La narcopolítica ha comenzado, por fin, a identificarse como un problema de seguridad nacional.
Porque si bien se trata de un fenómeno que desde hace décadas ha estado ahí, hace apenas unos años comenzó a darse la voz de alarma.
El hecho de que esto sea reconocido públicamente por las autoridades federales, lleva a la conclusión de que el problema va más allá de lo que nos imaginamos.
Se trata de la participación directa de los grupos del crimen organizado, que para establecer controles territoriales financian las campañas políticas a todos los niveles y tienen capacidad para infiltrarse a todos los ámbitos de quienes asumen cargos de elección popular.
Un punto interesante que merece registrarse para el análisis y que focalizan los encargados de la inteligencia en este país, es que para el narcopoder no importan los colores partidistas ni la ideología, lo único que le interesa es el control y la protección de sus intereses.
Ahí viene el lobo
Que se recuerde, las voces de alarma más recientes fueron por parte de autoridades y representantes partidistas en Michoacán, mucho antes de que iniciaran las campañas. A esta expectativa se sumó el Instituto Electoral Michoacano (IEM) y prevenían a los candidatos a evitar financiamientos extralegales.
En realidad no se sabe desde cuándo los narcos y los criminales organizados han financiado las campañas, tampoco se tiene un registro de quiénes están vinculados. Pero no sólo es la percepción sino las denuncias de algunos políticos a los que se les ha intimidado.
Hasta ahora no existen evidencias -dicen quienes están cerca de los órganos de inteligencia del país- de que el narcopoder tenga control de alguna gubernatura.
Las autoridades son las primeras obligadas en identificar los focos de control del crimen organizado en la política, porque coinciden con las plazas donde la actividad delictiva es más intensa.
El doble filo
Apenas el pasado fin de semana, en Morelos, el presidente Felipe Calderón hizo hincapié en este fenómeno y pidió a la clase política hacer todo para evitar la contaminación del dinero sucio en las campañas.
El pronunciamiento lo hizo el jefe del Ejecutivo tras la ejecución de Juan Antonio Guajardo Anzaldúa, exalcalde de Río Bravo, Tamaulipas, quien denunció recibir amenazas cuando fue candidato en el pasado proceso electoral en ese estado.
Es posible que muchos otros casos no se conozcan nunca, pero que tienen una conexión.
Y precisamente ayer en una entrevista que dio al periodista y gran chamán del análisis globalizado, Leonardo Curzio, Calderón explicó que la filtración del crimen organizado «tiene en su lógica la sustitución del Estado».
Nada más grave que eso. Calderón explicó que «si el Estado es el único que por definición tiene el monopolio y la fuerza pública, ellos ponen su fuerza, es decir, la fuerza que prevalece en esta región, o ciudad, o pueblo determinado es la de ellos, no la del Estado».
En esa lógica, como dicen los expertos, las expectativas del control van escalando y empiezan por los municipios.
Todavía hoy se ve lejos, casi imposible que despegue el proceso de unificación de todas las policías del país, debido a que en los ámbitos local, estatal o federal, hay mandos policiacos contaminados. Y así, ni a la esquina.
El propio Calderón da como ejemplo que el mecanismo aplicado por el crimen organizado es el de «pagar una campaña electoral y lo único que piden, entre comillas, lo único es quedarse con la policía municipal».
Las aristas de este problema son que si el gobierno federal sólo señala como contaminados a gobiernos que no son panistas, parece mano negra intencional. Y al final puede generarse una anticampaña o campaña negra donde los malosos son el pretexto y ni se les combate ni se les erradica. El problema debe atacarse de manera integral, sin distinguir colores partidistas.
> Lavaderus est
** Columnómetro del licenciado Aquiles Baeza.
1) Precisamente hoy Eduardo Medina Mora cumple un año de haber sido ratificado por el Congreso de la Unión como procurador General de la República. Apenas llevaba cinco días en el cargo, en diciembre de 2006, y Medina Mora ya estaba participando en el arranque del Programa México Seguro.
2) Una buena noticia del IMSS. Juan Molinar Horcasitas dio el banderazo de salida a 26 ambulancias que prestarán servicio a Hospitales Rurales de 16 delegaciones en distintos municipios del interior del país, a fin de sustituir y modernizar ambulancias anteriores al modelo 2000.
3) El presidente Felipe Calderón acudirá el sábado al arranque del Consejo Nacional del PAN, para darle la bendición a Germán Martínez Cázares, quien sustituirá, casi por default, a Manuel Espino.
4) El mundo al revés. En Chihuahua el Comité Directivo Estatal (CDE) del PAN está en un brete luego de que uno de sus prospectos a la dirigencia municipal de Ciudad Juárez dio positivo en un examen antidoping. El exdiputado Abelardo Valenzuela se quejó del fuego amigo. Vaya, pero muy nutrido.
5) La decisión de la Corte de que sea el Tribunal Unitario el que resuelva la revisión de los amparos del expresidente Luis Echeverría Álvarez, apunta hacia la pronta conclusión del tema, por la prescripción de la materia.
** Tarjetazos de la politóloga Melita Peláez.
-Del prontuario de Ángel Viveros. Aumento de precios, hoy se dice en el lenguaje posmoderno, «actualización de precios y tarifas de acuerdo a la inflación».
Jesús Sánchez / Recuento Político (EL FINANCIERO)