Todos contra todos

pesadilla.jpg La politización de temas sensibles a la sociedad mexicana ha editado episodios de confrontaciones hasta hace unos años impensadas y que han minado la fortaleza de instituciones que antes, se suponía, tenían un prestigio que les servía como blindaje a prueba de todo.

Algo ocurre en el tejido de la gobernabilidad, ya que las instituciones de justicia, las fuerzas armadas y ahora los organismos de derechos humanos han caído en el resbaladizo terreno de la desconfianza.

La judicialización de las actividades que sirven de motor de la gobernabilidad, es hoy un fenómeno que lo permea todo. La última palabra la tienen los integrantes del Poder Judicial, pero éste tampoco se salva de las críticas de que en distintos niveles, juzgadores inmersos en la corrupción evitan que los delincuentes sean castigados por la ley.

Y en la jerga de los juzgadores, lo primero que preguntan algunos preclaros encargados de procurar la justicia, es ¿dónde está el camarón?

Hay depuración policiaca, pero ¿hay depuración de los juzgadores?

Carambolas

La participación de las fuerzas armadas en la guerra contra el crimen organizado ha despertado críticas, no tanto porque contribuyan con su potencial a enfrentar a la delincuencia, sino porque de acuerdo con el líder del Senado, Manlio Fabio Beltrones, no se aprecia una estrategia sólida del gobierno federal en esa guerra. La pieza más fuerte del tablero fue la primera que sacaron, lo que da cuenta de que las policías no son del todo confiables, hay corrupción y penetración del narco ¿qué no? ¿Y los centros de confianza que deberían funcionar en todo el país?

El punto de acuerdo de la Permanente respondió a la evaluación que hizo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) a las quejas contra integrantes del Ejército que sobrepasaron sus funciones con la población. Pero los pronunciamientos partidistas no cayeron bien en la primera esfera del gobierno y la reacción inmediata vino de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), que defendió la participación del Ejército en los programas anticrimen. Por eso el espaldarazo al presidente Felipe Calderón y al general Guillermo Galván y al almirante Francisco Saynez.

Apantallados

En la Corte se desahogan las acciones de inconstitucionalidad de la Ley de Radio y Televisión. Las presiones han sido de tal magnitud que apenas la semana pasada el ministro Salvador Aguirre Anguiano hizo un duro pronunciamiento en contra de esas presiones y subrayó que la Corte «habrá de solucionar todo aquello que la Constitución le encomienda; lo que sí no podrá hacer es quedar bien con los contradictores».

Y le puso nombre y apellido a los «contradictores», uno al partido que advirtió que si no resuelve a favor de la inconstitucionalidad no participará en la reforma del Estado, o sea, el PRD. También descartó que si la Corte no aprueba las acciones de la controversia «se establecerá a perpetuidad un duopolio televisivo».

Por eso la frase de Aguirre Anguiano «la realidad es que no saben de qué estamos hechos», se convirtió ya en una frase lapidaria del nuevo siglo.

El sospechosismo apabulla no sólo a la Corte. La guerra mediática contra quienes interpusieron el recurso de inconstitucionalidad no ha sido menos. El cambio de posición de Santiago Creel obligó a sus bancadas a respaldarlo públicamente. Hoy, Manuel Bartlett y Javier Corral están más que nunca en el centro de los ataques y las presiones de grupos de interés.

Neosospecha

Pero esto no queda ahí. La controversia que interpusieron tanto la CNDH como la PGR contra las reformas al Código Penal y la Ley de Salud del DF radicalizó las posiciones de quienes apoyaron los cambios en el tema del aborto, tanto que hasta ya se solicitó un juicio político contra José Luis Soberanes y se clausuró simbólicamente el edificio de la CNDH. Pero por sostener otra posición, al titular de la Comisión de Derechos Humanos del DF, Emilio Álvarez Icaza, también han querido llevarlo a la pira de leña verde.

Soberanes había salvado apenas del escollo que le significó la investigación en el caso Zongolica, del que salió bastante raspado y ahora, el cargo de ombudsman lo hace sospechoso de todo.

El tema del IFE y la animadversión contra Luis Carlos Ugalde se cuece aparte. Por eso, la pregunta es ¿cuál de las instituciones del país es la más confiable?

Por lo que se percibe en este enrarecido ambiente, hay una disposición de desarrollar la ecuación clásica de TvsT, o sea todos contra todos.

> Lavaderus est

** Columnómetro del licenciado Aquiles Baeza.

a) Este fin de semana la renovación del Consejo Nacional del PAN arrojará luces sobre la otra guerra, la que tiene que ver con el control del partido albiazul. Calderonistas y espinistas anticipan que ganarán la plaza. Como sea el jaloneo podría dejar fuera del proyecto calderonista a muchos, por default. «Con el poder no se razona», dijo alguna vez un célebre duranguense.

En Los Pinos apuestan a que «recuperarán el partido». El debate generado en torno al papel que debe desempeñar un partido «en el o del» gobierno podría agotarse con las reacciones viscerales de unos y otros. ¿Qué no?

b) ¿Prospectivos? La realidad no se puede ocultar y tiene un peso que va más allá de las especulaciones. El reconocimiento que han hecho gobernadores priistas como Enrique Peña Nieto, Osorio Chong y Humberto Moreira de la maestra Elba Esther Gordillo, como la gran impulsora y promotora de las reformas que requiere el país, sobre todo la educativa, está ampliamente documentado. ¿Por qué será?

c) Esta tarde, Rogelio Cárdenas Estandía presentará su libro Off the record, conversaciones con los protagonistas de la actualidad mexicana, editado por Planeta, en el que hay una compilación de historias de mexicanos exitosos en un país de amplios contrastes. Hay que leerlo
Jesús Sánchez, Recuento Político (EL FINANCIERO)

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