Los tres perros

FabulasEn el libro Fábulas y cuentos de G.K. Chesterton, hay una fábula que, si no fuera porque fue escrita  hace muchos años, parecería inspirada en nuestro sistema de partidos. Sin embargo, a nuestros tres perros difícilmente podríamos convertirlo en uno simplemente bueno. Y si nos viéramos obligados a juntarlos, seguramente servirían sólo para cuidar la puerta del infierno. (Perla Oropeza)

A continuación, Los tres perros, de Chersterton:

«Había una vez tres perros que cazaban juntos como una pequeña jauría. Y se dice que en la edad dorada jamás rivalizaron entre sí, sino que tenían un pacto por el que lo tomaban todo por turno, de cuya época legendaria queda memoria en el lenguaje popular, en el dicho itaqueño de que cada perro tiene su día.
«Pero una mañana, cuando iban por el camino la mar de amigos, se encontraron con Hermes, el dios del comercio, que siempre lo quiso libre, y se mofó de esta mansedumbre que habían heredado de tiempos de los viejos dioses. Dijo que únicamente mediante la lucha competitiva entre perros podría progresar el mejor, o aumentar la producción de huesos. Y la ciudad entera se convirtió en escenario de un furioso e interminable combate canino, en el que los tres perros se arrebataban los huesos unos a otros, de manera que dos  de ellos andaban siempre hambrientos y el tercero terriblemente alerta, y todo el pueblo se sobresaltaba de pavor al verlos, pues eran montaraces y feroces como lobos.
«Y por aquellos días se encontraron otra vez con Hermes, el dios de los mercaderes (y, según dicen algunos, también de los ladrones), que había salido a pasear con el gran Plutón, el dios del oro. Y Hermes se mofó de lo trasijados que estaban por su causa, y exclamó:
«–Casi no queda de ellos lo bastante para hacer un buen perro con los tres.
«Y Plutón, con expresión astuta, contestó:
«–Conque no, ¿eh? Pues yo tengo ahora como esclavo a Hefesto de la Fragua, que era el dios de los artesanos y todavía posee habilidades ingeniosas propias de un dios convertido en esclavo. Y no me cabe duda de que es capaz de fundir a los tres en uno en su horno mágico. Podríamos crear un ser que tuviese tres bocas para ladrar y despertar al pueblo, y tres mandíbulas para morder y aterrorizar a vagabundos y alborotadores, y en cambio tener un solo cuerpo que alimentar, para ahorro de todos.
«Entonces Hermes, rebosante de entusiasmo, exclamó:
«–Eso será la maravilla de todos los tiempos, y desempeñará una función jamás conocida, para el bien de los dioses y los hombres.
«Así se puso manos a la obra el dios de las artes manuales y creó la maravilla: el perro que trabajaba como tres y comía como uno; y los demás dioses lo llevaron orgullosamente al cielo, donde habitan los pavos reales de Hera y el águila sagrada de Zeus. De repente por encima de ellos, como un relámpago de verano en esta cúpula de luz, oyeron la respuesta del Padre de los Dioses y los Hombres.
«–En verdad es digno, como decís, de una gran tarea. Que se abra, pues, la roca hasta el fondo del abismo y descubra la morada de los seres abominables, porque es digno de ser el guardián de los infiernos.»

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