Poder para poder
|El senador Santiago Creel estaba en lo cierto cuando anticipó que el Congreso avalaría cambios a la legislación petrolera pero con un alcance limitado que definió como «la reforma posible».
Insuficiente, puede que sí. Light, of course, aunque no les guste a algunos. Pero ésa fue la característica que le imprimió el propio gobierno federal para evitar los costos políticos de una propuesta que hubiese planteado la reforma constitucional.
Y así lo reconoció el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, en la conversación que tuvo son Rogelio Cárdenas Estandía; la limitación de origen fue no tocar el punto de los ajustes constitucionales ni con el pétalo de una reforma.
Para desbancar a Creel, sustituirlo como jefe de la bancada panista en el Senado, le achacaron que no pudo empujar la reforma energética. El caso es que las fallas tuvieron su origen precisamente en el primer círculo. Ahí los que estaban por la reforma constitucional no tuvieron suficiente fuerza y cedieron. Sabían que bajo ninguna circunstancia pasaría una reforma privatizadora.
Empero, los panistas reconocen la interlocución de Manlio Fabio Beltrones y del PRI, tanto que los acercamientos con el ala moderada del PRD se dio gracias precisamente a sus primos hermanos. Para los panistas ha sido la única tabla de salvación, por eso la animadversión contra Beltrones de parte de Manuel Espino. De otra manera, nada hubiera logrado Calderón.
¿Y el cambio?
La entrevista con Jesús Reyes Heroles, hijo por supuesto, refleja algo que sólo puede explicarse -como dice el teacher- con la máxima de que no importan los medios para lograr los fines específicos del poder. Y si eso significa pasar por encima de la rendición de cuentas, de darle todo a un liderazgo sindical atrapado en sus propios excesos, quiere decir que las cosas no han cambiado mucho.
El sindicato petrolero fue una importante fuerza para el voto corporativo del PRI. Cuando los líderes se pusieron más exigentes, vino la embestida de Carlos Salinas contra Joaquín Hernández Galicia (La Quina).
En el tema petrolero no hubo transición de terciopelo. Luego del quinazo, Carlos Romero Deschamps asumió el poder, hasta hoy.
Y es el control del voto corporativo que el PAN de Calderón quiere: «Es correcto, es correcto», diría Reyes Heroles.
En términos llanos, el gobierno de Calderón le da al sindicato petrolero poder, para poder… en 2009, claro.
Echar culpas
La inseguridad en el país obliga a todos los responsables del gobierno, en sus diferentes niveles, a enfrentarlo.
No es posible que por diferencias de partido, se regatee todavía para decir quién tiene más o menos responsabilidad en combatir la impunidad.
Hay un problema de autoridad y de eficiencia y eso no pueden negarlo los gobiernos federal y locales. Alguien no está haciendo su tarea. Los ciudadanos esperan. Esperan.
El pacto contra la inseguridad podría quedar en un mero encuentro para la foto y la televisión. Dramáticos discursos y al final del día. ¿Qué?
¿En quién deben confiar los ciudadanos? Claro que en sus autoridades, en sus gobiernos. En sus representantes populares. Pero la credibilidad es un bien más bien escaso.
Hace falta que cada quien asuma la parte que le toca. Y no recurrir a la salida fácil de dejarle a la sociedad una tarea que no le corresponde. Entonces, ¿para que están las autoridades?
> Lavaderus est
** Columnómetro del licenciado Aquiles Baeza.
1) Ojalá y Marcelo Ebrard no se equivoque con su propuesta de los vigilantes ciudadanos. Sólo en los regímenes autoritarios es posible encontrar esquemas como la de los vigilantes o delatores que de manera honoraria podría caer en la tentación de acusar por acusar, de causar más daño que beneficios. Para eso están los policías, los servidores públicos. ¿O no?
2) De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública, Chiapas registró una disminución del índice delictivo en 13 por ciento, durante el periodo enero-julio de este año. Es decir, desde que el ministro de Justicia, Amador Rodríguez Lozano, tomó posesión de su cargo, la inseguridad en Chiapas ha disminuido. Buen indicador.
3) Con la autoridad moral que le da ser el gobernador de la única entidad libre de narcotráfico y la más segura del país, Héctor Ortiz, gobernador de Tlaxcala, exhortó a las autoridades federales, estatales y municipales a presentar un frente común contra el flagelo social del crimen organizado. Ojalá y sigan así.
4) Eduardo Medina Mora, procurador General de la República, escribió en un artículo especial para Notimex: «He de reconocer, con coraje, tristeza e indignación, que en las averiguaciones previas, las investigaciones ministeriales y policiales estatales o de la Federación, descubren que en algunos casos hay exintegrantes o elementos en activo de corporaciones de públicas de seguridad que participan en estos ilícitos de secuestro que ofenden profundamente a la sociedad. Esto es intolerable y exige aplicar todo el peso de la ley.»
Añadió: «Yo me sumo como ciudadano al hartazgo de la sociedad.» Los integrantes del Chamanic Center nos sumamos al ¡ya basta!, pero y entonces ¿quién va a cuidarnos?
5) El Instituto Politécnico Nacional (IPN) es ya la segunda fuerza científica del país. Su director, Enrique Villa Rivera, reconoció que en cuatro años y medio se duplicó el número de investigadores, quienes generan proyectos científicos de alto impacto social. El IPN cuenta con 687 científicos que se suman a 585 del Centro de Investigación y Estudios Avanzados.
6) Lo dijo Cuauhtémoc Cárdenas: si las autoridades van a marchar, contra quiénes van a protestar, ¿contra sí mismas?
* Tarjetazos de la politóloga Carmelita Peláez (Melita para sus amigos, Mela para sus detractores).
Si desde hace cuatro años funcionaran las playas en el DF, se hubieran instalado las pistas de hielo y practicado los domingos en bicicleta, no sabríamos qué hacer con tantas medallas olímpicas.
Jesús Sánchez Martínez (Recuento Político / EL FINANCIERO)