Grilla palaciega

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Por increíble que parezca, con la instalación de la Comisión Ejecutiva de Negociación y Construcción de Acuerdos para la Reforma del Estado, se confirmó no sólo que es el PRI el partido que lleva la batuta en la pavimentación política del país, también que en el PAN hay mucha «grilla» interna, pero pocas propuestas.

 La nueva ley que obliga a los protagonistas de la política nacional a aterrizar reformas largamente postergadas, fue impulsada por el líder del Senado, el sonorense Manlio Fabio Beltrones, y no es secreto que en algunas oficinas panistas del gabinete calderonista, más de una vez minimizaron los alcances de ésta y a manera de chistorete y choteo la bautizaron como la Ley Beltrones. 

En el PAN hay más «grilla» que iniciativas. Ahí está, por ejemplo, la filtración de que como representante personal de Felipe Calderón iría, al Palacio de Minería, Juan Camilo Mouriño. Se sabe que Mouriño no tiene todas las simpatías de los jerarcas albiazules y quizá por eso alguien alentó tal desproporción. 

Desfase 

Calderón no asistió, a lo mejor -dicen los sospechosistas-para no repetir el faraónico acto de hace seis años cuando Fox comprometió la gran Reforma del Estado, que nunca aterrizó. Tampoco estuvo presente Manuel Espino, prefirió a Fox, concluyeron sus críticos. 

Desde luego que hay analistas de lo peor que consideraron que Calderón no asistió para que no le echaran en cara el proselitismo a favor de los candidatos panistas en los comicios de este año, y para que tampoco le reclamaran la propuesta de reforma fiscal prometida. 

Hace unos días, en Mérida, Santiago Creel tocó una fibra sensible para los panistas cuando advirtió que «en la Reforma del Estado debemos tomar el liderazgo». Parece que nadie le hace caso. 

Los panistas están metidos en su proceso interno de reacomodo de grupos para el Consejo Nacional. En los temas polémicos están en otra frecuencia. Por ejemplo, a pesar de las ácidas críticas al tema de la despenalización del aborto, mucho antes de la votación del martes en la ALDF, en el PAN-DF tenían claro que ésa «era una batalla perdida». 

Y ya en la euforia de los castillos en el aire, a Calderón le prometieron un regalo de lujo, la gubernatura de Michoacán. 

A la memoria, que a veces falla, regresa el recuerdo de aquella palabra casi mágica, ¡or-ga-ní-cen-se! 

Jelipismo 

En la «grilla» interna albiazul hay presunciones de que los calderonistas siguen desplazando a los panistas con alguna relación con el foxismo. 

Datos recabados por Efrén Mayorga en periodistadigital.com concluyen que en las elecciones realizadas en Veracruz, Nuevo León, Querétaro, Coahuila, Guerrero, Distrito Federal, Chiapas, Jalisco, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas, más del 70 por ciento de los consejeros en ciernes es calderonista. 

En Veracruz se eligieron a 19, todos felipistas (por cierto no hubo abrazos); en Nuevo León 19 -sólo tres espinados-; en el DF, de 17, 13 son jelipistas (por cierto que José Espina von Roehrich y Santiago Creel no pudieron colarse). 

En Jalisco, Alberto Cárdenas Jiménez obtuvo dos lugares, uno para Joann Novoa Mossberger y otro para el actual secretario general de Gobierno, Fernando Pérez Peláez (quien según dicen, no es pariente de la politóloga Melita). 

> Lavaderus est 

 La definición para la nueva dirección del Canal del Congreso hace agua. Así estarán las presiones externas. ¿No que sería un proceso apegado a la norma? A menos que la norma sea, el encargo. 

** Tarjetazos de la politóloga Melita Peláez. 

-¿Será cierto que cuando la tortilla sube, el PAN baja?

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