PRD, cambio de piel

prdimages.jpgEl PRD está a punto de mudar de piel. El cambio de liderazgos en el sol azteca lleva implícita la disyuntiva de transformarse en una fuerza con mayores posibilidades de hacerse de la presidencia de la República o mantenerse como refugio de la política de la selva de asfalto, un partido cavernario.

Hay quien se pregunta si después del domingo Andrés Manuel López Obrador recuperará el control del PRD o se reivindicará la ascendencia moral de Cuauhtémoc Cárdenas. Pero quizá lo real es que los perredistas se den cuenta que como está el PRD sólo puede darles espacios limitados y el reto para ellos es madurar.

La contienda del domingo será al final de cuentas un mano a mano de grupos, de corrientes, entre tribus.

Una fractura convendría a otros actores políticos, sobre todo los que están en el gobierno calderonista.

De los candidatos a la dirigencia nacional, Jesús Ortega Martínez y Alejandro Encinas Rodríguez son las cabezas de los grupos más importantes, los Chuchos y los amlos.

El debate del futuro del PRD va más allá de los proyectos del centro o la izquierda, su reto es desarrollar la capacidad de convertirse en opción política, no más.

Los Chuchos

orterga-images.jpgEn términos de potencialidad política, son los Chuchos los que después del revés electoral de 2006 se reposicionaron y comenzaron a marcar el rumbo del partido.

Jesús Ortega encabezó el primer esfuerzo para aglutinar a los partidos similares, esto es, con objetivos cercanos. Por eso se creó el FAP, el Frente Amplio Progresista. Y son esos partidos, los similares, que cuando les conviene están en la misma trinchera que el PRD, pero cuando se trata de candidaturas y prerrogativas se cuecen aparte.

Y son los Chuchos los que tienen a los representantes de alto nivel en posiciones clave para el PRD. Ruth Zavaleta como presidenta de la mesa directiva en la Cámara de Diputados; Carlos Navarrete, jefe de la bancada del sol azteca en el Senado de la República; Víctor Hugo Círigo como presidente de la mesa directiva en la Asamblea Legislativa del DF, José Guadalupe Acosta Naranjo en la secretaría general del PRD.

Digamos que los Chuchos son el punto intermedio entre los seguidores de Andrés Manuel López Obrador y los que representa Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

En el más reciente proceso interno, los Chuchos se hicieron de la mayoría de los delegados perredistas estatales.

Los amlos

encinasimages.jpgAlejandro Encinas es AMLO. No más. Y si se quiere, lo respalda la tribu más radical de los perredistas representados por los bejaranos y los batres. El ala más propositiva de este grupo la encabeza Marcelo Ebrard, quien a la distancia estará jugando por la candidatura del PRD a la presidencial de 2012.

En el apoyo oficial Encinas lleva la penitencia pues el respaldo que le ha dado Andrés Manuel, por medio del uso de recursos del gobierno capitalino, lo hace ver más como una pieza de la reedición de la etapa del PRD en la que AMLO es el partido y nada más.

Contra lo que se piensa, el eventual triunfo de Ortega no significa el escenario más cómodo para el gobierno de Felipe Calderón.

Porque temen que López Obrador agarre sus petacas y emigre con todo y su gobierno legítimo a dirigir otros grupos, más radicales.

Pero eso puede ser sólo un petate del muerto, porque el tabasqueño ha dicho que no se irá del PRD. Lo cual sería más sano para las perspectivas de los partidos y la construcción de un modelo más avanzado de democracia, de otra manera seguiría el reinado del PRI y del PAN y ya metidos en la alternancia del poder, un sexenio un partido y otro sexenio el otro. Y los perredistas, como el chinito, nomás milando.

Es muy posible que el domingo la nacional la gane Jesús Ortega y la capitalina Jesús Zambrano, los Chuchos, pues.

Pero quizá lo más importante es que el PRD también se deje de simulaciones y se asuma como lo que es, un partido que aspira a ejercer el poder por la vía democrática.

De otra manera, el que más grite, se anoroñe, patalee o haga show, será el que reclame el derecho de vivir del presupuesto público.

 
> Lavaderus est 

* Columnómetro del licenciado Aquiles Baeza.

1) ¿Será cierto que está por confirmarse la entrega de un buen número de concesiones radiofónicas? Por eso algunos medios de comunicación se hacen como que no pasa nada. 

2) Un viejo político decía que el águila del escudo patrio protege, defiende, simboliza el poder. Pero también cuando hay una falla o un descuido puede picotearte y tu suerte será la misma de la serpiente.

3) Por cierto que la reciente encuesta de María de las Heras no dejó dudas de lo que piensa la gente del caso Mouriño. Confirma a Calderón que su carta fuerte para la interlocución, se llamaba.

4) Y aunque usted no lo crea, la última encuesta de Roy Campos dejó bien parado al gobernador veracruzano Fidel Herrera con un 92 por ciento de aceptación a su gestión. Fidel casi obtiene un diez perfecto. Ya lo quisieran Enrique Peña o Marcelo Ebrard. Por algo se maneja a Fidel en las expectativas de 2012. Si Barack Obama ha barrido entre los demócratas de Estados Unidos, qué no hará Fidel Herrera en México.

5) Apuestas infames. ¿Quién cae primero, Hugo Sánchez o Mouriño? Por qué se meten con Hugol, no hay que ser.

** Tarjetazos de la politóloga Melita Peláez.

-Que Juan Camilo está firme. 

-Sí, dice el Peje, firme y firme y firme contratos.

Jesús Sánchez Martínez / Recuento Político (EL FINANCIERO)

 

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