Entre cuates y cuetes

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Publícalo, pero no se lo cuentes a nadie.

Será el sereno, pero de haber sido cierto que el number one de Los Pinos dio un manotazo tal en su escritorio que provocó la renuncia de Roberto Campa, eso explicaría por qué le quedó la mano desconchabadita.

Como sea, fue un doble resbalón, el de la bici, claro, y el de don Beto, el ilustre expriista, cercanisísimo a la maestra, y que sirvió como el chico malo o arma secreta de Calderón en la campaña presidencial de 2006 para darle en su maraca a Roberto Madrazo.

Hasta ahora se sabe que Campa no era muy estimado en el primer nivel del calderonismo, o sea que eran contados su cuates, pues Germán Martínez dijo que con esa renuncia había muchas posibilidades de reorganizar el tema de la seguridad. Nadie le reconoció a Bob el sacrificio de mantenerse calladito en estos dos años de asumir un difícil low profile, sobre todo después de la presidencial. Aunque sus detractores dicen que en realidad tenía una superbeca, una cuota, era cuate. Era.

Aguas movedizas

Todo comenzó cuando el teacher le preguntó al number one: ¿qué le responde a los que aseguran que no puede, que no terminará el sexenio?

La respuesta inmediata fue algo así como «me tiene sin cuidado».

El teacher se refería a las declaraciones de unas semanas antes, del polifacético Porfirio Muñoz Ledo, quien tras la presentación de su libro La ruptura que viene, de Random House Mondadori -acompañado de Andrés Manuel López Obrador- y en el que refiere al distanciamiento con Vicente Fox, se lanzó con el escenario del adiós de Calderón.
Fue el 21 de agosto cuando Muñoz Ledo planteó en ese escenario virtual que para decirle adiós a Felipe, tendría que ejercerse «la revocación del mandato», recurso que no está considerado en la legislación mexicana, y que incluso Manlio Fabio Beltrones rechazó por considerar que «no genera mayor estabilidad».

El sonorense consideró que «una revocación del mandato lo que hace es generar inestabilidad, descontrol, ingobernabilidad en los países en donde se aplica»

Se sabe que en Los Pinos algunos colaboradores se apanicaron por las suspicacias. Pero del veterano Muñoz Ledo hay tantas anécdotas, tantas como las incursiones del guanajuatense en casi todos los partidos y corrientes ideológicas.

-¿Sabes como encontrar a Porfirio? Pon tu grabadora en on y espera.

Teórico del desastre

Don Porfis se movió en su elemento, el de las multientrevistas, y cuando todos pensaban que estaba promoviendo a López Obrador para un interinato, dijo:

“No has entendido el proyecto, primero se tiene que acabar con el gobierno de Calderón, luego tiene que surgir un gobierno interino; si es después de diciembre va a durar cuatro años; si hubiera sido antes duraría 18 meses y este gobierno puede dividirse en jefatura de Estado y de gobierno, eso es lo que estoy proponiendo.»

-¿Y si Calderón termina?, le preguntaron los suspicaces a don Porfis.

-Ya no hay solución, no va a terminar y el problema sería que vendría una ola de ingobernabilidad en el país. Estamos viendo el problema, qué ignorancia, afortunadamente ya hay comentaristas que me dan la razón.

Fue tanto el ruido que hizo que el mismo Muñoz Ledo salió a aclarar que en realidad lo que quiso decir fue que Calderón se tiene que ir, pero por la vía legal… ¿Tons?

Pero todo estaba tan enredado como un queso oaxaqueño. El líder interino del PRD, José Guadalupe Acosta Naranjo, deslindó a su partido de lo declarado por Muñoz Ledo. Y lo que menos dijo del prócer guanajuatense fue que esas declaraciones quedaban como cañonazos de saliva. «Frases estruendosas e inapropiadas».

Apenas en la tribuna camaral, el día en que se inició el periodo de sesiones, Juan Guerra planteó que el PRD no estaba interesado en derrocar al gobierno sino en construir un gran pacto nacional. Por supuesto, en sentido contrario a la línea del Peje.

Entre tanto nerviosismo, en Los Pinos nadie sabe quién le puso el cascabel al gato.

** Lavaderus est

** Columnómetro del licenciado Aquiles Baeza.

1) La frase lapidaria de «si no pueden, renuncien», puso a temblar a más de uno. Pero la verdad es que nadie cree en que la cumplan. Ya se escuchan excusas como las de que hay que esperar resultados, al tiempo. Y si no, para qué sirven las consultas. ¿Qué no?

2) Javier Garcíadiego, presidente de El Colegio de México, recibió una cálida bienvenida pues a partir de ahora ocupará la silla número 12 en la Academia Mexicana de Historia que dejó vacante Beatriz Ramírez Moreno de la Fuente. El tema de la ponencia del querido y reconocido Garciadiego es el análisis de la naturaleza, objetivos y repercusiones de la entrevista que le hizo James Creelman a Porfirio Díaz. De excelente humor, Enrique Krauze destacó la votación unánime para Garcíadiego: «ganó como en los buenos tiempos, con carro completo».

3) El 13 de septiembre, el Congreso de Guerrero entregará a Enrique Villa Rivera, director del Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Presea Sentimientos de la Nación, por su aportación al campo de la educación y los esfuerzos realizados para impulsar la ciencia y la tecnología, y el fortalecimiento democrático del país. Esto, en el marco de la conmemoración del 95 aniversario de la instalación del Primer Congreso de Anáhuac, en el que se proclamaron los Sentimientos de la Nación, la Independencia de México y la Abolición de la Esclavitud

4) Ernesto Gándara le metió tremendo susto a los priistas, que ya se sentían con la candidatura en la bolsa. El mensaje es que Eduardo Bours no resolverá solo la sucesión. Estará Manlio.

5) Según Lalo Mejía, el único que se ha caído de una bicicleta fija fue Tulio Hernández.

** Tarjetazos de la politóloga Melita Peláez.

-A Camilo le dicen el secretario Sepomex. Entregó el texto del II Informe y ahora viajará a los estados para dar mensajes alusivos. Como se quiera ver, eso es de cuates.

Jesús Sánchez Martínez / Recuento Político (EL FINANCIERO)

 

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