Las otras reformas
|Está visto que el actual gabinete es el de la lealtad, pero no a la patria sino a la figura del number one . No más.
Y todo parece indicar que ayer fue el primer destape formal a la contienda presidencial de 2012.
De los tres nombramientos de ayer en Los Pinos, uno ya pasó a la historia por el catarrito y por ponérsele al tú por tú a cinco Nobel de economía. El otro tiene en sus haberes seis millones de pobres más a la cuenta de las deudas históricas. Y el colmo, el nombramiento en la Sedesol, Heriberto Félix Guerra, tiene como medallas ser excandidato perdedor a la gubernatura de Sinaloa, pariente del Maquío y casi compadre de Jesús Vizcarra.
Así, Javier Lozano Alarcón tendría que conformarse con la candidatura al gobierno capitalino, ¿qué no?
Clones
Mientras llegan las iniciativas prometidas por el presidente Felipe Calderón, hay que recordar que hace unos meses -a finales de junio de este año- el senador Manlio Fabio Beltrones Rivera ofreció un diagnóstico en el que propuso como tesis central un intenso trabajo político y legislativo para lograr llegar al fin de los gobiernos divididos y el inicio de los compartidos.
Planteó que la agenda de la LXI Legislatura debía encaminarse hacia tres grandes reformas: política, económica y social.
Por el lado de la reforma política se formularon ocho propuestas que, con matices, algunas de éstas han sido retomadas por el jefe del Ejecutivo, pero que aún no las envía al Congreso.
Ratificación de los integrantes del gabinete por parte del Senado. Propuesta que ya fue presentada ante el pleno de Xicoténcatl. Reducción del tamaño de las cámaras legislativas, sin lista nacional en el Senado (una cuarta parte), y cien diputados de representación proporcional menos.
Reelección inmediata de legisladores y munícipes; Reorganización del gobierno federal; Referéndum.
Revocación de mandato, lo suficientemente acotado para evitar el uso abusivo de este instrumento ciudadano; Mayores facultades a la Auditoría Superior de la Federación.
¿Y la legislación militar?
Otro de los grandes pendientes es la reforma a la legislación militar.
No hay una explicación razonable para llevar a la congeladora las iniciativas que se han presentado para actualizar la legislación militar. Cierto es que hasta ahora el Poder Legislativo no ha logrado el consenso necesario para llevar al pleno, para su debate y votación, las propuestas formuladas.
En los últimos tiempos las Fuerzas Armadas han extendido su papel en distintos campos de la seguridad, inteligencia y justicia; empero, son muchas las tareas que están fuera del ámbito legal.
Los expertos coinciden en que la incapacidad legislativa para el control de las Fuerzas Armadas no es atribuible a los militares, ya que es propio de los partidos y de la sociedad civil la presentación de iniciativas de reforma al orden jurídico mexicano que establezcan y garanticen la transformación de las misiones de las instituciones armadas.
Quizá lo más importante de toda esta historia es que una eventual modernización de la legislación militar no es un factor que infunda miedo o que asuste a las instituciones de la Sedena y/o la Armada.
En las últimas semanas se han dado fugaces debates sobre algunos aspectos de la norma militar.
Pero los paradigmas podrían romperse. Se sabe, por ejemplo, que existe una corriente de opinión que propone que el secretario de la Defensa sea de origen civil y no de carrera militar, como hasta ahora.
Esto supone que las tareas administrativas y de vinculación con el jefe del Ejecutivo y el Congreso queden a cargo de un miembro del gabinete, cercano incluso al jefe del Ejecutivo. Otras responsabilidades quedarían a cargo de quienes se han dedicado a la carrera de las armas. O sea, cada chango a su mecate.
Todo esto implicaría acabar con el principio de la obediencia absoluta y ciega del actual general secretario supeditado a la figura de un presidente que podría cometer errores pero no pueden decirle que no, so riesgo de que lo destituyan y le inicien juicio militar por desobediencia.
Hace unas semanas se habló de la posibilidad de fusionar a las secretarías de la Defensa con la de Marina y la Fuerza Aérea. La respuesta a coro del Ejecutivo fue que no. ¿Por qué no?, es la pregunta.
Los diagnósticos llevan a una serie de preguntas que se formulan los propios militares y que no encuentran respuestas ni de los representantes del Ejecutivo federal ni de los legisladores: ¿Por qué, legisladores y políticos, han permitido que por más de 150 años subsista prácticamente intocada la jurisdicción marcial? ¿Los militares tienen representación efectiva de sus derechos políticos en los centros de debate nacional -cámaras del Congreso-?
> Lavaderus est
** Columnómetro del licenciado Aquiles Baeza.
1) Hace unos días, Ernesto Cordero, todavía con la casaca de la Sedesol, habló ante los panistas del DF sobre la estrategia del gobierno federal para combatir la pobreza, y ahí hizo un reconocimiento a Obdulio Ávila Mayo. A unos días de que el PAN emita la convocatoria para relevar a Mariana Gómez del Campo, parece que los astros favorecen a Obdulio, pura corazonada.
2) Al participar en la Reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), en Durango, Fidel Herrera urgió atender el problema del cambio climático, el cual debe combatirse con visión global y acciones regionales, con enfoque científico y desde un plano ético. El gobernador veracruzano fue designado como delegado de la Conago para asistir a la Cumbre Mundial en Copenhague, Dinamarca.
3) Confirmado, el ministro Ramón Cossío recibirá la próxima semana el Premio Nacional de Ciencias y Artes. Felicidades.
4) Valdría la pena practicarles una auditoría a los servidores públicos que recientemente han participado en convocatorias para diversos cargos en la administración pública, para que rindan cuentas respecto al tiempo que, a costa del erario, han utilizado para conseguir apoyos políticos y materiales. Se salvarían muy pocos, entre ellos Juan Calderón Montelongo, quien actúa con autoridad moral para merecer dicha posición.
Tarjetazos de la politóloga Melita Peláez.
-Por Chihuahua, Óscar Villalobos, y por Aguascalientes, Héctor Hugo Olivares. ¿Qué no?
Jesús Sánchez Martínez / Recuento Política (EL FINANCIERO)