Valdés, ventaneado.
|Los desacuerdos de la televisora del Ajusco con el IFE son otro capítulo de la relación perdida que detonó la controvertida reelaboración de la ley de medios, todavía en el Senado, y la decisión de cambiar a los integrantes del anterior Consejo General del IFE, comenzando por Ugalde.
La relación entre los medios electrónicos y el IFE se deformó al paso de los años, aunque representaba un negocio de algo así como tres mil 500 millones de pesos por la difusión de espots de campaña.
Aún no queda superado aquel episodio en el que los medios electrónicos enviaron a la artillería pesada de sus comentaristas para aplastar a los legisladores que los confrontaron.
Por eso en el caso de Televisa, el IFE le ordenó retirar un espot que comparaba a Andrés Manuel López Obrador con Hitler.
Pero en el caso de la televisora del Ajusco la confrontación es más abierta. Y las expectativas es que se mantenga la tensión más tiempo, incluso después de que resuelva el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Tropezones
El IFE, por su parte, ha venido tropezándose con su propia alfombra. Los consejeros que se van o están por irse ya no aguantan y se ha desatado una suerte de fuego amigo que esperan pronto se apacigüe.
Leonardo Valdés recortará hasta en 50 por ciento sus pretensiones de que le diera Hacienda mil cien millones de pesos adicionales para montar un equipo de monitoreo de radio y televisión. Situación que podría estar fuera de toda lógica si se pretende que la democracia sea menos cara.
El próximo año se realizarán los comicios intermedios federales para renovar la Cámara de Diputados y diez gubernaturas. Y el IFE será el encargado de contratar los espacios para difundir las campañas de los partidos. Como sea, serán muchos millones de pesos los que seguirán danzando. A ver si es cierto que es capaz el IFE de reencauzar las campañas y evitar que sea precisamente éste el que defina las elecciones y no las propuestas.
Hasta ahora la confrontación entre el IFE y la televisora del Ajusco parecen haber entrado en un callejón sin salida. Esperemos que no sea así.
Porque en perspectiva, no se sabe cuándo tengan listo los senadores el dictamen de la nueva ley de medios. Pero de entrada, seguirá bajo el fuego de las críticas la de por sí deteriorada credibilidad de la institución electoral. Por si algo nos faltara.
Mouriñazo
Las conclusiones de la Comisión Especial en la Cámara de Diputados, encargada de examinar el caso Juan Camilo Mouriño, eran las esperadas. No hay sorpresas.
El documento que exonera a uno de los colaboradores más cercanos a Felipe Calderón, estuvo dedicado a justificar que aunque Mouriño estuvo desempeñando cargos y funciones muy cercanas a las actividades empresariales que tiene, no hubo conflicto de interesas.