento de la conectividad, falta de empuje y liderazgo.

El gobierno de la 4T tiene la responsabilidad de conectar internet gratuito en puntos públicos, con un servicio de alta calidad, en aquellas zonas que no son de interés para las empresas particulares, principalmente rurales, en las montañas, con usuarios potencial sin habilidades tecnológicas y equipamiento insuficiente. Al momento no ha cumplido.

Está en duda que en el 2021 se logre alcanzar la promesa gubernamental de otorgar señal de Internet e esas comunidades y tampoco se conoce un plan, proyecciones, ni coordinación para el uso específico de esa tecnología que habrá de habilitarse en carreteras, plazas públicas, hospitales, centros de salud. Posiblemente, con el tiempo, dará acceso igualitario para todos. La pregunta es para qué.

A pesar del aumento presupuestal en los recursos destinados a la conectividad, estos serán insuficientes para alcanzar las metas de conectividad universal para el 2021. Además de la ausencia de política pública y estrategia, la poca coordinación entre áreas involucradas anticipa un negro panorama para el desarrollo tecnológico con sentido social. No es transparente hacia dónde habrán de dirigirse las prioridades en el sector.

En cuanto al liderazgo, el descabezamiento en la SCT ha debilitado las corrientes de opinión que apostaban por una mayor incorporación de la tecnología para conectar con amplitud al gobierno, a la sociedad y a las comunidades más pobres y olvidadas. Hay un verdadero desorden que anticipa un panorama adverso para el sector.   

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Futuro

En el futuro, internet deberá llevar aparejada la armonía, una mejor comunicación, un flujo más libre de información y un mundo más saludable para todos.

En época de pandemia e incluso con mayor razón después de ella, internet debería de ser, en buena medida, el soporte de la operación productiva, social, educativa y cultural. Sobre todo, deberá brindar esa oportunidad a los más desprotegidos y ayudar conservar lo que quieran y potenciar su desarrollo.

Conectarse a internet permitirá que pequeñas empresas tengan presencia en el comercio local y global, además de fomentar la eficiencia, competencia e innovación; para las zonas marginadas y de difícil acceso, es una herramienta para mejorar la salud y educación,

Dado el impacto de la tecnología en la sociedad en su conjunto, es vital activar planes de inclusión digital y conectividad y más que nada invertir los recursos suficientes para acelerar los procesos que lleven a conectar efectivamente a más personas y mejorar su bienestar.

Mucho del desarrollo digital dependerá de la dirección que la 4T siga en esta materia. Ojalá su pobre visión innovadora de hoy se transforme y con el empuje de las nuevas tecnologías alcance el desarrollo social tan esperado.

Ilustración de portada: Quadratín.

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